Se pretenden desconocer los avances en materia económico impulsados por la administración republicana.
Por Maibort Petit
El globalismo como expresión en la que se conjugan la izquierda, el socialismo, comunismo, el islamismo radical está logrando imponerse gracias al auxilio que los medios de comunicación a su servicio, los cuales mantienen oculta a la opinión pública los avances democráticos y exacerban el malestar social que buscan convertir en violencia generalizada. Un escenario que es aprovechado por el crimen transnacional organizado para colarse e imponerse en la sociedad actual.
El experto en crimen organizado, Omar Bula Escobar, advirtió acerca del papel que los medios de comunicación están jugando en este enfrentamiento entre globalismo y estado-nación, toda vez que la prensa se ha convertido en bastión de los primeros al haber sido adquiridas buena parte de las empresas de información por capitales como el de George Soros, quienes han impuesto la agenda global como línea editorial.Soros y otros financistas del globalismo financian organizaciones internacionales, movimientos, etc. “Son billones de dólares los invertidos en el globalismo, se juntan otras organizaciones financieras y emprenden un gran movimiento en el que Donald Trump está estorbando” y es preciso sacarlo del camino.
El papel del mandatario como gran impulsor de la economía de Estados Unidos “como nadie en la historia, antes del virus”, se hizo incómodo y los medios financiados casi todos por el globalismo, están escondiendo esta realidad.
Según Bula Escobar, este fenómeno mediático se ha vuelto odioso y deshonesto. No duda en catalogar su actuación como “asquerosa” y destaca que el periodismo actual convertido en un monopolio dada la gran inversión hecha por Soros y otros financistas del globalismo que han adquirido una gran cantidad de medios de comunicación en el mundo y han cartelizado la información.
Acabar con la institucionalidad
Refiere que los medios en poder del globalismo ocultan la realidad y manipulan la información, presentando, por ejemplo, las manifestaciones violentas ocurridas en los últimos meses en Nueva York, Chicago, Seattle, Portland, entre otras ciudades, como expresiones del descontento popular frente al racismo del gobierno y la policía. Callan, sin embargo, que se trata de ciudades gobernadas por mandatarios del Partido Demócrata que han permitido la exacerbación de la violencia con el lograr el objetivo supremo de acabar con la democracia que hasta ahora ha regido en los Estados Unidos. Esta prensa no menciona que estas ciudades el crimen transnacional organizado se ha incrementado en razón de que forma parte del entramado que busca imponer el globalismo.
“No se dice nada de lo que realmente pasa en Nueva York o en Chicago, ciudades gobernadas por el Partido Demócrata y por ende globalistas, donde se apuesta por quebrar el sistema, las instituciones. Todo esto acompañado por el Covid, pues entonces esto ha sido un desastre y los medios no lo cubren, no lo muestran. Sale todo sobre Biden y todo lo negativo sobre Trump, es una cuestión sistemática. La gran potencia mundial está siendo atacada violentamente, no con cañones ni armas nucleares, sino de manera minuciosa, poco a poco, a través de todos los flancos posibles que ya mencionamos y a través de las estrategias más destructivas que se puedan imaginar para cambiar el status quo”.
No se habla de los saqueos de que es víctima la empresa privada en estados Unidos en las ciudades gobernadas por los demócratas, ni del caos allí reinante. Se busca hablar del racismo como política, pero no se dice nada acerca del avance que personajes de raza negra han experimentado en los EE. UU. en los últimos tiempos. “Sin duda hay mucho por hacer, pero s el estigma del racismo no es cierto que exista tal y como lo quieren presentar.
Se insiste en que tenemos que arrodillarnos por el pasado, cuando deberíamos arrodillarnos por el presente, pues en este momento hay esclavos de verdad, el tráfico de humanos, pero de eso no se habla, sino que se cree que lo que dice la prensa que debemos pensar y hacer es lo que se impone. Quien hoy en día no se dé cuenta del monopolio mediático es una analfabeta”.
Las nuevas expresiones de la izquierda
Apunta que, si bien los postulados de la izquierda se mantienen, lo que ha cambiado es su forma de presentación, siendo el globalismo esta nueva manera del socialismo.
La izquierda, el socialismo como lo conocíamos, enfrentado a la derecha, es ahora una agenda de un movimiento aún mayor, el globalismo.
En ese escenario se libra una batalla gigantesca contra Occidente, contra el capitalismo, contra la sociedad occidental. “En Europa ya han ganado casi la mitad de la batalla. Europa todavía es Europa, pero allí el proceso va muy rápido, sobre todo por el proceso migratorio descontrolado patrocinado por el globalismo, por Soros, entre otros”.
Ciudadanos sin herramientas
Omar Bula refiere que existe una gran similitud entre los países afectados por el globalismo desde el punto de vista de sus líderes, como es el caso de Colombia y Argentina, en comparación con otras naciones que cuentan con el apoyo de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), permeadas por el globalismo y que se han convertido en países como sin autoridad.
En estas sociedades el ciudadano se encuentra desinformado y por tanto inhabilitado para quejarse, toda vez que carente de información, no está en condiciones de determinar si lo que está haciendo su gobierno es lo correcto o no. “Hay un fenómeno informativo espantoso, entonces cuando gobierno y medios se unen, y están unidos, el ciudadano es el que pierde y terminamos en situaciones totalmente absurdas, con quiebras de los negocios, por donde vivo 75 por ciento de los negocios están cerrados. El daño está hecho. El decrecimiento de la economía es brutal y subir el PIB cuesta años”.
Estamos en un momento de cambio muy importante y espero por que el 3 de noviembre gane el partido Republicano, sobre todo porque en la medida en que me concierne como colombiano, como latinoamericano, pues si hay una derrota quedamos a la deriva de todos estos actores espantosos que ya mencionamos.
El caso colombiano
Omar Bula Escobar cita el caso colombiano en donde la pasada administración de Juan Manuel Santos suscribió un acuerdo de paz con las FARC.
Asegura que el propio nombre del acuerdo es “engañoso”, toda vez que por el contrario a lo que se esperaba, en la nación neogranadina se ha incrementado la violencia y las recientes masacres son expresión de ello. “Ya sabemos que no hay paz. Lo estamos viendo con las masacres, a menos que alguien las quiera llamar efecto secundario de la paz”.
Precisa que la producción y tráfico de cocaína subió entre el 2012 y el 2018 a la par del proceso de paz, “no del acuerdo” y Juan Manuel Santos no hizo absolutamente nada frente a este crecimiento que significó la multiplicación por cuatro de la cocaína.
Subraya que se irrespetó la voluntad popular que se pronunció por el No al acuerdo de paz, lo cual significó un gran golpe a la democracia colombiana. “Si se hubiera respetado ese No, no estaríamos viviendo lo que estamos viviendo y ya hoy estaríamos controlando las hectáreas de droga, porque ya habían crecido hacia el 2016 cuando se firmó el acuerdo y no estaríamos en la situación donde estamos ahora donde medio país, el sur, está en las manos del crimen organizado”.
Con vergüenza refiere que Colombia es conocida mundialmente por la cocaína que produce.
“Colombia lleno de cocaína y nos conocen por ella y la cocaína produce mucha plata que ha comprado políticos, empresarios, de todo, porque tiene ese poder. Hay gente que dice que siempre ha sido así, no, no siempre ha sido así. Ese no es el caso de muchos países en el mundo, me muero de la pena, es muy específico de nuestro país que es el primer exportador mundial de cocaína. En este gobierno, hubo una reducción en las hectáreas recientemente, pero hubo un incremento en la productividad, se produjo más porque la mafia sabe cómo hacer las cosas, subieron casi 200 toneladas si no me equivoco”.
La traición de Duque
Omar Bula recuerda que el actual presidente colombiano, Iván Duque, fue un gran oponente a las negociaciones y luego a la firma del acuerdo de paz, lo cual está documentado.
Sin embargo, luego de llegar a la presidencia, curiosamente Duque cambió de parecer. “No se le ha oído un comentario negativo contra el acuerdo de paz desde que se posesionó. Es más, ha hecho alabanzas al acuerdo en la Unión Europea, en Irlanda, en Italia. No sé qué cambió entre el acuerdo que él combatió, ese acuerdo de la mafia, al que se implementó al momento de su gobierno y ahí tenemos los resultados”.
Hace mención a un hecho ocurrido durante el viaje que Iván Duque hizo a Bruselas, donde luego de asistir a la Unión Europea, se trasladó a una de las organizaciones de George Soros en esa ciudad. Allí solicitó una reunión a puerta cerrada con el magnate, luego de la cual salió expresando todo su apoyo al proceso de paz que anteriormente había combatido.
Bula Escobar expresa que, desde ese momento, comenzó a preocuparse porque se preguntó una y otra vez, qué tenía que ver George Soros en todo esto.
“Caí entonces en cuenta acerca de cuál era interés de las organizaciones de Soros en el proceso de paz. Fíjense que, en pleno proceso de paz, para poner un ejemplo, salen cosas totalmente irrelevantes con relación a la paz, a la guerra entre las FARC y el gobierno, como la ideología de género, independientemente de que uno esté de acuerdo o no con el asunto, pero ahí se veía la intención de la agenda globalista y del crimen transnacional organizado entrelazadas. Ahí descubro que el interés de Soros en Colombia y en muchos países de la región, aparte de su agenda de crear un nuevo mundo, etc., es netamente financiero y que no es otro que el comercio de esa droga crezca y lo logró, porque con el proceso de paz se multiplicó por cuatro, sigue creciendo, sigue creciendo en Perú, va a seguir creciendo hasta que llegue el momento de la legalización”.
La mentira de la legalización
Omar Bula advierte que el próximo paso será la legalización de la cocaína, tal como ocurrió ya con la marihuana en muchos países.
En esto el papel de la prensa al servicio del globalismo será fundamental, pues le corresponderá engañar a la sociedad presentando la legalización de la cocaína como la solución al problema.
“No me niego a discutir el asunto, pero esa no es una opción que se esté dando, sino la imposición de la legalización”.
Entonces se plantea una interrogante: ¿Quién va a ganar con la legalización de la droga?
Reitera el interés de Soros en la legalización de la cocaína y destaca el hecho de que ahora Iván Duque exhiba sus simpatías con el magnate, pues sencillamente forma parte de su gente, como también lo es la alcaldesa de Bogotá.
Manifiesta terror al carácter experimental de esta situación, dado que se está apostando al todo por nada. Se promueve la destrucción de lo viejo para construir lo nuevo, “pero las alternativas de lo nuevo se están viendo, ¿qué es lo que nos van a ofrecer?, ¿vamos a destruir todo para qué?”.