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martes, 26 de octubre de 2021

Chavismo: La destrucción del adversario político y su designación como 'terrorista doméstico'

   Oponerse al ideario del pensamiento oficialista derivó en causa de prisión durante el periodo que se inició con el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de la república, una situación que se agravó en tiempos de su sucesor, Nicolás Maduro.

Por Maibort Petit
   La vena autoritaria del fallecido ex-mandatario venezolano, Hugo Chávez Frías, le impedía aceptar el pensamiento divergente y, mucho menos, la disidencia política. Quien no estaba alineado con sus ideas y difería de sus decisiones, sencillamente era, no su adversario como en toda sociedad democrática ocurre, sino su enemigo y como tal era tratado por el régimen que encabezaba.
   Su verbo encendido arremetió desde el inicio de su mandato contra sus oponentes políticos a quienes catalogó de “escuálidos”, “oligarcas rancios”, “pitiyanquis”, “lacayos del imperialismo”, "terroristas [domésticos]" entre muchos insultos. La disidencia llegó a castigarse, incluso, en la oposición a través de la “lista Tascón”, un procedimiento de discriminación a quienes firmaron a favor de la realización del referendo revocatorio en contra del mandatario entre los años 2003 y 2004.
      El accionar del Chávez, se dirigió desde el inicio de su gestión en el rebase institucional del país, la acumulación y acaparamiento del poder a través de la aniquilación de la separación de poderes que lo llevó tanto al control político, como de los tribunales y la conformación de un alto militar constituido por acólitos.

Presos políticos

  El chavismo, pues desde sus comienzos, se encaminó a la conformación de un régimen totalitario en el que la disidencia política es inaceptable para la cúpula gubernamental. Situación que lejos de cambiar con la asunción de Nicolás Maduro al poder a la muerte de Chávez, se ha incrementado a niveles en el que ya ni las formas se guardan y el pensamiento político divergente se ha convertido en un delito y la figura del preso por la objeción de conciencia está ya prácticamente institucionalizada, así el oficialismo insista en recurrir al eufemismo de asegurar de que “no se trata de presos sino de políticos presos”. Al 25 de octubre del presente 2021, el Foro Penal contabiliza 254 presos políticos en Venezuela, de los cuales 15 son mujeres, 132 son militares y uno es un adolescente[1].

  El “Reporte sobre la represión en Venezuela” que emite el referido Foro Penal indica en el informe correspondiente al mes de agosto de 2021 que, entre los meses de enero a agosto del citado año, se contabilizaron un total de cuarenta y dos personas registradas como “detenidos políticos”, ubicándose en ese octavo mes la cifra de estos en 264 personas. La ONG señala que el número de “detenciones con fines políticos desde enero de 2014 hasta agosto de 2021 es de 15.762 personas arrestadas, de las cuales 875 civiles han sido procesados en tribunales militares en ese período”.
   Destaca el reporte que Gabriel Medina Díaz, murió el 29 de agosto mientras se encontraba en custodia tras sufrir un paro respiratorio. Medina Díaz estaba recluido en el anexo “Nelson Mándela” del Internado Judicial de Monagas, recinto conocido popularmente como “La Pica”. Pese a encontrarse en grave estado de salud desde hacía casi 2 meses, no recibió atención médica. Sólo fue trasladado de emergencia a un hospital el día previo a su muerte donde finalmente falleció. Este deceso elevó a nueve el número presos político muertos bajo custodia estatal. Le precedieron desde el año 2015 hasta agosto de 2021: Nelson Martínez, Salvador Fernando Franco, Pedro Pablo De San Lu Santana Carballo, Rafael Acosta Arévalo, Fernando Alberto Albán, Rafael Eduardo Arreaza Soto, Carlos Andrés García y Rodolfo Pedro González Martínez[2].
   De estas muertes es bastante significativa la del exconcejal del municipio Libertador de Caracas por el partido Primero Justicia, Fernando Albán, la cual ocurrió el 8 de octubre de 2018 cuando cayó de unos de los últimos pisos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Aunque en un principio las autoridades insistieron en que se trataba de un suicidio, la oposición venezolana denunció que lo habían lanzado sus torturadores. El fiscal general designado por la asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab, quien se hizo eco de esta tesis desde un principio, cambió su versión en 2021 cuando acusó “homicidio culposo” por parte de sus custodios[3]. Un viraje que, de acuerdo a la opinión de no pocos, obedece más a un intento de evitar que la Corte Penal Internacional abra un caso contra el régimen de Nicolás Maduro en razón de su política de violación a los Derechos Humanos, que de un afán de justicia.

La 'joya' de la corona

  Del castigo a la disidencia a los adversarios políticos, catalogados más bien como “enemigos” por el chavismo, tal vez que haya tenido mayor relevancia derivada de la repercusión internacional que tuvo, fue el del dirigente del partido Voluntad Popular, Leopoldo López, tenido como “la joya de la corona” pues, por años, fue moneda de cambio en las negociaciones entre el gobierno y la oposición.

  Para Hugo Chávez resultó ser un sujeto incómodo, dado que su gestión en la administración pública adquirió notoriedad, incluso internacional y por ello maniobró para truncar su acceso a nuevas posiciones de poder promoviendo su inhabilitación política. Chávez tampoco olvidaba el papel de López en el golpe de estado de abril de 2002.



   El pleito entre López y el chavismo tuvo su clímax ya en tiempos de Nicolás Maduro, cuando su marcado espíritu confrontacional derivó en acusaciones penales en su contra que concluyeron en un juicio sin garantías de ningún tipo que lo condenó a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión[4].

   El propio fiscal del caso, Franklin Nieves, huyó a los Estados Unidos poco tiempo después y denunció que el juicio a López había sido una farsa y aseguró que la orden de su detención y enjuiciamiento provino directamente de Nicolás Maduro[5].

No solamente los adversarios políticos

   El castigo a la disidencia no se limita a los rivales del chavismo militantes de la oposición, sino que ha restado dirigido a quienes, perteneciendo a las filas del oficialismo, han osado manifestar su descontento o desacuerdo con las políticas del gobierno.

   El caso del general Raúl Isaías Baduel, exministro de la defensa del gobierno de Hugo Chávez, es quizás el más emblemático e ilustrativo de esta situación. Quien fuera el responsable de la restitución de Hugo Chávez en el poder luego del golpe de estado que lo sacó de la presidencia durante 48 horas en 2002, murió en una celda el 12 de octubre de 2021 en brazos de su hijo —también preso político— Josnar Adolfo Baduel, en las instalaciones del servicio de inteligencia venezolano en la sede que se conoce como El Helicoide. La fiscalía dijo que el deceso fue por causa del Covid-19 sin que a la par haya explicado por qué, entonces, no estaba en un centro de salud[6].
   Chávez no le perdonó a Baduel el haber denunciado la intención totalitaria de su mandato, ni su oposición a la reforma constitucional propuesta por el finado mandatario en 2007. La venganza por esto se materializó en 2009, cuando el militar fue arrestado y condenado a 8 años de prisión por delitos de corrupción[7]. En mayo de 2015 salió de la cárcel gracias a una medida de libertad condicional, pero fue nuevamente encarcelado en 2017.

Arremetida a los opositores

   En 2017, cuando el pueblo venezolano se lanzó a las calles en protesta por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de usurpar las funciones y poderes de la Asamblea Nacional, titular del Poder Legislativo, de mayoría opositora luego de que la ciudadanía se pronunciara en favor de la disidencia política en los comicios parlamentarios de 2015. La respuesta del gobierno de Nicolás Maduro a los reclamos populares fue la violencia y brutalidad a niveles de extremo. “(…) la magnitud y la gravedad de la represión en 2017 alcanzó niveles inéditos en la historia reciente de Venezuela”, refirieron Human Rights Watch y el Foro Penal en un informe denominado “Arremetida contra opositores. Brutalidad, tortura y persecución política en Venezuela”, publicado el 29 de noviembre del referido año.


   El informe documentó 88 casos en los que se vieron afectados 314 personas que fueron víctimas de graves violaciones de derechos humanos entre abril y septiembre de 2017 por parte de fuerzas de seguridad estatal y por los grupos paramilitares conocidos en Venezuela como “colectivos” en 13 estados del país. El reporte advierte que no se trata de casos aislados, ni fueron el resultado de excesos por parte de miembros insubordinados de las fuerzas de seguridad, sino que forman parte de una práctica sistemática de las fuerzas de seguridad venezolanas.

  En este último sentido, HRW y el Foro Penal indican en el informe que sus conclusiones coinciden con las del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), fechado en agosto de 2017 alertando la “existencia de una política destinada a reprimir el disenso político e infundir temor en la población a fin de frenar las manifestaciones” en Venezuela. El ACNUDH manifestó en su informe que identificó ‘un uso generalizado y sistemático de fuerza excesiva y detenciones arbitrarias contra los manifestantes’, así como ‘un esquema de otras violaciones de derechos humanos, que abarcan violentos allanamientos de viviendas, torturas y malos tratos a los detenidos en relación con las protestas’”.

   El informe da cuenta de torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra los detenidos en las protestas, detenciones y juicios arbitrarios, uso excesivo de la fuerza pública, así como de la falta de rendición de cuentas y responsabilidad por parte de altos funcionarios gubernamentales. Una situación que respondería al hecho de que “Desde que en el 2004 el ex Presidente Hugo Chávez y sus aliados en la Asamblea Nacional de entonces tomaron el control político del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, el poder judicial ha dejado de actuar como rama independiente del Estado, como freno ante los abusos de poder por parte del ejecutivo y como garante de derechos fundamentales”.
   Cita el caso de la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, antigua aliada del chavismo del que se distanció a comienzos de 2017. Tal cambio de actitud le valió el puesto, siendo destituida por la Asamblea Nacional Constituyente oficialista que la reemplazó por un partidario oficialista, a saber, Tarek William Saab[8].

  El representante chavista del Ministerio Público ha devenido en gendarme del régimen valiéndose de la Ley Constitucional contra el Odio, por la Convivencia Pacífica y la Tolerancia, con instrumento para arremeter en contra de todo aquel que se muestre en desacuerdo de la gestión chavista.

  Desde entonces, la política de acabar con la disidencia política por los métodos que sea ha ido in crescendo, multiplicándose las llamadas “desapariciones forzadas” como método de control dirigido a mantener en el carril al movimiento opositor y es que, en Venezuela, pensar distinto es un delito.

REFERECIAS


[2] Foro Penal. “Reporte sobre la represión en Venezuela. Agosto 2021”. 6 de octubre de 2021. https://foropenal.com/reporte-sobre-la-represion-en-venezuela-agosto-2021/

[3] Infobae. “Quiénes son los 10 presos políticos del régimen de Maduro que murieron bajo custodia en Venezuela desde 2014”. 13 de octubre de 2021. https://www.infobae.com/america/venezuela/2021/10/13/quienes-son-los-10-presos-politicos-del-regimen-de-maduro-que-murieron-bajo-custodia-en-venezuela-desde-2014/

[4] El País. “La Justicia venezolana condena a Leopoldo López a 13 años de prisión”. 11 de septiembre de 2015. https://elpais.com/internacional/2015/09/10/actualidad/1441891200_087531.html

[5] El Nacional. “Franklin Nieves: "La orden de detener a Leopoldo López partió directamente de Maduro". 1 de noviembre de 2015. https://web.archive.org/web/20160303222030/http://www.el-nacional.com/presos_politicos/Franklin-Nieves-Leopoldo-Lopez-Maduro_0_730726939.html

[6] DW. “Venezuela: muere en prisión Raúl Isaías Baduel, considerado ‘preso político’". 13 de octubre de 2021. https://www.dw.com/es/venezuela-muere-en-prisi%C3%B3n-ra%C3%BAl-isa%C3%ADas-baduel-considerado-preso-pol%C3%ADtico/a-59487079

[7] Notiamérica. “La Justicia venezolana condena a 7 años y 11 meses de cárcel al ex ministro de Defensa Raúl Isaías Baduel”. 8 de mayo de 2010. https://www.notimerica.com/politica/noticia-venezuela-justicia-venezolana-condena-anos-11-meses-carcel-ex-ministro-defensa-raul-isaias-baduel-20100508061425.html

[8] HRW. “Arremetida contra opositores. Brutalidad, tortura y persecución política en Venezuela”. 29 de noviembre de 2017. https://www.hrw.org/es/report/2017/11/30/arremetida-contra-opositores/brutalidad-tortura-y-persecucion-politica-en

lunes, 25 de octubre de 2021

El adoctrinamiento de niños y adolescentes, una práctica del totalitarismo implementada por el chavismo en los 20 años de su “revolución bolivariana”

  El modelado del pensamiento comienza desde muy temprana edad, cuando el sector más vulnerable de la sociedad, los niños, es víctima del proceso de ideologización a través de distintas vías.

Por Maibort Petit

   Los regímenes totalitarios requieren de un pueblo inerte, sumiso, obediente y, sobre todo, no cuestionador, algo difícil de lograr en una sociedad acostumbrada a la libertad que brinda la democracia, por lo que, entonces, deben recurrir a la aplicación de distintos métodos destinados al cambiar y moldear el pensamiento de los ciudadanos a sus intereses. El lavado de cerebro aplica en la población adulta, mientras el adoctrinamiento es la fórmula en el caso del sector más vulnerable de la sociedad: los niños.
   El régimen surgido en diciembre de 1998 con la elección de Hugo Chávez Frías como presidente de Venezuela no fue ajeno a este tipo de procedimientos, aunque su primer paso al instalarse en el poder fue arrasar con la institucionalidad a través de la instauración de una Asamblea Nacional Constituyente que redactó una nueva Constitución y procedió a dar los primeros pasos en la demolición de las instituciones fundamentales del país, o mejor, de la democracia, de sus cimientos. En ese trámite transcurrió la primera de sus administraciones, teniendo en el golpe de estado del 11 de abril de 2002, la justificación para acelerar el proceso y dar al traste y de forma definitiva con la meritocracia como valor y camino para avanzar y crecer, para sustituirlo por la incondicionalidad en desmedro de que se reúnan las condiciones para ocupar posiciones.
  Ya en su segundo mandato se afianzó la acción dirigida a la transformación del hombre, para convertirlo de ciudadano democrático a militante socialista, una tarea que debía iniciar desde la primera edad. Durante mucho tiempo circuló insistentemente la especie de que el gobierno planeaba instaurar la patria potestad estatal mediante la nueva la Ley Orgánica de Educación que discutía la Asamblea Nacional. No era esto algo difícil de creer, toda vez que el gobierno desde 2006 actuaba a su antojo en razón de que el Poder Legislativo Nacional estaba en absoluto dominio chavista al haberse retirado la oposición de los comicios parlamentarios que tuvieron lugar el 4 de diciembre de 2005.
   Regímenes totalitarios como el de la Alemania nazi y la Unión Soviética de Stalin pusieron en práctica este tipo de control sobre los hijos de la población de sus países, implementando la patria potestad en manos del Estado. La sociedad civil venezolana —aun para ese entonces con capacidad de maniobrar y accionar— se movilizó y tuvo éxito. El ministro de Educación para época, Héctor Navarro, salió al paso y negó que esto formara parte del proyecto de ley que se discutiría en el Poder Legislativo y aseguró que tal rumor era sólo el producto “una campaña basada en mentiras”.
   Aseguró el ministro Navarro que la especie de que la nueva ley despojaría de la patria potestad a la familia de los menores se difundió a través de emisoras de Miami, cuyas transmisiones sostenían que "el régimen iba a concentrar a los niños en círculos infantiles desde los tres hasta los 20 años''. Subrayó que la patria potestad "no es de ámbito educativo'', sino que era un asunto recogido en la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente[1].

  Pero haya sido cierto o no que el régimen de Chávez haya pretendido implementar la patria potestad estatal, no cabe dudas sobre su firme intención de adoctrinar a los menores.

“Con mis hijos no te metas”

   Uno de esos primeros intentos de Chávez fue el Decreto Presidencial 1011 de octubre del referido año, con el cual se modificaba parcialmente el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente al instituirse los supervisores itinerantes con amplias facultades sobre las escuelas y que se erigía como una amenaza a la educación privada. Además, permitía la participación de maestros cubanos en los planes de alfabetización que instrumentaba el gobierno[2].
   La respuesta de la sociedad civil fue contundente y se popularizó a través del lema “Con mis hijos no te metas” y el gobierno se vio obligado a desistir de su implementación.

La resolución 058

   No quiere decir que no se haya habido intentos del gobierno chavista para cambiar el sistema educativo, su politización y su intervención.

  Según decir de algunos, desde 1999 en dieciocho ocasiones se intentó dicha intervención de las escuelas hasta que en 2012 el asunto se recogió en la Resolución 058 del Ministerio del poder Popular para la Educación, mediante la cual se establece el Consejo Educativo. Esta medida derogaba la Resolución 751 vigente desde el 10 de noviembre de 1986, la 114 del 19 de febrero de 1987 y la 1.675 del 31 de octubre de 1997 Esta resolución 751 versaba sobre la Comunidad Educativa “como una institución democrática y participativa, a los fines de contribuir al desarrollo de la gestión educativa; formada por educadores, padres o representantes y alumnos de cada Plantel, previendo de forma optativa la participación de otras personas vinculadas con el desarrollo de la Comunidad en general, tal como lo establecían los artículos 1 y 2 de la mencionada resolución”.

  Estos integrantes de la Comunidad Educativa se organizaban a través de el Consejo Consultivo, los Docentes, la Sociedad de Padres y Representantes y la Organización Estudiantil. Al derogarse la resolución 751, se suprimían entonces dichos órganos que daban funcionamiento a la Comunidad Educativa.
   La Comunidad Educativa de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación de 2009 definía la Comunidad Educativa como “(…) un espacio democrático, de carácter social comunitario, organizado, participativo, cooperativo, protagónico y solidario. Sus integrantes actuarán en el proceso de educación ciudadana de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República, leyes y demás normas que rigen el Sistema Educativo. A tales efectos: 1. La comunidad educativa está conformada por padres, madres, representantes, responsables, estudiantes, docentes, trabajadores administrativos y trabajadoras administrativas, obreros y obreras de las instituciones y centros educativos, desde la educación inicial hasta la educación media general y media técnica y todas las modalidades del subsistema de educación básica.

“También podrán formar parte de la comunidad educativa las personas naturales y jurídicas, voceros y voceras de las diferentes organizaciones comunitarias vinculadas con las instituciones y centros educativos”.

  La Ley Orgánica de Educación promulgada por el chavismo modificaba, como puede verse la constitución de la Comunidad Educativa que, hasta entonces, como vimos líneas arriba estaba integrada únicamente por “educadores, padres o representantes y alumnos”.
   La Resolución Nº DM/058 que se publicó el 16 de octubre de 2012 en la Gaceta Oficial Nº 40.029 estableció los Consejos Educativos, los cuales serían las únicas instancias de organización de la Comunidad Educativa y que se definían como (…) la instancia ejecutiva, de carácter social, democrática, responsable y corresponsable de la gestión de las políticas públicas educativas en articulación inter e intrainstitucional y con otras organizaciones sociales en las instituciones educativas. Ella es concebida como el conjunto de colectivos sociales vinculados con los centros educativos en el marco constitucional y en las competencias del Estado Docente. Sus integrantes actuarán en el proceso educativo de acuerdo con lo establecido en las leyes que rigen el Sistema Educativo Venezolano, fundamentado en la doctrina de nuestro Libertador Simón Bolívar”.

  Los Consejos Educativos estarían integrados “padres, madres, representantes, responsables, estudiantes, docentes, trabajadoras y trabajadores administrativos, obreros y obreras de las instituciones educativas, desde la educación inicial hasta la educación media general y media técnica y todas las modalidades del subsistema de educación básica. También podrán formar parte de la comunidad educativa las personas naturales y jurídicas, voceros y voceras de las diferentes organizaciones comunitarias vinculadas con las instituciones educativas”.
   Quedaba, por tanto, diluido y desarticulado el papel fundamental y protagónico que los padres, representantes o responsables tenían en el proceso educativo de los niño y adolescentes[3].

   La iniciativa gubernamental encendió las alarmas de la sociedad civil venezolana que vio en la resolución la intención de politizar la educación, como advirtió Olatz Isasi, Coordinadora Académica del Centro de Derechos Humanos de la UCAB, quien subraya que, si bien en apariencia no violaba el derecho a la educación, sí abría espacios para dicha politización.

  Isasi destacó que, en uno de sus considerandos, la resolución señalaba que “los ambientes escolares son espacios abiertos los 365 días del año para la enseñanza y el aprendizaje, la práctica democrática y la transformación de la estructura institucional necesaria para el desarrollo del poder popular”, mientras que el Poder Popular tiene como uno de sus fines, “(…) construir las bases de la sociedad socialista, democrática, de derecho y de justicia”, haciéndose repetidas referencias a los consejos comunales y a los colectivos sociales como miembros de los comités del Consejo Educativo con injerencia en planificación, ejecución, seguimiento, control, supervisión y evaluación dentro de las instituciones educativas.

   En tal sentido, la experta alertaba de la posibilidad de que la escuela se convirtiera en un espacio de ideologización que atenta contra “el necesario pluralismo que garantiza la educación de calidad, descrita tanto en el artículo 26 párrafo 2 de la Declaración de los Derechos Humanos como en Art. 102 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”[4].

  El Observatorio Educativo de Venezuela advirtió que para la formulación de la Resolución 058 no se convocó un proceso formal de consulta pública sobre el contenido de la misma[5].

  La sociedad estaba clara en que el objetivo de la Resolución 058 sólo era el adoctrinamiento socialista[6].

La letra cambiada

  Pero los decretos, reformas legislativas y las resoluciones administrativas no han sido los únicos mecanismos implementados por el chavismo para concretar su objetivo de adoctrinamiento de los niños y adolescentes venezolanos, sino también mediante el contenido de los textos de estudio y de los currículos educativos.

   La tergiversación de la historia, la magnificación de la figura de Hugo Chávez y la minimización del periodo democrático comprendido entre 1958 y 1998, son también parte de la estrategia de ideologizar a los menores.

   La exministra de educación, Maryann Hanson, lo dijo sin cortapisas: "Sabemos, y todo el mundo sabe, que la educación es el aparato de reproducción del Estado. Nosotros estamos intentando crear un Estado socialista y tenemos que reproducir la ideología de un Estado socialista", mientras implementaba el reparto de 5 millones de ejemplares de la Constitución de 1999 “ilustrada” en las escuelas públicas.

  Otro ministro del despacho que tampoco tuvo empachó en admitir el hecho fue Aristóbulo Istúriz, quien manifestó que efectivamente el gobierno procuraba utilizar la educación como vehículo de adoctrinamiento. “Estamos ideologizando y qué”, desafió Istúriz cuando fue consultado al respecto.

  Una versión de la carta magna que de acuerdo a la ONG Asamblea de la Educación inició el proceso ideologización a través de los textos con que se forman los niños venezolanos. La “Colección Bicentenario” que recoge materias sobre Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lenguaje y Matemáticas igualmente fue usada con tal objetivo. La revisión de los textos de Ciencias Sociales permitió constatar, por ejemplo, que 20 páginas condensaron el haber de 9 presidentes venezolanos, mientras que Hugo Chávez se le dedican 26 páginas e, incluso, se lo iguala al libertador Simón Bolívar

  Libros que cantan odas a Hugo Chávez ensalzado prácticamente como héroe nacional, enaltecen las políticas gubernamentales del chavismo y sobredimensionan la “revolución” a nivel de campaña libertaria.

  Analistas como Daniel Lansberg-Rodríguez catalogaron tal acción como la mediocretización e ideologización de la educación pública venezolana. "Con el pasar de los años, los libros escolares lucen cada vez más como panfletos políticos en vez de otorgarles a los jóvenes, herramientas mediante las cuales puedan crear sus propias convicciones como ser pensante e independiente"[7].

Con Maduro el adoctrinamiento continúa

   El adoctrinamiento de infantes y adolescentes no es una actividad que habría desaparecido con la muerte de Chávez, sino que se mantiene y se profundiza en el régimen de Nicolás Maduro a quien en septiembre de 2020 fue denunciado por la organización Prensa Sin Mordaza de haber conformado campos de concentración destinados al adoctrinamiento de niños.

  Se trata, según los denunciantes de "campos de juventud revolucionaria" en los que se les inculca a los menores el pensamiento político comunista y militar del finado Hugo Chávez.

   La denuncia que estuvo acompañada de un video, señala que uno de estos supuestos campamentos está ubicado en las afueras de Valencia, estado Carabobo. Allí, los niños y preadolescentes serían entrenados para "dar una batalla contra el imperio Yankee".

  En el referido video[8] es posible ver el testimonio de un menor de estos campos en el que habla de la "lucha revolucionaria y la batalla contra Estados Unidos"[9].

  El niño dice que en el campo “le han dado una gran formación ideológica, algo muy importante para la juventud. Y, bueno, estoy aquí para eso, para una formación y ser un gran futuro de Venezuela, un joven más que ponga un granito de arena para Venezuela, para que sea una potencia, para invertir aquí un potencial en Venezuela”.

 Le preguntan de qué se trata la formación ideológica y el menor indica que se trata del aprendizaje del “pensamiento de Chávez, algo que nos inculcó, algo muy importante, no nos adoctrinó, ni nos puso, ni nos dijo, nos formó.

  Advierte que parte de las enseñanzas que recibe versa sobre que "EEUU no quiere que haiga (sic) jóvenes formados, porque saben que le vamos a dar la batalla, le da miedo, les duele, no les gusta, porque saben que un joven se les para y les da miedo, porque les recuerda a Chávez. Chávez le da la lucha como la vamos a dar los jóvenes que vamos a defender a Venezuela, como vamos a defender nuestra patria y seguiremos teniendo patria”.

REFERENCIAS

[1] El Nuevo Herald. “Ministro: no peligra la patria potestad de los padres”. 13 de agosto de 2009. https://www.elnuevoherald.com/noticias/america-latina/venezuela-es/article1998044.html



[2] Latin American Studies. El Nuevo Herald. “Chávez insiste que el Decreto 1011 va”. 2 de abril de 2001. http://www.latinamericanstudies.org/venezuela/decreto-1011.htm



[3] Redalyc. Cuestiones Jurídicas. “Resolución 058 mediante la cual se establece la normativa y procedimiento para el funcionamiento del Consejo Educativo: contenido e implicaciones”. https://www.redalyc.org/pdf/1275/127532358003.pdf



[4] UCAB. “Análisis de la Resolución 058 del Ministerio de Educación desde un enfoque de derechos humanos”. http://w2.ucab.edu.ve/tl_files/CDH/Lineastematicas/Analisis%20de%20la%20Resolucion%20058%20del%20Ministerio%20de%20Educacion%20def.pdf



[5] Observatorio Educativo. “La resolución 058 y el derecho a la educación”. https://observatorioeducativo.org/2012/10/25/la-resolucion-058-y-el-derecho-a-la-educacion/



[6] Venezuela Awareness. “La larga lucha del ‘con mis hijos no te metas’”. 18 de noviembre de 2012. https://www.venezuelaawareness.com/2012/11/la-larga-lucha-del-con-mis-hijos-no-te-metas/



[7] La Segunda Online. “Concientizacion escolar en Venezuela: ‘¡Con mis hijos no te metas!’". 19 de octubre de 2013. http://www.lasegunda.com/Noticias/Internacional/2013/10/886859/concientizacion-escolar-en-venezuela-con-mis-hijos-no-te-metas






[9] NTN24. “Régimen de Maduro concentra niños en campos de adoctrinamiento”. 13 de septiembre de 2020. https://www.ntn24.com/america-latina/venezuela/regimen-de-maduro-concentra-ninos-en-campos-de-adoctrinamiento-125885