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viernes, 15 de mayo de 2020

CITGO pagó a David Rivera los $15 millones para cabildear a favor de PDVSA (Nicolás Maduro) en los EE. UU.

    La demanda contra Interamerican Consulting Inc, empresa de maletín del excongresista David Rivera, ocultaría hechos irregulares, en los que ejecutivos de CITGO de la antigua administración y, que han sido premiados por la junta directiva nombrada por Juan Guaidó tienen amplia responsabilidad. La querella estaría plagada de imprecisiones que tienen como fondo "encubrir lo que realmente ocurrió en el seno de CITGO".  El caso, que involucra al político de la Florida se presentó hace 3 años ante las gerencias de CITGO, y desde Febrero 2019 a la directiva que preside Luisa Palacios, pero hasta la fecha no se habían tomado acciones. Muchos se preguntan ¿Por qué ahora?.
A continuación les contamos parte de esta historia de corrupción variopinta.

Por Maibort Petit
@maibortpetit
  Una demanda por incumplimiento de contrato  interpuesta ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York por el escritorio jurídico de CITGO, Willkie Farr & Gallagher LLP, [encabezado por los abogados Jeffrey B. Korn y  Michael Gottlieb] fue publicada por primera vez por el New York Times el 13 de mayo de 2020 (1).  En la querella,  PDV USA busca que Interamerican Consulting Inc, una empresa de maletín propiedad del excongresista cubano-americano, David Rivera devuelva al menos $15 millones (más intereses) por servicios 'de cabildeo' que no prestó y que estaban especificados en un contrato firmado por empresa registrada en la Florida con el régimen de Nicolás Maduro en 2017.  Rivera, quien ha sido investigado por el FBI por otras situaciones irregulares, dijo luego al Miami Herald que: “Todos esos fondos fueron a la oposición para protestas contra Maduro en el verano de 2017. Nunca vi un centavo de eso. Eso es todo lo que sé"(2). 

  Rivera agregó al Nuevo Herald que la administración Trump, incluido el Consejo de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado, "estaban al tanto de todo".

  No está claro cómo el gobierno liderado por Maduro eligió a Rivera para ayudar a apuntalar la imagen de su filial petrolera en los Estados Unidos. 

¿Quién pagó los $15 millones a David Rivera?

   La demanda fue interpuesta por uno de abogados de CITGO, que ha trabajado para las administraciones del régimen chavista, y quien fue contratado nuevamente por la presidente de la Junta Directiva de CITGO, designada por el presidente interino, Juan Guaidó en 2019, Luisa Palacio. Michael Gottlieb quien también estuvo asociado al bufete que defendió a los narcosobrinos de Cilia Flores y Nicolás Maduro ha jugado un rol crucial en las decisiones de Palacios. En Venezuela Política hemos escrito sobre la relación Palacios- Gottlieb y el acoso que ambos mantienen al personal de CITGO que ha denunciado las irregularidades dentro la corporación. (3).


El pago corrupto

  Una fuente interna, conocedora del caso, destaca lo siguiente: "la explicación de los hechos dada por el bufete de abogados no es del todo cierta". En marzo de 2017, ocurrió un acontecimiento en la sede de CITGO en Houston, que generó reacciones de varios de los que velaban por el acatamiento y cumplimiento de las normas de Compliance o cumplimiento de la corporación y que tenían la obligación [imprescindible] de garantizar que CITGO cumplieran todas las obligaciones legales.

  Por aquel entonces, se presentaron unas facturas para justificar un pago un total de $15 millones (tres facturas de $5 millones cada una) a favor de Interamerican Consulting Inc. Lo primero que llamó la atención fue la calidad de las 'facturas', que a decir de muchos eran simples papeles, sin los requerimientos mínimos esenciales para poder pagarlas".  A todas luces se veía que "era una operación de la lavado de dinero", sostuvieron  dos fuentes internas de CITGO, consultadas en condición de anonimato debido a la persecución a la que está sometido el personal de la filial de PDVSA en Estados Unidos.

   Las tres facturas "por servicios profesionales" eran por el monto de $5 millones cada una, para un total de $15 millones, y "se pagó por una orden de arriba". Para ese momento, José Pereira (actualmente bajo arresto en Venezuela, acusado por delitos de corrupción) era el vicepresidente de Finanzas y fue quien ordenó a Gina Coon (actual Tesorera) que pagara la cuenta porque era una orden del CEO de CITGO, Nelson  Martínez (fallecido en custodia del Estado venezolano en diciembre de 2018). El jefe de Servicio de Compliance era Rick Esser. 

  CITGO pagó las facturas a la empresa del excongresista David Rivera, y "todos aquellos que se quejaron fueron removidos de sus puestos de trabajo". La aprobación de los pagos de $15 millones violó todas las reglas de la empresa y es una razón suficiente para que haya sanciones legales. 

  Los récords muestran que CITGO emitió 3 pagos de $5 millones cada uno; las transferencias bancarias se hicieron a la cuenta de David Rivera (Interamerican Consulting) se enviaron en 3/24/2017; 04/10/2017 y 04/19/2017. Es decir se pagaron $15 millones en menos de cuatro semanas (27 días),  "por lo que se evidenció que había una intención corrupta de sacar $50 millones de CITGO de una manera expedita", comentó una fuente vinculada al caso, quien agregó que con la aprobación de dichas operaciones por parte de CITGO, "José Pereira y Gina Coon violaron todos los controles de revisión y autorización con este contrato y sus facturas relacionadas".

   El Departamento de Justicia de los Estados Unidos investiga esta operación entre otras que se cometieron durante la presidencia de Nelson Martínez para favorecer al régimen de Nicolás Maduro.

Febrero de 2019

   Cuando asumió la nueva junta directiva de CITGO, encabezada por Luisa Palacios, se les informó sobre las múltiples irregularidades cometidas por las anteriores administraciones de CITGO, y les entregaron informes sobre los ejecutivos que presuntamente habían cometido los delitos, tanto los venezolanos como los norteamericanos. Pero, contrario a lo que muchos esperaban, los nuevos directivos no tomaron ninguna acción, sino que se dedicaron a evitar que la información trascendiera las paredes del edificio sede ubicado en 1293 Eldridge Pkwy, Houston, TX 77077. 

  La explicación de las fuentes consultadas para este reporte, refleja que detrás de la demanda hecha por el bufete Willkie Farr & Gallagher LLP "hay muchos hechos sin contar". Una de ellas señala: "Esto no es ni el 10% de la historia", a la vez que aseguró  que: "mucho de los hechos reportados por ambas partes no son ciertos". 

   Otra fuente de PDVSA, Caracas, confirmó a Venezuela Política que "los pagos a la empresa Interamerican Consulting Inc fueron hechos en un cien por ciento por el personal de CITGO, por orden de la junta directiva de PDVSA. Las operaciones fueron procesadas y ejecutadas por José Pereira ( bajo arresto en Venezuela) y Gina Coon (actual tesorera de CITGO) violando todos los controles y procedimientos internos de revisión". 

   Un elemento importante, que vale la pena destacar, es que los registros constitutivos de PDV USA muestran que la empresa demandante es un ente de la misma CITGO. "Para el momento que se realizaron los pagos corruptos a la empresa de maletín del excongresista David Rivera, CITGO estaba manejada, controlada y administrada por José Pereira, Gustavo Cárdenas, y Nelson Martínez", acota la fuente consultada en PDVSA, Casa Matriz .

  En la demanda se pretende establecer que PDV USA es una unidad de PDVSA, "pero dicho argumento es sólo para encubrir a CITGO", dijo una fuente interna familiarizada con el caso.

  PDV USA es fondeada por las compras de petróleo y pagos que hace CITGO a PDVSA. "En vez de pagar a PDVSA, parte de ese dinero es/era transferido a las cuentas de PDV USA en Estados Unidos, para pagos [principalmente] a proveedores, que en realidad no eran tales, por ejemplo: 1) Proveedores usados en CITGO Aruba; 2) Gastos de propaganda política del régimen venezolano en los Estados Unidos; 3) Gastos de viaje de personajes del régimen, 
[Delsy Rodríguez y otros]; 4) Gastos de los consulados, fiestas en misiones de la ONU en NYC, [como fue el caso de Rafael Ramírez y María Gabriela Chávez, hija de Hugo Chávez]; y 5) muchas otros pagos como donaciones no controladas. 

   Los reportes internos muestran que las cuentas bancarias de PDV USA son/eran manejadas por Gina Coon (Tesorera) bajo la dirección de José Pereira, Gustavo Cárdenas y Nelson Martínez.

   El entramado de corrupción que se manejó desde CITGO envuelve muchos otros casos como el del ex congresista, David Rivera. "Hay operaciones fraudulentas vinculadas a abogados, congresistas, consultores, contratistas y empleados de CITGO que  colaboraron con las transacciones corruptas y apoyaron al régimen de Nicolás Maduro desde los Estados Unidos", aseguró la fuente. 

  Contrario a lo que dice la demanda del bufete Willkie Farr & Gallagher LLP, "los detalles y hechos de este caso son varios y envuelven varias acciones ilegales que afectan principalmente a CITGO, comenzando por violaciones de políticas y procedimientos internos, así como posibles violaciones de leyes de lavado de dinero, fraude, soporte a un régimen comunista, fraude postal, fraude electrónico, entre otros hechos ilegales incluidos en la ley RICO y otras leyes federales de los Estados Unidos", acotó.

  Una de las fuentes consultadas señaló que la demanda "es una presunta estrategia de la actual junta directiva de CITGO que busca cubrirse las espaldas ante la investigación que realiza el Departamento de Justicia de los Estados Unidos en CITGO". 

  Otro informante sostiene que "el abogado Michael Gottlieb, Luisa Palacio, Carlos Jordá y el resto de los actuales directivos saben que no va a recuperar los $15 millones de la demanda y que la única razón por la cual se interpuso la querella fue por la presión que existe por la investigación del DoJ". Se preguntan: ¿Por qué CITGO no demandó a Ernesto Guevara que supuestamente defraudó a CITGO por más de $300 millones?.

  Además de los ejecutivos mencionados, en los reportes internos de CITGO sobre este caso, aparecen señalados [por ser presuntamente cómplices o encubridores] Gina Coon, Rick Esser, Jennifer Moos (recientemente jubilada sin ser investigada) y Judith Colbert(4).

    Hasta la fecha, la junta directiva designada por Juan Guaidó y sus abogados, no habían tomado acciones significativas en contra de los proveedores y empleados que defraudaron a CITGO, "por el contrario, han soportado la retaliación en contra de los empleados/directores que reportaron casos de fraude internamente (incluyendo el de David Rivera), y han encubierto a empleados que presuntamente son cómplices en operaciones de lavado de dinero en CITGO", acotan. 

  Este caso fue reportado a Rick Esser y Jennifer Moos, porque estos dos ejecutivos de CITGO eran quienes manejaban el Comité de Cumplimiento "y no cumplieron con su deber de revisar y aplicar las leyes federales, que obligan a las empresas a investigar todas las demandas internas de empleados y asegurarse de actuar adecuadamente, tomar acciones correctivas, implementar controles necesarios, entre otras acciones".

La demanda describe hechos que nunca ocurrieron en CITGO

 En la demanda se señala que PDV USA se negó a pagar las facturas correspondientes a los meses siguientes, que sumaban $35 millones.  No obstante, dos fuentes internas de CITGO confirmaron a Venezuela Política que "durante el 2017 o el 2018, PDV USA (CITGO) no "se negó a pagar" las facturas de Interamerican Consulting, lo que ocurrió fue que dichas facturas y el contrato como tal no se canceló más por la intervención de tres directores que, al detectar que el contrato y los pagos eran ilegales se enfrentaron a José Pereira y a Nelson Martínez y detuvieron el esquema fraudulento, por lo que los pagos adicionales y cualquier relación futura entre CITGO/PDV USA y David Rivera quedaron al descubierto". 

  El directorio de PDVSA, conformado para aquel entonces por Guillermo Blanco, Eulogio Del Pino, Maribel Parra, Nelson Ferrer, Ysmel Serrano, Delcy Rodríguez, Simón Zerpa, José Pereira, y Edoardo Orsoni representado a CITGO aprobaron los servicios de consultoría legal internacional para “Asuntos estratégicos”. Y ordenaron la contratación de David Rivera y otros abogados

Corrupción generalizada

  Una de las fuentes internas de CITGO, consultadas para este reporte,  nos confirmó que a finales de abril 2017, en contra de la gerencia senior de CITGO (José Pereira y Nelson Martínez) y de las órdenes de los miembros de las juntas directivas de PDVSA y CITGO bajo un ambiente de corrupción y complicidad generalizada— tres directores de CITGO detectaron la transacción ilegal y lograron parar el contrato y pagos adicionales por $ 35 millones a Interamerican Consulting. Estos directores arriesgaron sus puestos de trabajo y se enfrentaron a retaliaciones posteriores por parte de José Pereira, Nelson Martínez, Gustavo Cárdenas, Rick Esser, Judith Colbert y otros directores cómplices, que todavía siguen en CITGO bajo la nueva administración.

La excusa del contrato de David Rivera 

  La excusa del contrato con Rivera para  realizar una Consultoría de Servicios Estratégicos (Strategic Consulting Services) "fue algo totalmente ilógico", sostiene la fuente. "Las transacciones fueron mantenidas en secreto por los directores de CITGO / PDVSA y los consultores y abogados estadounidenses que respaldaron este y otros acuerdos relacionados". 

  Agrega que "los directores de CITGO / PDVSA utilizaron a Interamerican Consulting, Inc./David Rivera y (su cuenta bancaria) como agente o intermediario para ocultar las transacciones, vínculos y objetivos trazados en los Estados Unidos con el régimen comunista de Nicolás Maduro". 
  

    Hasta ahora se desconoce el uso final de los 15 millones que consiguieron extraer de CITGO. Las investigaciones del DOJ/FBI están tras la pista de las transacciones bancarias para determinar el destino de los fondos robados al pueblo venezolano. Es necesario aclarar quién se beneficio o qué tipo de actividades ilegales se financiaron con este esquema.


Lo que dice la demanda

  La querella por incumplimiento de contrato interpuesta en la Corte del Distrito Sur de Nueva York establece lo siguiente:


1.  El 21 de marzo de 2017, PDV USA e Interamerican Consulting Inc firmaron un acuerdo de consultoría según el cual la empresa recibiría $ 50 millones en seis cuotas durante un período de tres meses para proporcionar supuestos "servicios de consultoría estratégica" para PDV USA empresa matriz, Petróleos de Venezuela, SA. 

2. PDVSA es la compañía estatal de petróleo y gas natural de la República Bolivariana de Venezuela y, en ese momento, estaba controlada por el régimen de Nicolás Maduro. PDV USA recibió instrucciones de la empresa matriz (PDVSA) de su empresa matriz (PDV Holding, Inc.) para celebrar el Acuerdo con el propósito de mejorar la "reputación a largo plazo" de PDVSA en los Estados Unidos. (No se menciona a CITGO)

3. En enero de 2019, el gobierno de los Estados Unidos reconoció a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como presidente interino de Venezuela, desconociendo el régimen de Maduro y sancionó a PDVSA a través de la OFAC. Desde ese momento se requiere una licencia del Departamento del Tesoro de EE. UU. para hacer negocios con la petrolera.

4. El Gobierno de Guaidó nombró una Junta de Directores Ad Hoc de PDVSA para supervisar las operaciones estadounidenses de las filiales de PDVSA en Estados Unidos, incluida PDV USA (No se nombra CITGO). En agosto de 2019, el Tribunal de Cancillería de Delaware dictaminó que, según la ley estadounidense, los nombramientos de Guaidó a la Junta Ad Hoc de PDVSA eran presuntamente válidos.

5. Según el Acuerdo de 2017, se suponía que Interamerican desarrollaría e implementaría durante un período de tres meses un plan estratégico para mejorar la reputación y posición de PDVSA, y construir relaciones con los formuladores de políticas, líderes de opinión, funcionarios públicos y partes interesadas específicas.

6. Entre otras cosas, a cambio de $ 50 millones, el Acuerdo requería que Interamerican proporcionara, al menos,  siete informes quincenales que detallen el trabajo realizado durante el período relevante y un informe final que incluiría recomendaciones para monitorear las estrategias implementadas. En cambio, el Demandado proporcionó solo dos informes, con un total de no más de cinco páginas, muchas de las cuales están duplicadas. Estos informes se refieren genéricamente a un "plan estratégico", "reuniones" y "recomendaciones", pero no describen un solo elemento del plan alegado, identifican a los participantes de la reunión o las discusiones de la reunión, ni especifican qué recomendaciones se hicieron ni a quién.

7. El Demandado no realizó servicios significativos según el Acuerdo, y ciertamente no realizó el nivel de servicios que razonablemente podría esperarse por una tarifa de aproximadamente $ 17 millones por mes.

8. PDV USA resultó lesionada por el incumplimiento del Acuerdo por parte del Demandado. PDV USA pagó las primeras tres facturas emitidas por el Demandado, un total de $ 15 millones, pero no recibió evidencia de que algún servicio se haya realizado alguna vez en nombre de PDV USA o PDVSA.

9. Además, Interamerican Consulting Inc se comprometió explícitamente en el Acuerdo a indemnizar a PDV USA por y contra cualquier incumplimiento del contrato perpetrado por la empresa, incluido el pago de los gastos, costas judiciales y honorarios de abogados asociados con la aplicación de los derechos de PDV USA.

10. En consecuencia, PDV USA interpone la acción para recuperar los $ 15 millones (más intereses) que ya le ha pagado al Demandado, liberar a PDV USA de cualquier pago adicional en virtud del Acuerdo y recuperar cualquier otro daño compensatorio por un monto que se abonará en juicio, así como todos los gastos, costas judiciales y honorarios de abogados asociados con el cumplimiento de sus derechos contractuales.


 La demanda señala que Interamerican Consulting Inc es una compañía incorporada en el estado de Florida por el ex congresista estadounidense David Rivera. La dirección de la empresa es el hogar de Rivera, ubicado en 10925 N.W. 43rd Lane, Miami, Florida, 33178. En su descripción, Interamerican  Consulting Inc dice que proporciona "servicios de consultoría estratégica". Según la información disponible públicamente, la referida empresa tiene solo dos empleados: (1) David Rivera, quien se desempeña como Presidente y agente registrado; y (2) Diana Rivera McKenzie (hermana de Rivera), quien se desempeña como Vicepresidenta.

  La demanda sostiene que el objetivo principal del contrato era que el Demandado brindara servicios para PDVSA. El representante autorizado y el principal punto de contacto era Pio González, un empleado de PDVSA. 

  Lo único que se recibió fueron dos breves informes de progreso proporcionados por Interamerican que aclaran que los servicios de consultoría se estaban prestando a PDVSA. Dichos informes describieron que Interamerican había organizado reuniones que "permitían al Cliente proporcionar sus puntos de vista y perspectivas sobre los eventos actuales en Venezuela y su interpretación en los Estados Unidos".  Aunque "Cliente" se define en el informe de progreso como PDV USA, la referencia a eventos actuales en Venezuela deja en claro que los intereses de PDVSA eran el tema de los servicios de consultoría estratégica.

  Aseguran que Interamerican acordó desarrollar las siguientes estrategias :

1) Informarían a los responsables políticos y líderes de opinión sobre las iniciativas y logros de PDVSA;

2) Reforzar la posición de PDVSA entre importantes funcionarios públicos y líderes de opinión"; y 

3) Mejorar la "reputación a largo plazo" de PDVSA y su "prestigio" con las "partes interesadas". 

  La empresa contratada acordó además "identificar oportunidades para construir relaciones a largo plazo entre terceros clave, líderes de opinión y funcionarios públicos". 

  El contrato establece que Interamerican debía proporcionar: 

(1) actualizaciones con respecto a sus servicios de consultoría estratégica con detalles adecuados y completos de los servicios prestados; 

(2) documentación de respaldo para todas las facturas presentadas; 

(3) informes quincenales que detallan sus actividades en virtud del Acuerdo; y 

(4) un informe final que integra todos los productos de trabajo desarrollados de conformidad con el contrato.

  El Acuerdo tenía un plazo de tres meses, comenzando en la fecha de ejecución, 21 de marzo de 2017, y terminando el 21 de junio de 2017.

  La querella sostiene que durante ese período, "Interamerican estaba obligada por contrato a proporcionar al menos siete informes quincenales que detallaban las actividades que había llevado a cabo durante el período de dos semanas aplicable y un informe final que resume todo el trabajo realizado en virtud del Acuerdo y proporciona recomendaciones para monitorear las estrategias implementadas".

  En lugar de proporcionar estos informes consistentes, Rivera presentó solo dos informes en total: un informe "quincenal" y un informe final. Los informes totalizaron no más de cinco páginas (colectivamente), gran parte de las cuales se duplicaron, y no pudieron describir ningún trabajo significativo realizado en nombre de PDV USA o PDVSA ni proporcionar ninguna evidencia de que el trabajo se haya realizado realmente.

  Los informes se refieren, dice la querella, genéricamente a reuniones y discusiones con "importantes formuladores de políticas y líderes de opinión en los Estados Unidos", "funcionarios públicos clave", "partes interesadas objetivo", "partes interesadas del sector público" y "partes interesadas del sector privado", pero no describen el propósito de esas reuniones, quién asistió, qué se discutió o qué hace que cualquiera de estos líderes, funcionarios o partes interesadas sea importante para el "plan estratégico" de Interamerican.

  Del mismo modo, el supuesto informe final se refiere a recomendaciones, pero no explica cuáles son esas recomendaciones.

  El contrato requería además que Interamerican proporcionara "documentación de respaldo" y "detalles adecuados y completos de los Servicios prestados" con cada factura presentada a PDV USA.

  Sostiene que Interamerican no proporcionó documentación ni detalles de respaldo con las facturas enviadas para el pago.

  Alegan que Interamerican tenía que completar los servicios "para satisfacción exclusiva de PDV USA", pero el cliente nunca expresó satisfacción y no está satisfecho con los servicios de Interamerican.

  Asegura que PDV USA pagó a Interamerican por servicios que nunca se realizaron, a pesar de que la empresa no brindó los servicios contratados $ 15 millones.

   El Acuerdo estableció un cronograma de pagos, según el cual PDV USA debía pagar a Interamerican una "cuota de pago inicial" de $ 5 millones el 21 de marzo de 2017.

  PDV USA pagó a Interamerican $ 5 millones el 21 de marzo de 2017, según lo establecido en el Acuerdo.

  El cronograma de pagos también indicó que, a partir del 4 de abril de 2017, se pagarán otros $ 20 millones en "Plazos de pago consecutivos" de $ 5 millones cada dos semanas y que se pagará un "Plazo de pago final" de $ 25 millones antes del 15 de junio de 2017 .

   PDV USA pagó a Interamerican $ 5 millones en cada uno de los días 4 de abril de 2017 y 18 de abril de 2017. Junto con el pago inicial realizado el 21 de marzo de 2017, PDV USA pagó un total de $ 15 millones.

  PDV USA se negó a pagar las últimas tres facturas que presentó David Rivera, que totalizaron $ 35 millones. "A pesar de que Interamerican no brindó los servicios requeridos por el contrato, y a pesar de la participación del régimen de Maduro y la extrema desproporción entre el precio del contrato y los servicios que se prestarían,  el demandado solicitó en repetidas ocasiones el pago de las facturas pendientes de PDV USA" .

   En vista del hecho de que el Demandado no había realizado y no contemplaba realizar ningún servicio en nombre de PDV USA y PDVSA, las empresas contratantes solicitaron conjuntamente el consentimiento del Demandado para concluir el acuerdo, pero el acusado se negó a dar su consentimiento. En cambio, Rivera continuó exigiendo que PDV USA pagara los $ 35 millones supuestamente adeudados.

   Según el contrato, Interamerican acordó "indemnizar"  a PDV USA y PDVSA contra cualquier incumplimiento, incluidos todos esos gastos, costes judiciales y honorarios de abogados en la aplicación de los derechos de PDV USA.

  Sostiene la demanda que el demandante tiene derecho a recuperar los $ 15 millones (más intereses) que pagó al Demandado y a ser liberado de cualquier pago adicional en virtud del Acuerdo que fui violado por David Rivera.

CITAS

1)https://www.nytimes.com/2016/03/12/us/marco-rubio-david-rivera.html

2) https://www.miamiherald.com/news/local/article242707216.html

3) https://www.maibortpetit.info/search/label/abogados%20narcosbrinos?m=0

4)https://www.maibortpetit.info/2020/01/busca-citgo-silenciar-casos-de.html

5)https://www.bloomberg.com/news/articles/2020-05-13/venezuela-s-pdvsa-paid-ex-congressman-15-million-suit-says



viernes, 13 de marzo de 2020

Denuncian en Bolivia contrataciones irregulares del empresario venezolano ligado al chavismo, Carlos Gill Ramírez

   Piden que negociaciones con tres ministerios de la administración de Evo Morales encabezadas por Carlos Gill Ramírez, las cuales totalizan USD 1.113.373.835,06 sean sometidas a auditoría.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

    El senador y aspirante a la presidencia de Bolivia Boliviano por Unidad Democrática, Oscar Ortiz, denunció que la empresa Cotienne S.A. de Carlos Gill Ramírez fue objeto de millonarias adjudicaciones de contratos durante la administración de Evo Morales, negociaciones estas que se encontrarían bajo sospecha de haberse contratado irregularmente, razón por la cual solicitó al gobierno transitorio someter dichos proyectos a auditoría.
   Los proyectos que, a juicio de Ortiz habrían sido otorgados bajo la modalidad de contratación directa incumpliendo la normativa y a los cuales pide revisar fueron suscritos por los ministerios de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, el de Hidrocarburos y Defensa.

“Nos referimos a un contrato de adquisición de radares adjudicados a Thales Air System, por la suma de USD 227 millones; un contrato por la instalación 22 estaciones satelitales de regasificación, por costo de 137 millones de dólares; y un contrato de Mi teleférico, por Bs. 5.025.130.386,00 (…) El monto total de fiscalización es de USD 1.113.373.835,06”.

  El parlamentario boliviano refirió que estos contratos otorgados bajo el gobierno de Evo Morales tienen en común a la Empresa Cotienne S.A., propiedad de Carlos Gill Ramírez.

“En todas ellas [las contrataciones] participó la empresa Cotienne (…) una empresa constructora directamente relacionada al empresario venezolano muy vinculado al régimen de Evo Morales, Carlos Gill Ramírez. Lo curioso es que él declaró ante los medios de comunicación en una conferencia de prensa en Paraguay donde invitó a muchos periodistas, que era propietario de Cotienne, aunque cuando investigamos en los papeles de esta empresa no figura como propietario, lo cual es casi una confesión de parte, que se administra con testaferros en Bolivia”, se lee en la reseña publica por el diario Los Tiempos[1].

  Página Siete agrega que Ortiz advirtió que en el caso del Teleférico “ni siquiera hubo un proceso de licitación, sino que la empresa Doppelmayr, de la cual Gil es representante, se adjudicó los contratos directamente”[2].

  Oscar Ortiz cree que es fundamental que las unidades de transparencia de los citados ministerios establezcan de qué manera se llevaron a cabo estas negociaciones, cómo se llevaban a cabo las licitaciones. “Si no había competencia en las ofertas [es necesario establecer] cómo definían cuánto se iba a pagar por estos contratos”.

  Ortiz cree que importante establecer la responsabilidad de las personas que permitieron estas negociaciones irregulares.

Modelo corrupto

  El parlamentario boliviano dijo que sus indagatorias como senador le han permitido determinar que el expresidente Morales desarrolló un modelo de protección, favorecimiento e, incluso, de corrupción que en varias oportunidades ha denunciado con pruebas y argumentos.

  Específicamente, Ortiz se refirió a la modalidad de favorecer las contrataciones a la hora de otorgar proyectos, lo cual evita la competencia e impide una sana comparación de precios, costos y plazos, al tiempo que favorece a grupos e individuos vinculados al poder.

  Destacó que en el nombre de Carlos Gill Ramírez siempre salía a la luz en sus investigaciones, por lo que decidió iniciar una averiguación sobre los negocios en los que ha participado este empresario en Bolivia. “El propósito no es ir en contra de una persona, sino develar el mecanismo gubernamental de favorecimiento, con fines ilícitos”.

  La pesquisa —subrayó Ortiz— dejó claro que este mecanismo, incluye un sistema de subcontrataciones, representaciones y tercerías que tiene como objetivo final, ocultar la verdadera identidad de los allegados y actuar con ventaja e impunidad. “La conclusión es que, en todas las inversiones y emprendimientos de Carlos Gill Ramírez en Bolivia, hay un evidente grado de preferencias otorgado por el gobierno del presidente Evo Morales”.

¿Quién es Carlos Gill Ramírez?

  En su página web[3], Carlos Enrique Gill Ramírez se define como un líder que ha ocupado altas posiciones en diversas organizaciones e instituciones financieras, industriales y comerciales en las que ha alcanzado éxito, haciendo especial énfasis en la reestructuración del Banco Unión, Mercedes-Benz Venezuela, C.A. Corimón, C.A., Banco Capital, C.A., Banco Canarias de Venezuela, C.A. y Bancentro Banco Comercial, C.A.
  Parte de esta información es corroborada por el portal Poderopedia[4], que indica que Carlos Gil Ramírez es un empresario venezolano-paraguayo, presidente del Grupo Corimón, una corporación venezolana que se dedica a la producción y comercialización de pinturas. Agrega que en su perfil en la red social Linkedin, Gill manifiesta que ha incursionado en los sectores automotriz, hotelero, industrial, seguros, salud y comercial. Agrega que Gill fue propietario de Banorte, el cual vendió alrededor de un año antes de que fuera intervenido.

  El portal dice igualmente que a Gill Ramírez se le vincula con el expresidente boliviano, Evo Morales, con cuya ayuda y la del gobierno venezolano, habría adquirido varias empresas en el país del altiplano, a saber, dos medios de comunicación y una compañía ferroviaria. Se cita una entrevista concedida al portal web El Deber, donde “aseguró que forma parte del proyecto del tren bioceánico que tiene como objetivo unir a tres países (Brasil, Bolivia y Perú) de América del Sur. ‘El bioceánico es un proyecto que debe realizar el Estado boliviano. Nosotros, como el consorcio privado que tiene la concesión, empujamos para que esto suceda’”[5].

  Las indagatorias de Oscar Ortiz sobre e Gill Ramírez, lo llevaron a asegurar que este es un empresario que debe su notoriedad a su relación con el expresidente Hugo Chávez y con el actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

  Se remite a sus búsquedas hemerográficas en las cuales pudo conocer que Gill Ramírez forjó parte de su fortuna a la sombra de la crisis bancaria de la última década del siglo XX en la que compró y vendió varias instituciones financieras, como Nuevo Mundo, el Canarias y Banorte[6].

   Sobre esto se remite a la investigación del periodista César Batiz aparecida en abril de 2010 en el diario Últimas Noticias —en la actualidad borrada del historial del periódico— que reproduce Noticias Candela, en la que el comunicador dio a conocer cómo Banorte otorgó créditos a plazo a por lo menos cinco empresas fantasmas el 18 de agosto de 2009. La información agregaba que dicho banco fue objeto de medidas administrativas por parte de la Superintendencia de Bancos (Sudeban), “órgano que también objetó el traspaso de acciones entre Carlos Gill Ramírez (Seguros Nuevo Mundo, Bancentro y hermano del dueño de Fondo Común Víctor Gill) y Zambrano, pues se desconocía el origen del capital utilizado para pagar $52 millones a mediados de 2008”[7].

  Oscar Ortiz recordó que Carlos Gill Ramírez llegó a Bolivia en 2008 de la mano de quien para entonces ejercía como embajador venezolano en esa nación, Julio Montes Prado, quien lo habría contactado con la estructura política boliviana, en especial, con el vicepresidente Álvaro García Linera. Estos datos los recoge el parlamentario del libro “Control remoto” del periodista Raúl Peñaranda.

  Añade que Montes Prado —quien ejerció como representante del gobierno de Hugo Chávez en Bolivia desde 2006 hasta 2009— siguió manteniendo su influencia en la administración de Evo Morales y todos los ámbitos de la vida boliviana a través de Gill Ramírez. Esto se comprueba con el hecho de que Montes en 2015 se convirtió en vicepresidente de la Empresa Ferroviaria Andina cuando esta ya había pasado de Carlos Gill[8].

Breve reseña sobre las empresas de Gill

  Gill Ramírez es propietario de Ferroviaria Oriental, cuyo paquete accionario comparte con el estado boliviano; también es dueño del 50 por ciento de Ferroviaria Andina; de Invergill Investments S.A., un grupo inversionista inscrito en Panamá el 2 de octubre de 2013, de acuerdo a información que brinda el portal Open Corporates que agrega que allí figura como presidente y director. A través de este grupo, Carlos Gill compró la franquicia de comida rápida Wendy’s en su capítulo venezolano[9].

  Información del portal ArmandoInfo reveló que Gill Ramírez compró el Diario La Razón (Bolivia) en 2010, el cual cambió desde entonces su línea editorial a favor de la administración de Evo Morales. La adquisición, según el periodista Raúl Peñaranda, la hizo a través de la empresa española Akaishi, algo que Gill niega.

  La adquisición del diario boliviano fue una operación que, según el periodista boliviano Raúl Peñaranda, se hizo a través de la empresa española Akaishi. Gill negó tener algo que ver con esta compañía. De acuerdo con el periodista, aquel diario cambió su línea editorial, ahora favorable al presidente Evo Morada, después de ser adquirido por Gill. Este, sin embargó, también negó tener algo que ver con el gobierno boliviano. Gill Ramírez también es dueño del Diario Extra[10].  

  Se le relaciona con Rafael Enrique Abreu Anselmi, hermano del finado director de Sistema de Orquesta Nacional de Venezuela, José Antonio Abreu, y del presidente del diario El Universal, Jesús Abreu Anselmi. Rafael Abreu participa también en la junta directiva de Ferroviaria Oriental.

  El portal Vook[11] informa que la Empresa Constructora Etienne S.A. Cotienne S.A. constituida en 1987 en Bolivia, con oficina central en La Paz, específicamente en la Calle 10, Avenida Costanera y Avenida Los Sauces, Nº 479 Zona Calacoto, La Paz. Teléfono: 2793058. Correo Electrónico: elenaortega@cotienne.com.

El representante legal de la firma es Mauricio Eloy Etienne Solares.

  El objeto de la compañía es la construcción; proyectos, estudios y diseños d e ingeniería y obras civiles; compra y venta de terrenos e inmuebles; alquileres de bienes inmuebles y muebles; maquinaria para la construcción y equipo pesado.

CITAS 

[1] Los Tiempos. “Ortiz pide auditoría a contratos de ministerios de Obras Públicas, Hidrocarburos y Defensa”. 10 de marzo de 2020. https://www.lostiempos.com/actualidad/pais/20200310/ortiz-pide-auditoria-contratos-ministerios-obras-publicas-hidrocarburos

[2] Página Siete. “Ortiz anuncia auditorías a tres ministerios por adjudicaciones de contratos en gestiones del MAS”. 10 de marzo de 2020. https://www.paginasiete.bo/nacional/2020/3/10/ortiz-anuncia-auditorias-tres-ministerios-por-adjudicaciones-de-contratos-en-gestiones-del-mas-249169.html



[3] Carlos Gill Ramírez. https://carlos-gill-ramirez.com/2018/10/26/biografia-carlos-gill-ramirez/

[4] Poderopedia. Carlos Gill Ramírez. https://poderopediave.org/persona/carlos-gill-ramirez/

[5] El Deber. “Carlos Gill revela que es parte del tren biocéanico”. https://eldeber.com.bo/105515_carlos-gill-revela-que-es-parte-del-tren-bioceanico

[6] KonZapata. “Así eran los millonarios y los millones antes de que aparecieran los bolichicos”. 11 de mayo de 2015. https://konzapata.com/2015/05/asi-eran-los-millonarios-y-los-millones-antes-de-que-aparecieran-los-bolichicos

[7] Noticias Candela. “Con empresas fantasmas guisaron a Banorte”. 26 de octubre de 2012. https://www.noticiascandela.informe25.com/2012/10/banorte-habria-entregado-creditos.html





[8] BBC. “El exembajador chavista que se convirtió en alto ejecutivo ferroviario en Bolivia”. 20 de octubre de 2015. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/10/151012_embajador_venezolano_empresario_bolivia_bm



[9] Open Corporates. Invergill Investments S.A. https://opencorporates.com/companies/pa/815347

[10] ArmandoInfo. “EL Citizen Gill compra medios por América Latina”. 13 de diciembre de 2014. https://armando.info/Reportajes/Details/124

[11] Vook. Ficha detallas de empresa: Empresa Constructora Etienne S.A. Cotienne S.A. https://www.vook.bo/index.php/tEmpresa/viewfront?id=371

lunes, 19 de diciembre de 2016

En Miami: Empresarios venezolanos demandan por estafa a empresa argentina OCASA

De acuerdo a una demanda interpuesta en la Corte del Circuito 11 del condado de Miami Dade, la empresa argentina OCASA habría cometido una estafa para apoderarse, de manera fraudulenta, de los contratos de la trasnacional francesa SANOFI.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Un documento de 77 páginas, sometido a consideración de la Corte del Circuito 11 del Condado de Miami Dade, en el estado de la Florida, pone al descubierto un supuesto esquema de estafas y fraudes cometidos por el conglomerado de servicios logísticos de origen argentino, Ocasa, cuyos resultados afectarían de manera directa una serie de proyectos que tiene previsto desarrollar la transnacional francesa de investigación y desarrollo farmacéutica SANOFI‎ en Latinoamérica.

Según el documento, la empresa americana WHS Group, constituida por los empresarios venezolano americanos William De León y Silverio González, procedió a demandar a Ocasa por la presunta comisión de varios delitos, entre los que destaca la estafa, a propósito del irrespeto a contratos que le aseguraban importante participación en la relación comercial con Sanofi‎.

La demanda señala que a partir del año 2013, los empresarios suscribieron con la operadora argentina una serie de contratos de servicios destinados a explorar y concretar contrataciones con firmas farmacéuticas en el ramo de distribución y almacenamiento, fletes de venta y ensayos clínicos, para fortalecer el desarrollo comercial de Ocasa.

En el documento se lee que la empresa WHS Group habría logrado la buena pro y la contratación de servicios de ensayos clínicos, en un proceso que inició en marzo de 2014 y que llevó a una exitosa licitación en agosto del mismo año.

Los documentos refieren que la empresa americana obtendría el 15 por ciento del total de las facturaciones de Ocasa con la firma francesa Sanofi. 

Denuncian los demandantes que OCASA desconoció los derechos acordados en el contrato y, de manera paralela, cesó las comunicaciones  y  desalojó a WHS Group de la oficina que ocupaban dentro de las instalaciones de Ocasa-Miami. 

Asimismo, la demanda señala que OCASA negó el acceso a las operaciones de la empresa WHS Group en Argentina a partir de febrero de 2015.

En el documento se acusa a la empresa argentina de violar las normas de Non Circumvention al enviar a los gerentes comerciales de Ocasa a procurar directamente contratos de ensayos clínicos en distintas partes del mundo. La suma de delitos generó la demanda que exige resarcir las pérdidas, que alcanzan varias decenas de millones de dólares, y el posible freno a los desarrollos de importantes planes de la farmacéutica francesa en beneficio de la salud pública en el cono sur.
Sede de Ocasa, la empresa demandada por estafa en Miami
En la querella judicial, los empresarios González y De León reportan que en diciembre de 2014, junto a representantes americanos y europeos de la operadora Ocasa, participaron en una reunión con la Directora Mundial de Ensayos Clínicos de Sanofi, Anne De'Jean. De esta reunión derivaron la revisión de los protocolos sobre la mudanza de la planta de ensayos clínicos de Sanofi hacia Ocasa en Argentina y los‎ planes para el desarrollo de un HUB de vacunas que en su primera etapa favorecen la salud pública de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay.

La relación comercial entre Sanofi y Ocasa arrancó formalmente a principios de 2015, luego de la mudanza de la planta de ensayos clínicos y el trabajo en pro del centro de vacunas, en cuyos procesos intervinieron plenamente tanto el personal de Ocasa como los empresarios González y De León, explica el documento.

En su demanda contra Ocasa, los representantes de WHS alegan que la operadora logística desconoció desde el mismo inicio de operaciones con Sanofi los derechos que les otorgan los contratos de servicios, y procedió a lo que pudiera considerarse un costoso hurto, en el que también cuentan los años de trabajo y los costos implícitos en la tarea de promover a Ocasa y organizar todos los procesos de su relacionamiento con Sanofi. 

En la demanda se identifica a Aldo Rodríguez como el gerente de mayor rango en Ocasa de Estados Unidos y a Federico Colella como el gerente corporativo de la transnacional, quienes‎ habrían decidido premeditadamente ‎el presunto fraude contra su aliada WHS Group, dice el documento.

Igualmente, la querella asegura que los citados ejecutivos de Ocasa evadieron por más de un año la entrega de todas las comunicaciones, facturas y otros elementos probatorios,  hasta que se tramitó  oficialmente la demanda en mayo de 2016.

En el pliego legal se señala que González y De León, que tienen en su poder documentos suscritos con Ocasa, en los que queda claro que su participación en los asuntos para los que la operadora sea contratada por Sanofi, abarcan cualquier territorio del mundo y que tal derecho será invocado con severidad en una eventual fase de juicio.

Dice el documento que las medidas que se desprendan de la acción judicial afectará la sensible operación de Sanofi desde Argentina para el cono sur y cualquier otra región del mundo.‎ 

La demanda dice que en la actualidad la farmacéutica Sanofi  está desarrollando proyectos de vacunas para enfermedades que han llegado a ser endémicas para todo el subcontinente, como el dengue y otras afecciones.

Los demandantes dice en la acción legal contra la operadora logística Ocasa que esa empresa debe respetar y cumplir sus‎ compromisos contractuales a fin de que también cumpla con la salud pública del cono sur y del mundo entero, para la que trabaja en investigación y desarrollo una de las más importantes corporaciones farmacéuticas, como es la francesa Sanofi. 

La demanda será considerada en los primeros meses de 2017, aunque aún no se ha fijado la audiencia en el calendario de esa instancia judicial.