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miércoles, 12 de enero de 2022

El Príncipe Andrés tendría que hacerle frente a un juicio por abuso sexual a menores en la Gran Manzana

   El juez Lewis Kaplan negó la moción del príncipe Andrew para desestimar la demanda de Virginia Giuffre en su contra. 

Por Maibort Petit

   La decisión de un juez de Nueva York obligará al Príncipe Andrés, hijo de la Reina Isabel de Inglaterra, hacerle frente a un juicio por una demanda civil por abuso sexual presentada por una de las mujeres que acusó a de Jeffrey Epstein, y al miembro de la realeza de haberla abusado cuando tenía 17 años. 

   El juez de Manhattan, Lewis Kaplan dictaminó este miércoles que el juicio puede seguir su curso en la Corte de Nueva York.

    En una decisión de 46 páginas, Kaplan “negó en todos los aspectos” los numerosos intentos de la realeza de desestimar la demanda de Virginia Roberts Giuffre en su contra.

  Los abogados del Príncipe Andrés habían argumentado que el acuerdo de conciliación de 2009 entre Giuffre y Epstein lo protegía de cualquier responsabilidad derivada de las acusaciones de mujer.

   El juez  Kaplan insistió en que el acuerdo de $500,000 de Giuffre con Epstein era demasiado “ambiguo” para cubrir a Duque de York, razonando que Epstein probablemente sólo había buscado protegerse a sí mismo.

  El magistrado también desestimó la sugerencia "sin mérito" del Príncipe Andrés, que ha argumentado que la denuncia de Giuffre debía ser "más definitiva" ya que la misma es ambigua.

  Kaplan señaló cómo la demanda de Giuffre alega que Andrew “participó en actos sexuales con” ella “sin su consentimiento, sabiendo su edad y sabiendo que era una víctima de tráfico sexual que se vio obligada a participar en esos actos”.

  El magistrado sostuvo en su fallo que la queja de Giuffre no es ni 'ininteligible' ni 'vaga' como advierte la realeza sino que la demanda de la mujer tiene alegaciones  detalladas que de ser ciertas, serían “reprensibles”.

  El juez advirtió que  Giuffre “Alega incidentes discretos de abuso sexual en circunstancias particulares en tres lugares identificables. señala a quién atribuye ese abuso sexual”.

  La decisión que tomó el juez Kaplan obligaría al Príncipe Andrés hacer frente a un juicio en su contra en la corte federal de Manhattan, programado para finales de este año.

  De acuerdo a la demanda interpuesta por Giuffre, el difunto financiero Jeffrey Epstein la traficó y la obligó a tener relaciones sexuales con sus amigos, incluido el Príncipe Andrés, y que la realeza sabía que ella era menor de edad (17) en ese momento. 

   La mujer alega que el Duque de York abusó sexualmente de ella en la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, en su mansión en Manhattan y en la casa de su exnovia Ghislaine Maxwell en Londres.

   El juez Kaplan estableció un calendario que establece hasta el 14 de julio de 2022 para que el Príncipe Andrés responda las preguntas sobre el caso bajo juramento, luego de un fallo emitido por el tribunal el año pasado. 

  De no resolverse el caso con los trámites previos, el Duque de York podría enfrentar una fecha de juicio en el último trimestre de 2022.

   La abogada de Giuffre, Sigrid McCawley, dijo en un comunicado que el fallo del juez es "otro paso importante en la heroica y decidida búsqueda de justicia de Virginia como sobreviviente del tráfico sexual".

  La demanda civil se deriva de las acusaciones que unas supuestas víctimas hicieron contra Epstein, un millonario que abusaba de menores y que habría creado una red de tráfico sexual que incluía a sus influyentes amigos. 

   El gobierno de los Estados Unidos acusó a Epstein de llevar a cabo un esquema de décadas de abuso sexual de niñas menores de edad, llevándolas en aviones privados a sus propiedades en Florida, Nueva York, Nuevo México y las Islas Vírgenes de EE. UU.

  Epstein se declaró culpable en 2008 de cargos estatales de prostitución y en julio de 2019 fue acusado de cargos federales de tráfico sexual.  El depravado se suicidó en prisión en 2019 antes de que pudiera ser juzgado.

   Por su parte, Ghislaine Maxwell, su ex novia y ex-empleada, fue declara culpable en diciembre por cinco cargos federales, incluido el tráfico sexual de menores y conspiración.

  Giuffre no pudo testificar contra Ghislaine Maxwell porque los fiscales consideraban que su relato no era fácil de probar, y porque los hechos por ella alegados fueron cuando tenía 17 años, que en Nueva York es la edad del consentimiento.

  Giuffre alegó que Andrew, Epstein y Maxwell “la obligaron a participar en actos sexuales mediante amenazas expresas o implícitas”, y ella “temía morir o sufrir lesiones físicas” si desobedecía.

  Después de la decisión, otro de los abogados de Giuffre, David Boies, dijo que la acusadora estaba "complacida" de que "ahora se tomarán pruebas sobre sus reclamos contra él".

 “Ella espera una determinación judicial de los méritos de esos reclamos”, dijo en un comunicado.

jueves, 16 de diciembre de 2021

Día 11 del juicio de Ghislaine Maxwell: La defensa inició la presentación de los testigos que buscan contrarrestar la narrativa de la fiscalía

   El juicio se reinició este jueves por la mañana después de tres días de descanso debido a conflictos de programación y otras razones.

Por Maibort Petit

  Tal como estaba previsto, la defensa de la socialité británica, Ghislaine Maxwell inició este jueves la segunda fase del juicio con la presentación de los primeros testigos de una lista de 35 personas que declararán para tratar de convencer al jurado que la acusada es un chivo expiatorio de los fiscales neoyorquinos que no pudieron enjuiciar al millonario, Jeffrey Epstein porque éste se quitó la vida en la cárcel antes que iniciara el proceso, donde se le acusaba de haber liderado una empresa criminal piramidal que abusaba de niñas y jóvenes en su intento de satisfacerse sexualmente.

Imágenes suministradas por la oficina de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

    Ghislaine Maxwell ha negado todos los cargos en su contra y la defensa ha sostenido reiteradamente que las mujeres que la acusan ( cuatro en total) han sido víctimas de lapsos de "memoria, manipulación y dinero".

La asistente personal de Epstein 

   La primera mujer que subió al estrado a testificar a favor de Maxwell fue Cimberly Espinosa, una ex-asistente ejecutiva de Epstein de 1996 a 2003. 

   La testigo señaló que trabajó con Ghislaine Maxwell prácticamente todos los días,  y que "la admiraba mucho".

 Espinosa afirmó que nunca vio a Maxwell involucrarse inapropiadamente con niñas menores de edad. 

    Entre las actividades laborales de Espinosa hacía para Epstein, estaba realizar las reservaciones de masajes tanto para Epstein como para Maxwell, pero advirtió que quienes los hacían eran profesionales. 

      A Espinosa le preguntaron sobre Jane, una de las acusadoras que sustentaba el caso contra Maxwell, y la testigo confirmó que conoció a la niña en la oficina de Epstein. Sostuvo que había adivinado que la joven tenía "unos 18 años" y pensaba que estaba en "una relación amorosa" con Epstein.

    De hecho, Espinosa dijo que la madre de Jane, una de las acusadoras de Maxwell, le había dicho que la joven "era la ahijada de Jeffrey".

   La supuestas víctima de Epstein, identificada con el seudónimo de Jane, testificó la semana pasada y sostuvo que le había dado masajes a Epstein que posteriormente se convirtieron en encuentros sexuales cuando tenía 14 años. 

   Jane acusó a Maxwell de "instruirla" sobre cómo le gustaba a Epstein que le dieran masajes y, a veces, de participar en los encuentros sexuales.

   Espinosa afirmó en el interrogatorio de la fiscalía que nunca había estado en la mansión de Epstein en Florida, donde tuvieron lugar muchos de los supuestos encuentros sexuales.

   La testigo afirmó que al inicio Epstein y Maxwell eran pareja, y ella pensaba que eran una pareja era muy coqueta, pero luego, con el tiempo, se alejaron, e inclusive, eran distantes cuando Maxwell salía con otros hombres. También aseguró que Epstein le ordenó que le enviara flores a Celina Midelfart, durante el tiempo que salía con Maxwell.

   Espinosa dijo que cuando se separaron Maxwell tuvo una relación con el empresario multimillonario estadounidense, Ted Waitt. Asimismo, sostuvo que Epstein sostuvo relaciones con otras mujeres que visitaban su oficina en Manhattan, como por ejemplo, la autora británica de libros infantiles Shelley Lewis y otra de sus asociadas, Gwendolyn Beck.

    La testigo repitió en varias  oportunidades que aprendió mucho de su relación con Maxwell y que inclusive, se divirtió trabajando para ella, a pesar de ser una jefa "exigente" en su trabajo como administradora de las propiedades de Epstein.

    Entre las tareas que realizaba Maxwell como empleada de Epstein estaba la organización de los viajes del magnate, administrar las casas abastecidas y mantener disponibles las comidas favoritas en las casas de Nueva York y Florida.

  Entre otros aspectos, Espinosa dijo que Epstein era un hombre generoso que pagó la matrícula de los hijos de sus empleados, y que incluso, en ocasiones entregó boletos gratis para ver "El Rey León" en Broadway a todo su personal.

    Cuando se le preguntó a Espinosa si alguna vez vio a Maxwell o Epstein "involucrados en alguna mala conducta" la mujer respondió "Nunca".

  Una vez que el abogado defensor de Maxwell, Christian Everdell terminó su interrogatorio, la fiscal federal adjunta Lara Pomerantz trató de convencer al jurado de que Espinosa era una testigo irrelevante preguntándole solo si alguna vez había trabajado en alguna de las casas de Epstein.

Una psicólogo

   En la segunda parte de la jornada, testificó la Dra. Elizabeth Loftus, profesora de psicología en la Universidad de California, Irvine, que explicó al jurado el proceso que viven las personas cuando sufren un trauma, suelen tener a posteriori recuerdos de eventos traumáticos, como los descritos por los acusadores de Maxwell, que a menudo se reconstruyen ellas mismas. Su investigación sugiere que las víctimas no recuperar esos recuerdos.

  Loftus sostuvo que las personas que sufrieron un trauma, que recuerdan recuerdos "con frecuencia nos recuerdan a nosotros mismos de una manera mejor de lo que tal vez sea exacto". 

   Asimismo, advirtió que la cobertura de los medios puede actuar como "una fuente de sugerencia posterior al evento traumático".

    Loftus explicó que los llamados "recuerdos periféricos" de un evento traumático pueden olvidarse, los "recuerdos centrales" del evento pueden, de hecho, hacerse más fuertes.

        En la presentación de la Dra. Loftus se informó al jurado que la profesional ha participado en más de 300 juicios de defensa criminal, en representación de clientes de alto perfil como Harvey Weinstein y  OJ Simpson

Demasiado frágil para testificar

   Ghislaine Maxwell, a través de un portavoz, ha informado que no tomará el stand para declarar en su propia defensa, porque su salud había empeorado y se siente demasiado frágil para testificar, según publicó el periódico Mirror del Reino Unido.

   La familia y sus abogados han denunciado en repetidas ocasiones que la tratan mal mientras está detenida y la mantienen en condiciones inhumanas, incluso han suplicando a las Naciones Unidas y al Fiscal General de los Estados Unidos para que intervenga y vigile las situación de su reclusión.

   En una declaración de la defensa se argumenta que Maxwell recibe malos tratos en la cárcel porque el gobierno necesita un chivo expiatorio por los delitos cometidos por Epstein, el exnovio y socio comercial de Ghislaine.

   Epstein fue condenado por delitos sexuales en el estado de Florida en 2008, pero murió por suicidio en la cárcel en 2019 mientras esperaba el juicio por cargos federales de tráfico sexual.

   Maxwell fue arrestada en Estados Unidos en julio de 2020 y enfrenta cargos de tráfico sexual y perjurio. Si es declarada culpable de los seis delitos que le imputan podría enfrentar una condena de 80 años en prisión.


sábado, 11 de diciembre de 2021

Décimo día de juicio: Annie Farmer asegura que Ghislaine Maxwell le dio un masaje y frotó sus senos en el rancho de Jeffrey Epstein

   La cuarta acusadora de Maxwell dijo que el magnate se metió en su cama para abrazarla y frotar su cuerpo contra ella cuando sólo tenía 16 años.

Por Maibort Petit

   Durante el décimo día de juicio de Ghislaine Maxwell acusada de cargos de tráfico sexual en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la cuarta de sus acusadoras, Annie Farmer, describió cómo la demandada desde el primer día en que la conoció, mantuvo una actitud de acoso sexual contra ella.


   La jornada del viernes en la Corte del Distrito Sur de Nueva York se inició con el llamado que la fiscalía hizo a la mujer, para que contara al jurado los pormenores de su experiencia con la demandada y Jeffrey Epstein.

   Se trata de la única de las presuntas víctimas acusadoras de Maxwell y el finado Jeffrey Epstein que asume su identidad en este juicio.

¿Ve a alguien en esta sala del tribunal que alguna vez le haya dado un masaje? — preguntó la fiscal Lara Pomerantz.

— Sí, lo hago —contestó Farmer— Está usando un suéter marrón y sentada al otro lado de la habitación, a la derecha.

— Dejemos que el registro refleje que el testigo ha identificado a la acusada —subrayó Pomerantz.

— ¿Qué edad tenías cuando la Sra. Maxwell te dio un masaje?

— Tenía 16 años.

   Con anterioridad a la subida de Farmer a rendir declaración, la juez Alison Nathan manifestó a los miembros del jurado que se espera que la testigo acusadora cuente su experiencia sobre el contacto sexual que tuvo con Epstein y Maxwell en Nuevo México. Les advirtió que no debían considerar el contacto en Nuevo México como "actividad sexual ilegal", pues así lo establecen las leyes de esa entidad.

  La testigo acusadora, que en la actualidad cuenta con 42 años de edad y se desempeña como psicóloga inició sus declaraciones presentándose al jurado y a la corte: “Mi nombre es Annie Farmer”, le dijo a la sala entretanto subía al estrado para luego, en detalle, deletrear su nombre en voz alta a efectos del registro de la audiencia.

   Contó que conoció a Epstein y a Maxwell cuando tenía 16 años, en la primavera de 1996, cuando creyó que el magnate financiero podía ayudarla a pagar su educación universitaria. Detalló que lo conoció a través de su hermana María en Nueva York, donde esta se desempeñaba como artista y estudiante de postgrado y trabajaba para el financiero. El encuentro fue en una exhibición de arte durante la cual el magnate manifestó interés en una de sus obras. Epstein luego de este primer encuentro, habría ofrecido ayudar a Annie Farmer a ingresar a la universidad.

¿Llegó un momento en que conociste a Epstein en ese viaje? —preguntó la fiscal Lara Pomerantz.

— Sí —contestó Annie Farmer.

¿Cuántas veces viste a Epstein en ese viaje? —volvió a preguntar la fiscal.

— Dos veces diferentes que recuerdo.

   Los hechos en Nuevo México, en el rancho propiedad de Epstein, le resultaron sumamente incómodos —dijo— porque ya en una ocasión anterior en Nueva York, cuando estuvieron en un cine, Jeffrey Epstein le había tomado la mano —el magnate se sentó entre las dos hermanas—y se la había acariciado contra su voluntad y sin que María Farmer lo notara.

— Me senté junto a Epstein... [mi hermana] estaba sentada a su otro lado —explicó la testigo acusadora.

  La fiscal le pidió explicar qué sucedió después y, entonces refirió: “Las luces se apagaron y en algún momento él se acercó y puso su mano en el reposabrazos en el asiento y comenzó a tomar mi mano y a acariciarla.

— Él estaba sosteniendo mi mano y entrelazando su mano con la mía —refirió— Estaba frotando la suela de mi zapato y frotando la planta de mi pie y mi pierna. Yo estaba muy sorprendida y muy nerviosa.

  Explicó que percibió que cuando Epstein interactuaba con su hermana asumía otro comportamiento, pero tan pronto dejaba de hablar con María, volvía a tocarla a ella.

  Consultada acerca de por qué no contó nada a su hermana de lo sucedido, dijo que porque “estaba muy confundida por lo que había sucedido y sabía que ella era muy protectora, y si él había hecho algo que me incomodaba… él era su jefe, podría perder su trabajo y sería malo para ella".

   Después vino el viaje a Nuevo México, cuando Epstein le pagó el pasaje en un vuelo comercial. Contó que no quería ir dada su experiencia anterior, pero razonó en aquel entonces que el magnate seguramente no se atrevería a nada más en razón de que en el rancho estaría también Ghislaine Maxwell, la pareja romántica del financiero. Por ello, dijo, aceptó viajar al rancho. Además, se suponía que era una actividad de un programa educativo al que asistirían otras jóvenes. Pero al llegar se dio cuenta que era la única que había asistido.

   La llevaron de compras y le regalaron unas botas vaqueras de más de USD 100. También la invitaron al cine y aunque no quería ir al principio, accedió dada la presencia de Maxwell.

Pero las cosas no habrían sucedido según sus supuestos.

— Fue muy similar a la primera vez que fui al cine con Epstein —dijo— Inmediatamente comenzó a tomar mi mano y acariciarla y frotar mi pie y mi brazo.

   Cuando se le pidió describir esto, dijo: “Yo diría que fue muy similar, pero diría que fue más descarado, él no se detuvo".

  Después refirió cuando regresaron al rancho: “Regresamos a la residencia y se decidió que le daría a Epstein un masaje en los pies.

— Maxwell quería mostrarme cómo frotarle el pie, porque eso era algo que ella pensó que debería aprender a hacer. Me sentí muy incómoda, no quería tocar su pie. Quería detenerme y esperaba que terminara rápidamente —refirió.
  Después, Ghislaine Maxwell le pidió que se dejara dar un masaje y que se desnudara antes del mismo. Luego, durante el masaje, Maxwell le pidió que se volteara y comenzó a frotar sus senos.

Los hechos habrían ocurrido así:

— Ella bajó la sábana y expuso mis senos. Ella comenzó a frotarme el pecho y la parte superior de los brazos— explicó.

¿Maxwell te dio un masaje? —preguntó Pomerantz.

— Sí. Puso una mesa en la habitación donde me estaba quedando. Era una camilla de masaje estándar que era portátil, se puede extender y tiene un patrón en la parte superior.

¿Qué estabas vistiendo? —preguntó la fiscal.

— Nada —contestó Farmer.

¿Por qué no vestías nada?

— Ella me dijo que me desnudara.

¿Qué pasó durante el masaje?

— Ella comenzó a frotar mi cuerpo y frotarme la espalda y las piernas y ella estaba hablando trivialmente, y en algún momento durante el masaje me hizo dar la vuelta para que me tumbara de espaldas —explicó la testigo acusadora.

Y entonces refirió:

— Ella bajó mi sábana, expuso mi pecho y me frotó el pecho y la parte superior de mis senos. Cuando bajó la sábana, me sentí un poco congelada, ya que no tenía sentido para mí que eso sucediera. Me sorprendió.

  Dijo que, aunque Epstein no estaba en el lugar, ella sentía que estaba cerca y observaba.
  Dijo que, después, específicamente al día siguiente, cuando ya se encontraba en cama, Jeffrey Epstein abrió la puerta de la habitación y, “en broma”, le dijo que quería un "abrazo". Entonces, el magnate se metió en su cama y "presionó su cuerpo en mí".

  La testigo acusadora dijo al jurado que mientras esto sucedía, ella se sentía "congelada del miedo".

  Para evadir la situación, dijo que tenía que usar el baño para así lograr alejarse de Epstein. "Quería estar allí el tiempo suficiente para que, con suerte, toda esta situación terminara".

— Solo quería que terminara el fin de semana.

Refirió:

— Pensé que me habían traído allí por una serie de razones: pensé que ambos estaban interesados en mí como estudiante y todas estas experiencias me hicieron sentir que tenían intereses muy diferentes en mí y estaba desorientado y quería terminar con eso —dijo al jurado.

La defensa ataca

  La abogada defensora, Laura Menninger, interrogó a Annie Farmer sobre sus recuerdos de su tiempo en Nuevo México con Epstein y Maxwell en 1996. La defensa en todo momento ha intentado demostrar que los recuerdos de las acusadoras se han corrompido con los años y por diversos intereses.

  La abogada se refirió al diario que Farmer mantenía cuando era adolescente y en el que hacía referencia sobre su viaje a Nueva York, oportunidad en la que conoció a Jeffrey Epstein, pero le observó que en dicho diario no existe mención alguna a su viaje a Nuevo México.

  Llevó el interrogatorio en dirección a que, en varias oportunidades, Farmer le refiriera al jurado que, durante el primer encuentro de la mujer con Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell no había estado presente.

  Laura Menninger interrogó a Annie Farmer sobre si su relato del viaje a Nuevo México no era más bien un "recuerdo reconstruido", a lo que la mujer reconoció que, efectivamente, había buscado varias veces en Internet y había hablado con amigos acerca de otros hechos que ocurrieron en el momento de su viaje con el objeto de refrescar su memoria sobre exactamente cuándo tuvo lugar el viaje.

   La defensa ha insistido en que las acusaciones de las cuatro mujeres contra su cliente, han estado motivados por el dinero de un fondo de compensación para las víctimas de Epstein. Annie Farmer recibió USD 1.5 millones, según le dijo a dijo a los fiscales.

Otros testigos

  La fiscalía también llamó a declarar a la madre de Annie Farmer y al exnovio de esta en la escuela secundaria con el objeto de corroborar el testimonio de la acusadora.

  Janice Swain, la madre, contó que habló con Jeffrey Epstein antes de que su hija se fuera de viaje y este le aseguró que unas dos docenas de estudiantes visitarían su rancho en esa ocasión.

  Agregó que Epstein le dijo que su "esposa", Ghislaine Maxwell, estaría presente y acompañaría a las jóvenes que asistieran.

   David Mulligan, el exnovio, recordó que Annie Farmer le contó acerca de su viaje a Nuevo México y cuando Ghislaine Maxwell supuestamente le tocó los senos durante un masaje a la edad de 16 años.

   Luego de estos testimonios que se produjeron en horas de la mañana, la fiscalía anunció un descanso por 10 días.
  
   Ghislaine Maxwell se declaró inocente de ocho cargos en su contra.

   Durante las últimas dos semanas, los fiscales trataron de presentarla como cómplice de Epstein, un delincuente sexual, llamándolos "socios en el crimen" que había construido "un esquema piramidal de abuso".

    Epstein fue condenado por delitos sexuales estatales en Florida en 2008, pero se suicidó en la cárcel en 2019 mientras esperaba el juicio por cargos federales de tráfico sexual.

 

lunes, 6 de diciembre de 2021

Sexto día de juicio: “Kate” sostiene que Ghislaine Maxwel le pidió reclutar a otras jóvenes para que le practicaran sexo oral a Jeffrey Epstein

   La familia de la acusada exige a la fiscal general mejores condiciones de detención preventiva para su hermana.

Por Maibort Petit

    En el sexto día de juicio a Ghislaine Maxwell en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, una mujer que se identificó con el nombre ficticio de “Kate”, declaró que la acusada le pidió cuando ella tenía 17 años y la conoció a ella y al magnate financiero Jeffrey Epstein, que reclutara a otras jóvenes para que le practicaran sexo oral al hombre. La mujer —que en la actualidad tiene 44— dijo que en aquella ocasión la demandada le dijo que al hombre le gustaban las jóvenes "lindas, jóvenes, bonitas, como tú".

   Durante la primera semana de juicio, el jurado conoció de las relaciones de Jeffrey Epstein y la acusada con altas personalidades del poder político y económico como los expresidentes estadounidenses Bill Clinton y Donald Trump, así como también el príncipe Andrés de Inglaterra, entre otros. Pero tal vez el testimonio más revelador fue el de “Jane”, la primera de las acusadoras, quien aseguró que Ghislaine Maxwell actuó como su reclutadora y que participaba activamente en los actos de abuso sexual llevados a cabo por el magnate. Entretanto, el exgerente de la casa del financista en Palm Beach, Juan Allesi, sostuvo que después del financiero, la demandada era la que impartía las órdenes y narró que varias menores de edad solían ir a la mansión, entre las cuales reconoció a “Jane” y que, aunque no fue testigo de los abusos sexuales de su jefe, sí le tocó limpiar después de que tenían lugar las sesiones de masajes sexuales y encontrar vestigios de las mismas. Igualmente testificó en último término, Michael Dawson, un expolicía de Palm Beach que participó en un allanamiento ocurrido en octubre de 2005 a una finca del sur de Florida, propiedad de Jeffrey Epstein y en la cual compartía con la acusada, quien fue su pareja sentimental y luego asistente personal. En el procedimiento de registro se encontraron dos mesas de masaje y juguetes sexuales.

Habla “Kate”

   Identificada con el seudónimo de “Kate” y bajo la advertencia al jurado por parte de la juez Alison Nathan de que no se trataba de una víctima de los delitos sexuales de que se hacía mención en la acusación contra Ghislaine Maxwell, este lunes tomó la palabra esta mujer en el estrado, como la primera de los testigos que declararán en esta segunda semana de juicio.

   La mujer tenía 17 años para la fecha cuando conoció tanto al magnate Jeffrey Epstein, como a la acusada, Ghislaine Maxwell —edad por encima del rango de consentimiento— por lo que la juez explicó al jurado que los fiscales no podrían realizar preguntas relacionadas con la actividad sexual que ella y el magnate fallecido, sostuvieron.

  Sin embargo, la testigo motu proprio explicó cómo la acusada llevó a cabo su reclutamiento y la manera cómo se conocieron.

  “Kate” narró que conoció a Maxwell en Londres cuando comenzaba la década de los años ´90. Los presentó un amigo común en París. Después vino la invitación a su casa en Londres para tomar el té. Dijo que esa primera cita fue muy encantadora y que Maxwell le parecía el tipo de mujer que ella aspiraba llegar a ser. "Estaba muy emocionada por ser amiga de ella y ella había sido amiga del hombre con el que había estado saliendo y parecía ser todo lo que yo quería ser y parecía gustarle, así que estaba emocionada de ir".

   En el encuentro, Ghislaine Maxwell le hizo mención de Epstein a quien describió como un "filántropo al que le gustaba ayudar a los jóvenes" y, precisó que a ella (a “Kate”), la "amaría".

— Me fui de allí sintiéndome emocionada y como si alguien quisiera ser mi amiga.

   Después de esto fue cuando en una nueva cita, la conminaron a ir a una sala de masajes para que le practicara un masaje sexualizado a Epstein. La acusada le habría solicitado que la ayudara a complacer a su entonces novio.

   En esa primera ocasión le masajeó los pies y los hombros, mientras Epstein y Maxwell le comentaban lo "fuerte" que era. Después, los masajes se volvieron sexuales. Ocurrieron varias veces en Londres y también en la casa del financiero en Palm Beach, así como en su isla privada.

   En la primera ocasión descrita, la acusada le habría manifestado sus deseos de que “tuviera un buen rato” y, entonces, al abrir la puerta del lugar pudo ver a Epstein desnudo.

  La mujer le refirió a la fiscal Laura Pomerantz que cuando vio al hombre desnudo esa primera vez, estaba “aterrorizada” y se quedó “congelada”. Agregó que Maxwell estaba junto a ella cuando esto sucedió en casa de la acusada. “Lo recuerdo con tanta claridad porque estaba aterrorizada y congelada”.

  Dijo que después del masaje que incluía sexo con Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell le preguntó si se había divertido y le dijo que era "una niña tan buena", por lo que estaba "tan feliz que pudiste venir".

— Ella sonaba muy contenta— agregó Kate.

 Pedido de ayuda para nuevos reclutamientos

“Kate” le contó al tribunal que Ghislaine Maxwell le pidió ayuda para reclutar a otras jóvenes para Jeffrey Epstein, pues ya no sabía qué hacer para mantenerlo satisfecho. El hombre, según la versión de la testigo, requería sexo tres veces al día, de acuerdo a lo que le habría referido la acusada.

  Dijo que Maxwell quería que ella reclutara a otras muchachas para que le practicaran el sexo oral a Epstein.

   La fiscal Pomerantz le requirió información acerca de si Maxwell le había manifestado sobre la necesidad de masajes de Epstein.

— Necesitaba masajes todo el tiempo y era muy difícil mantenerse al día —respondió “Kate”.

Bien conectada

  La testigo hizo referencia a las conversaciones que Ghislaine Maxwell habría tenido con ella, las cuales habrían girado en torno a las amistades de la socialité con celebridades, tales como el duque de York, el príncipe Andrés, y el expresidente Donald Trump.

  La fiscal Pomerantz, interrogó a “Kate” sobre el círculo social de la acusada y la testigo refirió que la mujer "parecía conocerlos a todos".

— Ella era amiga del príncipe Andrés, era amiga de Donald Trump.

  Indicó que los nombres de estas celebridades surgían, bien porque Maxwell hacía referencia directa a ellos o porque hablaba sobre ellos por teléfono en su presencia.

  Habría sido por estas conexiones de la acusada, que Kate decidió no contar a nadie sobre sus supuestas experiencias con Maxwell y Jeffrey Epstein, pues ellos estaban "bien conectados".

Colegiala

“Kate” sostuvo ante el jurado que Ghislaine Maxwell fue quien la dirigió hacia Jeffrey Epstein para que le brindara masajes sexualizados en la casa de la acusada en Londres.

  También contó al jurado que Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein le dieron una indumentaria de colegiala cuando estaban en la mansión del hombre en Palm Beach. La pareja le pidió que se lo pusiera y les sirviera té con el traje puesto.

  "Kate" describió el traje indicando que consistía en una falda plisada, calcetines blancos y camisa, los cuales fueron diseñados para ella luego de que fuera a la mansión a principios de los años ´90.

  Refirió que Maxwell le dijo que pensaba que sería divertido que ella (“Kate”) le llevara a Jeffrey Epstein su té con ese atuendo. Le entregó una bandeja y después de que hubo ejecutado la fantasía, la acusada intervino y participó en el sexo en la piscina.

La fiscal Pomerantz preguntó a Kate por qué no se había negado.

"No sabía cómo decir que no", explicó “Kate” y refirió que “nunca antes había estado en Palm Beach o Florida. No tenía idea de dónde estaba la casa. Y no estaba segura si decía que no, si decía que tenía que irme, cuál sería la consecuencia de no hacerlo".

Defensa contraataca

  En el contrainterrogatorio de “Kate”, la defensa enfiló sus esfuerzos a descalificar a la testigo.

  El abogado Bobbi Sternheim llamó la atención sobre el hecho de que la mujer utilice un seudónimo en el tribunal, pero sus múltiples declaraciones a los medios de comunicación, las hace con su nombre real.

“Kate”, admitió a Sternheim que había hecho una descripción pública de sus interacciones sexuales con Jeffrey Epstein cuando este fue arrestado en 2019.

   Igualmente, el abogado subrayó el hecho de que quien sea abogado de la testigo “Kate”, sea alguien que se ha beneficiado del caso de Jeffrey Epstein e, incluso, está escribiendo un libro sobre acusaciones contra el fallecido magnate.

   Sternheim interrogó a la testigo en varias ocasiones sobre si ella se encontraba solicitando una visa del gobierno de los Estados Unidos, destacando que de ser cierta tal posibilidad, tal vez estaría utilizando su cooperación en este caso, para ayudar en su aprobación.

  Pero “Kate” negó que estuviera en procura de un estatus migratorio —visa U—, sino que piensa mantener su visa actual, la cual se otorga a inmigrantes con una “habilidad extraordinaria”.

Pago millonario a Maxwell

  El siguiente testigo que pasó al estrado citado por la fiscalía, fue Patrick McHugh, director ejecutivo de JP Morgan, a quien el gobierno le pidió detalles sobre una serie de pagos a la acusada de parte del finado financiero.

  Refirió Jeffrey Epstein hizo una serie de transferencias bancarias a Ghislaine Maxwell desde sus cuentas en la entidad.

  Destacó una transacción llevada a cabo el 19 de octubre de 1999, cuando se transfirieron USD 18,3 millones a la cuenta de Maxwell en Bear Stearns.

  Igualmente hizo mención a otros USD 5 millones que, en 2002, fueron canalizados a Ghislaine Maxwell.

Testigo del FBI

   Por último, rindió testimonio, Kimberly Meder, agente del FBI quien hizo referencia a unos CD descubiertos en la caja fuerte de Jeffrey Epstein en su casa del Upper East Side en 2019 durante un allanamiento.

  Narró que en estos CD había una imagen que mostraba a Ghislaine Maxwell y Epstein juntos, pero no se conocieron mayores detalles del asunto debido a que la jueza Alison Nathan dio por terminada la sesión que se reanudará este martes.

La familia presente

  La familia de Ghislaine Maxwell se hizo presente en la sala de audiencia de la Corte del Distrito Sur de Nueva York. En esta ocasión se trató de Isabel y Kevin Maxwell, quienes como el resto de los miembros del clan ha asumido un papel más que de espectadores.

  De hecho, los familiares de la acusada le solicitaron a la fiscalía mejorar el tratamiento que Ghislaine Maxwell está recibiendo durante su juicio, esto en “interés de la justicia y la humanidad común".

  En una comunicación dirigida a la Fiscal General, Merrick B. Garland, los familiares de Ghislaine Maxwell solicitaron que las autoridades dejen de usar los dispositivos de seguridad en cuatro puntos para enganchar, a saber, sus manos, cintura y pies, durante los traslados de la prisión a la sala de audiencias. Indicaron que dichos aparatos causan moretones, roturas en la piel y otros traumas innecesarios.

  Además, reclamaron que la acusada apenas recibe el sustento mínimo, toda vez que solamente le suministran un paquete de alimentos y una barra de jabón cada día.

  También pidieron a la fiscal Garland, que a Ghislaine Maxwell se le permita reunirse con sus abogados durante, por lo menos, 30 minutos antes y después de cada audiencia de juicio.

  Después de terminada la audiencia, los familiares de Maxwell denunciaron esta situación ante los medios de comunicación. 

martes, 30 de noviembre de 2021

Segundo día de juicio: Pasa al estrado la primera de las cuatro acusadoras de Ghislaine Maxwell

   La acusada, según el testimonio de la víctima, participó activamente en algunos de los encuentros sexuales de Jeffrey Epstein con las menores.

Por Maibort Petit

   La primera de sus cuatro acusadoras —identificada en el proceso judicial con el nombre ficticio de “Jane”— se sentó en el estrado de la Corte del Distrito Sur de Nueva York y, ante el jurado, aseguró que Ghislaine Maxwell no solamente participó como reclutadora, sino que llegó a estar presente cuando se producían las interacciones sexuales —teniendo ella solamente 14 años de edad— con el magnate Jeffrey Epstein.

   Definida en el primer día de juicio por la fiscalía —a cargo de la fiscal Lara Pomerantz— como una “mujer peligrosa” y como “socia criminal” de  Jeffrey Epstein, la cual se dedicó, entre 1994 y 2004, a engañar a niñas a objeto de que le sirvieran como objeto sexual a su exnovio, manipulándolas y llevándolas a que cumplieran los deseos del magnate, Ghislaine Maxwell enfrentó este martes 30 de noviembre la segunda jornada de su proceso judicial en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.

“Jane” sostuvo que Maxwell la adiestró acerca de la manera de brindarle masajes sexuales a Epstein, habiéndose sumado en algunas oportunidades a los encuentros.

  También narró que ella y Ghislaine Maxwell se conocieron en 1994 cuando ella —“Jane” — en procura de forjarse una carrera como cantante, comenzó a asistir a un campamento de música. Allí, la acusada se le acercó y se presentó como donante e iniciaron una conversación en la que descubrieron que ambas vivían en Palm Beach, en el estado de la Florida.

   Después de esto, ella y su madre recibieron invitaciones para asistir a la casa de Jeffrey Epstein. A partir de allí comenzaron las salidas a comprar ropa —incluida ropa interior de Victoria's Secret— acompañada del magnate y la Ghislaine Maxwell.

  Entonces, un día habría comenzado el ciclo de abusos, en una oportunidad en que el financiero la tomó de manera abrupta y le ordenó que la siguiera hasta el área de la piscina donde se bajó los pantalones, la atrajo hacia él y se masturbó. “Estaba congelada de miedo (…) Nunca antes había visto un pene (…) Estaba aterrorizada y me sentí asquerosa y avergonzada".

  Refirió que, en otra oportunidad, fue llevada a un salón que estaba destinado a los masajes de Epstein, donde la acusada y el magnate procedieron a aprovecharse de ella. "Había manos por todas partes y Jeffrey se masturbó de nuevo”.

   Habría habido otros encuentros en los se utilizaban juguetes sexuales o se llevaban a cabo orgías de sexo oral con otras mujeres jóvenes, una actividad en la que Maxwell también participaba.

  Ghislaine Maxwell, de 59 años, se declaró inocente de los seis cargos, a saber, conspiración para atraer a menores a viajar para participar en actos sexuales ilegales; seducir a un menor de edad para que viaje y participe en actos sexuales ilegales; conspiración para transportar a un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva; transporte de un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva; tráfico sexual de menores; y conspiración de tráfico sexual. Así como también otros dos cargos de perjurio —que serán abordados en juicio aparte— pues la fiscalía la acusa de mentir bajo juramento cuando se la consultó previamente sobre asuntos relacionados con Epstein. En total, deberá responder por ocho cargos federales.

Habla el piloto de Epstein

  Un hombre que trabajó durante casi 30 años como piloto de avión para Jeffrey Epstein, a saber, Lawrence Paul Visoski Jr., fungió entre los primeros testigos y, al pasar al estrado en el juicio contra Ghislaine Maxwell, dijo que entre los hombres de alto perfil a los que trasladó en la aeronave del magnate, figuraban los expresidentes Bill Clinton y Donald Trump.

  El nombre de los ex-mandatarios estadounidenses retumbó entre las paredes de la sala de audiencia de la Corte de Manhattan cuando Christian Everdell, abogado defensor de Maxwell, interrogó a Visoski Jr. acerca de si Clinton, figuraba entre los hombres de alto perfil que volaron en la aeronave del magnate. A lo que Everdell respondió afirmativamente.

— ¿El ex presidente Bill Clinton voló en algunos de los vuelos? — consultó Everdell.

—Sí — contestó el piloto.

  Lawrence Paul Visoski, citado por la fiscalía como testigo, hizo mención a las celebridades y políticos que acostumbraban viajar en los aviones de Epstein y citó el caso del príncipe Andrés de España, así como también el expresidente Donald Trump, quien lo habría hecho en más de una ocasión.

  El abogado interrogó si Trump había viajado en las aeronaves de Epstein con su familia, Visoski dijo no recordar, pero remató al exmandatario efectivamente lo sí lo recordaba. "Ciertamente recuerdo al presidente Trump".

   Kevin Spacey, el comediante Chris Tucker, el famoso violinista Itzhak Perlman y los ex senadores George Mitchell y John Glenn, también figuran entre las personas que Visoski recordó haber visto en el avión del magnate.

  Categóricamente negó que haber presenciado actividades de índole sexual en los vuelos, pues, aunque se quedaba mayormente en la cabina, iba en ocasiones salía para tomar café o ir al baño. “Nunca”, fue la respuesta cuando lo interrogaron sobre si había encontrado condones usados o había visto actos sexuales con mujeres menores de edad en los aviones. 

  Aseguró que nunca fue advertido por Epstein de tener que quedarse en la cabina y evitar acceder al área de la aeronave donde supuestamente se llevaban a cabo las actividades de índole sexual.

  Sin embargo, Visoski dijo no poder visualizar a “Jane” el nombre ficticio con que se identifica en el juicio contra Maxwell a una de sus acusadoras. “No puedo visualizarla sentada en el compartimiento de pasajeros como lo haría, por ejemplo, con el presidente Clinton".

  Entre los hechos rememorados por el piloto, estuvieron los vuelos con Jeffrey Epstein a Columbus, Ohio, lugar donde este último tenía una casa en las cercanías a una propiedad de Les Wexner, fundador de Victoria's Secret y socio comercial difunto pedófilo. El piloto precisó que Epstein llamaba “cliente” a Wexner.

  Según Visoski, la acusada, Ghislaine Maxwell se encargaba de asuntos como los informes de gastos de Epstein, que ella llevaba las propiedades de Epstein en Nueva York. "Maxwell fue el número 2 y el señor Epstein fue un gran número 1”, dijo el piloto.

  Refirió que, conforme pasaron los años, él tuvo un mayor acercamiento con Maxwell e, incluso, asistió con ella a clases de licencia de helicóptero cuando se adiestraba para convertirse en piloto en Florida.

   Asimismo, dijo que sus dos hijas, cuyas edades oscilaban entre los 11 y 14  años, montaron a caballo con Ghislaine Maxwell en Nuevo México, en el rancho de Jeffrey Epstein.

  Lawrence Paul Visoski Jr. contó que Jeffrey pagó la educación secundaria privada de sus hijas y durante los años que trabajó para él, le regaló valiosos regalos, entre ellos, 40 acres de tierra en el rancho de Nuevo México para que construyera una casa