Un informe de la Comisión de Fiscalización del Poder Legislativo ecuatoriano determinó que los convenios con empresas chinas derivaron en pérdidas millonarias para la nación ecuatoriana.
Por Maibort Petit
El pleno de la Comisión de Fiscalización conoció y aprobó en las sesiones del 7 y 24 de junio de 2021, el plan de trabajo que contemplaba la investigación de los referidos casos.
Tal situación deriva de las denominadas “Alianzas Estratégicas” que el gobierno del expresidente Rafael Correa Delgado estableció con la República Popular China con miras a convertir a la nación oriental en la principal financista del Ecuador. Se suponía, advierte el informe, que dichos convenios traerían “beneficios mutuos” y la supuesta eliminación de los intermediarios en la comercialización del petróleo ecuatoriano. Sin embargo, los trece contratos comerciales comprometieron a la nación ecuatoriana hasta 2024, obligándola a entregar 1.325 millones de barriles de crudo a las empresas asiáticas citadas líneas arriba.Hasta febrero 2022, Petroecuador había entregado 1.174 millones de barriles y quedando pendientes 151 millones, sin contar 10 millones de barriles adicionales que se le entregaron a empresa china Unipec America Inc. bajo las mismas condiciones de los contratos originales sin que se hayan dado explicaciones al respecto hasta la fecha.
Grandes pérdidas
Refiere el informe parlamentario que Ecuador paga la deuda contraída con China mediante la entrega de petróleo a largo plazo, representa grandes perjuicios económicos, dado que el crudo se factura a precios considerablemente inferiores a los del mercado.
Esta práctica sólo representa beneficios para las entregas chinas, las cuales entregan el petróleo recibido de Petroecuador a los bancos y empresas privadas para que lo revendan en condiciones spot y a precios más altos que permiten los mercados de la región.
Se estableció que dicho perjuicio es de USD 3,69 por barril para crudo Oriente y USD 3,61 por barril para crudo Napo (tipos de crudo que produce Ecuador). Esto significó, según los cálculos parlamentarios, que Petroecuador dejó de percibir, sólo en el último año, un promedio de USD 3,65 por entregar el petróleo bajo la fórmula establecida en los contratos. En 2021, entregó 31,6 millones de barriles de crudo Napo y 42,2 millones de crudo Oriente.
La comisión parlamentaria indicó que al considerar un valor promedio de USD 3,60 por barril, como pérdida provocada por la aplicación de estas fórmulas arbitrarias, por la totalidad de barriles comprometidos hasta el año 2024, a saber, 1.325 millones de barriles, el posible perjuicio para Ecuador ascenderá a USD 4.771.612.800.Igualmente, los parlamentarios multiplicaron los 1.174 millones de barriles entregados hasta la fecha a un costo mínimo de USD 50 el barril, el resultado revela que Ecuador entregó a las empresas asiáticas y los bancos europeos y empresas intermediarias, un negocio que generó más de USD 58.700 millones. Tal cifra, advirtió la comisión, cubriría más del 50 por ciento de la deuda ecuatoriana.
El negocio de la reventa
El informe estableció que las referidas empresas estatales y privadas extranjeras monetizaron el petróleo ecuatoriano (aún no explotado) y lo revendieron por adelantado en el mercado de futuros.
Refirieron que la Contraloría General del Estado determinó glosas USD 174,7 millones que comprometieron a exfuncionarios de Petroecuador y a las compañías asiáticas. Las condiciones establecidas en los contratos permitieron el millonario negocio de la reventa del crudo ecuatoriano en mercados del continente.
Cita el informe parlamentario el informe de la Contraloría identificado con el serial DNA 6-0012-2017, el cual indicó que el libre destino del crudo, entregado bajo el contrato 2012292 con Unipec, se revendió en 12 destinos diferentes, a saber, Chile, Panamá y la Costa Oeste de Estados Unidos.
Petroecuador no cumplió con la verificación de los destinos de los embarques negociados, los cuales han debido ir exclusivamente a las refinerías nacionales de los compradores.
El informe de la comisión de fiscalización refirió que los endosos de los conocimientos de embarques entregados por Petroecuador revelaron que el crudo ecuatoriano, consignado a las empresas asiáticas Petrochina, Unipec y PTT como pago de la deuda, “fue comercializado por los bancos europeos ING, sucursal Ginebra, Natixis de París, Credit Agricole de Suiza y Société Générale de Francia, además de la multinacional de capital ruso, Gunvor, a través de Gunvor S.A. y las empresas Core Petroleum, Castor Petroleum y Taurus Petroleum — vinculadas entre sí, según los expedientes de calificación entregados a Petroecuador— e identificadas como las vendedoras finales de nuestro petróleo en Perú y otros destinos”.Quedó evidenciado que la entrega del crudo ecuatoriano a las empresas asiáticas fomentó un millonario negocio de intermediación petrolera y financiera en beneficio de bancos y empresas privadas, del que Petroecuador quedó fuera por las condiciones que le impusieron Petrochina, Unipec y PTT.