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miércoles, 4 de marzo de 2020

Juicio de Ali Sadr Hasheminejad aporta elementos para entender cómo Hugo Chávez contribuyó al envío de dinero a la República Islámica de Irán, violando las sanciones impuestas por EE.UU. contra ese país

   Aún no se ha explicado la razón por la cual el régimen de Hugo Chávez pagó millones de dólares a una empresa de Teherán para construir "una ciudad" en el estado Zulia, con "12 mil unidades habitacionales", como si en Venezuela no hubiese empresas constructoras con amplia experiencia. Lo que se si supo en el segundo día del juicio de Ali Sadr Hasheminejad, es que la empresa del padre del acusado tiene relaciones estrechas con el régimen de Irán, y que ha logrado contratos millonarios para construir la infraestructura de ese país, destruída durante la guerra. Uno de los testigos interrogado, confesó que las empresas que están bajo escrutinio de los fiscales de Nueva York, han recibido millonarios contratos del gobierno iraní. Aquí les cuento parte de esta historia.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

  En la segunda audiencia del juicio de Ali Sadr Hasheminejad, la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York mostró un contrato que se firmó en el marco de los acuerdos bilaterales entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Islámica de Irán acordados en 2006, en el cual se incluyó un convenio para el Desarrollo Habitacional Nueva Ciudad Fabricio Ojeda, ubicado en el municipio Lagunillas del estado Zulia. Hugo Chávez Frías y el presidente iraní para la época, Mahmoud Ahmadineyad, contrataron a la empresa Iranian International Housing Company (IIHC), propiedad del padre del acusado, Mohammad Sadr Hasheminejad, para ejecutar el contrato de US.475,734,000,00 que contemplaba la construcción de 12 mil unidades habitacionales. Uno de las cláusulas establecía que los pagos debían hacerse en dólares americanos "porque es una moneda fuerte que no pierde valor", cuestión que constituye un factor clave en el proceso criminal contra Ali Sadr a quien el gobierno de Estados Unidos acusa de haber violado las sanciones impuestas por EE. UU. a la República Islámica de Irán.
   En sus argumentos de apertura del juicio, la fiscal Stephanie L. Lake sostuvo que "este es un caso que incluye un esquema de fraude sofisticado para el enriquecimiento de este hombre (señalando a Ali Sadr Hasheminejad) y de su familia, que involucra $115 millones manejado a través de una serie de empresas que le permitieron cometer fraude bancario e incumplir las sanciones estadounidenses contra Irán".

   La fiscal dijo que el acusado creó un esquema complejo, a través del cual canalizó millones de dólares del proyecto de viviendas del gobierno venezolano, a través del sistema financiero estadounidense,  en nombre de entidades iraníes, incluida la compañía de su familia [Stratus Holding Group], su filial en Turquía, cuentas de banco en Suiza y en otros países.

   Comentó que el acusado violó las sanciones impuestas [por razones de Seguridad Nacional de los Estados Unidos] a Irán, y que prohíben a los ciudadanos de ese país hacer negocios con estadounidenses, y utilizar el sistema financiero norteamericano. "Dos empresas de su padre, quien es dueño de un emporio, fueron usadas en el esquema".

  En 2006, Iranian International Housing Co. (IIHC) firmó un acuerdo con el gobierno de Venezuela y el gobierno de la República Islámica de Irán, en el marco de un acuerdo entre las dos naciones por un monto de casi medio millón de millones de dólares, y a raíz de ese contrato con la empresa de su padre se creó y ejecutó un esquema para violar las sanciones estadounidenses.

  Sostuvo que Ali Sadr compró una nacionalidad de un país del Caribe para ocultar la iraní. "Con su nuevo pasaporte registró empresas con una dirección en Dubai, no en Irán, compró casas, abrió cuentas de banco para que las instituciones financieras no vieran la palabra Irán por ninguna parte, de tal manera que no se levantaran las alarmas por las sanciones contra el régimen persa".

  La fiscal sostuvo que  "Ali Sadr se movió por China, Venezuela, Turquía, movilizando el dinero para que finalmente fuera a parar a Irán, a las empresas de su padre".

  Entre 2011 y 2014, el gobierno de Venezuela pagó a las empresas de servicio de Irán, haciendo transferencias a las empresas de Ali Sadr y no a Irán para evitar las sanciones.

  "Sadr y su padre se unieron para ejecutar un esquema con el cual cometieron lavado de dinero, fraude bancario y violación de sanciones", acotó.

  Dijo que a lo largo del juicio la fiscalía presentará testigos y abundantes evidencias que le permitirán más allá de la duda razonable, que Ali Sadr es culpable de los seis cargos por los que se le acusa.

  Las evidencias muestran que las transacciones hechas por Sadr  y su familia y el esquema creado, le permitieron al acusado ganar mucho dinero.

  Aseguró que presentarán un contrato donde se removió el nombre de Irán y los proyectos de Venezuela para evitar las sanciones.

   Se mostró al jurado, conformado por 10 mujeres y 5 hombres, los pasaportes de Ali Sadr de San Cristóbal y Nieves, y el iraní, "llevaba consigo al menos cuatro pasaporte", dijo a funcionaria.

  Explicó que entre 2013 y 2015, Sadr Hasheminejad viajó más de 100 veces, incluidos múltiples viajes a Estambul, Zurich, Dubai, Londres, Malta y Teherán. En varias ocasiones desde 2010, Sadr Hasheminejad declaró que reside en Dubai, Bielorrusia, Suiza y los Estados Unidos.

  La fiscalía sostiene que Sadr Hasheminejad portaba hasta cinco pasaportes, cuatro de San Cristóbal y Nieves y uno de Irán, ninguno de los cuales ha expirado, después de haberlos usado indistintamente cuando viajaban. 

  Los documentos federales muestran que Sadr Hasheminejad obtuvo su ciudadanía de San Cristóbal y Nieves en 2009 a través del programa de ciudadanía por inversión por $ 250,000.

La defensa dice que su cliente es un hombre correcto y de familia.

  El abogado Reid H. Weingarden dijo a los jurados que su cliente es un hombre inteligente, educado, graduado de ingeniero, padre de familia, de 40 años que nació el Teherán y que debido a su posición política fue víctima de tortura, estuvo en prisión, al igual que su padre Mohammad Sadr Hasheminejad, quien también ha sido objeto de persecución por parte del régimen iraní.

  El defensor dijo que Ali Sadr se sitió responsable del enorme proyecto de casas en Venezuela, él era el responsable de la construcción de viviendas, estadios, escuelas, etc. 

   Comentó que su cliente tiene una familia enorme, muchos vivían en Irán,"su madre que tiene un PHD vive en Washington DC, su hermana arquitecto en Los Ángeles, California". Sostuvo que el padre de Ali  Sadr protestó contra el gobierno y fue encarcelado, él es un ingeniero brillante que fue traído para reconstruir el país luego de la guerra con Irak. 

  El abogado argumentó que las empresas del padre de Ali Sadr crecieron y se convirtieron en los primeros negocios de Irán, y que estaban a favor de la democracia, abrió un banco privado en su país, y logró tener una empresa con más de 10 mil empleados pero luego fue nuevamente a la cárcel, torturado otra vez por la revolución islámica.

  Destacó que Ali Sadr es un ingeniero y hombre de negocios que buscó oportunidades en el mundo, fue a Europa, Turquía para buscar opciones de inversión, en Suiza.

  Fue a Venezuela para construir una ciudad, luego que otras empresas habían fracasado con ese proyecto. "Él se encargó de ese trabajo interesante del cual se sentía orgulloso y quería ayudar a su padre", acotó. 

  Aseguró que las sanciones de Estados Unidos contra Irán hicieron daño a los ciudadanos, 40 años de sanciones sobre 80 millones de personas, más el embargo ha tenido efectos en la economía iraní. Ali Sadr entendió y tiene conocimiento de las sanciones, y de los riesgos para hacer negocios. Nunca se imaginó que iba a ser un target del gobierno de los Estados Unidos.

  El proyecto de Venezuela requería cuentas bancarias para recibir los pagos en dólares. para lo cual se registraron compañías en otros países, cuentas en un banco europeo, y el dinero se invirtió en Europa porque su padre y él sabían que si lo llevaban a Irán se lo iban a confiscar.

  El banco suizo fue parte de las transacciones entre Ali Sadr y Venezuela.

  Comentó que muchos iraníes quieren sacar el dinero de su país e invertirlo en otros lugares donde haya seguridad.

  Weingarten dijo que el padre de Sadr Hasheminejad quería ayudar a las personas en Venezuela "cuando otras seis empresas iraníes no pudieron idear una forma de construir un proyecto de vivienda para una ciudad destruida por una inundación". Agregó: “Mi cliente estaba totalmente comprometido en otra parte, quería ser banquero. Pero su padre le pidió ayuda en Venezuela. Mi cliente ama a su padre, quería devolverle el dinero. Ambos querían ayudar a la gente pobre de Venezuela. Ali estaba adentro. Quería que su padre se fuera de Irán".

   Weingarten dijo que los Hasheminejads temían que el dinero del proyecto de Venezuela fuera tomado por los ayatolás de Irán.

  Dijo al jurado: “A medida que vean la evidencia, verán que la empresa constructora enviaba una factura a Venezuela. Eventualmente pagarían, a bancos en Portugal y España, en Europa. Pero en la cuenta de Venezuela, utilizaron un banco estadounidense para liquidar las transacciones. Ambos tenían cuentas de compensación con JP Morgan. Eso es. Esa es la historia Esa es la presunta criminalidad ... Pero no hay intención criminal. Estados Unidos no puede probar eso. Ali pensó que estaba bien siempre que no fuera dinero a Irán ".


   Weingarten dijo al jurado que no quería que los bancos le negaran los negocios porque era iraní. “Incluso si encuentra una violación técnica de las sanciones, eso no es un delito si él tenía un corazón puro y estaba del lado correcto. Este caso no se trata de la sabiduría de las sanciones ... Mantenga una mente abierta. Ali Sadr quería ayudar a su padre. Ni por un nanosegundo quería violar la ley estadounidense. Al final, señores del jurado devolverán el único veredicto posible: no culpable ".

  Pidió al jurado usar su sentido común, ponerse en los zapatos de su cliente, tener la mente abierta y evaluar las piezas de evidencias para llegar a la conclusión de que Ali Sadr es un hombre de familia y no es culpable de lo que se acusa. 

Un testigo desmiente la defensa de Ali Sadr

  En la jornada fue interrogado Fashid Kazerani, un hombre que trabajó por más de dos décadas con el padre del acusado y vió de cerca cómo se desarrolló el proyecto Venezuela. El hombre, quien se mudó a los Estados Unidos en 2013, y testificó el farsi, dijo estar seguro que el régimen de la República Islámica de Irán nunca persiguió, acosó o sometió a tortura a Ali Sadr o a su padre Sayed Sadr, ni tampoco a sus empresas que, según el ex-empleado de Stratus Holding Group, recibieron contratos millonarios del gobierno iraní.

   Interrogado por el fiscal federal adjunto Michael K. Krouse,  Kazerani afirmó que viajó a Venezuela, trabajó en el proyecto que inicialmente contemplaba la construcción de 7 mil viviendas, pero que luego se añadieron 5 mil más para hacer un total de 12 mil. Explicó que conoce muy bien a la familia Sadr, desmontó la narrativa de la defensa, y sostuvo que el mismo presidente de Irán,  Mahmoud Ahmadineyad había servido de portavoz a los requerimientos de la empresa del padre Sard, y había llevado quejas a Hugo Chávez en varias de las visitas hechas por el mandatario iraní a Caracas, incluyendo una realizada en 2009, cuando Ahmadineyad abogó por los pagos pendientes con Chávez, según se mostró en una minuta del grupo Stratus que condujo a la pesquisa que los fiscales estadounidenses hicieron para llegar a la conclusión que el conglomerado de empresas de los Sard servía de puente para lavar millones de dólares para Irán, y como método para violar las sanciones impuestas por Estados Unidos a país islámico. 


El Proyecto Nueva Ciudad Fabricio Ojeda

  El proyecto Nueva Ciudad Fabricio Ojeda fue ejecutado a través de la empresa estatal Ducolsa, como parte del convenio de cooperación firmado el 2 de julio de 2006 por la República Bolivariana de Venezuela, la República Islámica de Irán y la empresa IIHC.

  Hugo Chávez y su homólogo Ahmadineyad hicieron una cadena para hacer entrega de las primeras unidades que formaron parte del convenio, en el Desarrollo Habitacional Nueva Ciudad Fabricio Ojeda, ubicado al este del municipio Lagunillas de la Costa Oriental del Lago.

  "El proyecto contemplaba la construcción 12 mil apartamentos para dignificar a 60 mil habitantes aproximadamente, señaló el director Ejecutivo de PDVSA Occidente", Ricardo Coronado.


  El coordinador regional de la Gran Misión Vivienda Venezuela para el estado Zulia era Francisco Arias Cárdenas. En las fotos mostradas al jurado aparece el ex-funcionario posando al lado de un grupo de iraníes que ejecutaba el proyecto.

  El desarrollo integral de viviendas comprendía 12 mil apartamentos en 755 bloques, destinado a cumplir con la reubicación de las familias que vivían en la zona de subsidencia de la Costa Oriental del Lago.

  Se construyó en un terreno de 318 hectáreas ubicado a 10 kilómetros al este de Ciudad Ojeda (Lagunillas). Para la primera fase construirán 438 edificios equivalentes a 7.008 apartamentos (178 hectáreas); y para la segunda 317 edificios integrados por 5.072 apartamentos.

   Contempló además la construcción de 10 escuelas para primaria y secundaria, cinco centros comunales, cinco zonas socioproductivas y 15 consultorios Barrio Adentro, entre otros espacios como estaciones de policía, bomberos, CDI, SRI y 20 centros simoncitos.

domingo, 16 de febrero de 2020

125 años de cárcel podría enfrentar el banquero iraní que logró evadir las sanciones de EE. UU. contra Irán a través de contratos con el gobierno de Hugo Chávez Frías

Juicio en Nueva York revela esquema internacional de lavado de dinero de PDVSA  para favorecer a Irán

Por Maibort Petit

   El juicio de un ciudadano iraní, que se iniciará el 2 de marzo de 2020, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, expone un complejo esquema internacional de lavado de dinero proveniente de Petróleos de Venezuela S.A. que utilizó sofisticados mecanismos de inversiones para blanquear millones de dólares y violar las sanciones impuestas por el gobierno de los Estados Unidos a la República Islámica de Irán.
   El Departamento de Justicia de los Estados Unidos acusó a Ali Sadr Hashemi Nejad de haber usado un conglomerado de empresas de fachada para ejecutar un plan que les permitió evadir las sanciones estadounidenses y blanquear más de $476 millones a través de una subsidiaria de PDVSA que se encargaba construir viviendas en Venezuela.

  El juicio de Ali Sadr se iniciará el 2 de marzo de 2020. Los fiscales dijeron que existen un voluminoso expediente que permitirá al jurado comprender el complicado esquema criminal del acusado.
Ali Sadr elaboró y ejecutó un esquema de lavado de dinero para blanquear capitales provenientes de los contratos firmados
por Hugo Chávez son su homólogo, Mahmoud Ahmadinejad en Caracas y que lograron violar las sanciones impuestas por EE. UU. a la República Islámica de Irán.

   Ali Sadr, nació en Irán, fue arrestado el 19 de marzo de 2018 en el aeropuerto de Dulles en Washington, DC. Según los documentos federales, él y su madre se dirigían a Londres para celebrar el año nuevo persa con su familia. Sadr, es acusado de seis cargos de fraude bancario e intrigas para evadir las sanciones del Departamento del Tesoro.
  De acuerdo a la acusación, Iranian International Housing Corporation (IIFC) fue la empresa de construcción incorporada en Teherán por el principal holding de la familia Sadr, Stratus Group. 

  El expediente señala que en 2007, IIHC celebró un contrato de $ 476 millones con la subsidiaria de PDVSA, Desarrollos Urbanos S.A. (DULCOSA) para construir miles de unidades de vivienda de un programa del gobierno de Hugo Chávez.

  Ali Sadr estableció una red de empresas fachadas y cuentas bancarias en varios países para poder ocultar la participación de las compañías de Irán en el acuerdo. Para evitar llamar la atención de las autoridades, el acusado utilizó pasaportes de San Cristóbal y Nieves, y de Malta.

  Sadr forma parte de los fundadores de una compañía en Suiza, Clarity Trade and Finance y otra en Turquía llamada Stratus International Contracting.

  La acusación asegura que la sucursal de JPMorgan en Nueva York fue la entidad usada como el banco intermediario. JP Morgan forma parte del juicio en calidad de víctima. 

  Dentro de las evidencias se menciona una comunicación enviada a DULCOSA, que era el ente supervisor del proyecto de viviendas sociales. En la carta, fechada el 22 de julio de 2011,un director de IIHC solicitó que los pagos del contrato se hicieran a una cuenta bancaria en Hyposwiss Private Bank Ltd, con sede en Zurich, a nombre de Clarity Trade and Finanzas.

  Los fiscales aseguran que Sadr registró múltiples compañías en Malta, Suiza, Hong Kong, Chipre, el Reino Unido y los Estados Unidos, y que en ninguno de los registros corporativos el acusado reveló su origen iraní, a pesar de que mantiene un vínculo con los sectores de la banca y la construcción en Irán a través de su padre, Mohammad Sadr Hashemi Nejad, fundador del primer banco privado de la República Islámica de Irán, Eghtesad Novin Bank, en 2001. Actualmente, Mohammad Sadr Hashemi Nejad es presidente Stratus Holding Group, uno de los mayores conglomerados de la construcción  de viviendas y carreteras de Irán.

  Sadr y otros ordenaron que los pagos se hicieran a través de bancos estadounidenses a las cuentas bancarias de Stratus Turquía o Clarity en el banco en Suiza. La mayoría de los fondos se transfirieron a otra entidad offshore ubicada en las Islas Vírgenes Británicas, que fue incorporada por Sadr y otros en 2009. El 1 de febrero de 2012, Clarity transfirió más de $ 2,000,000 de ganancias del Proyecto directamente a los Estados Unidos. Esas ganancias se utilizaron para comprar bienes inmuebles en California.

  Tras ser arrestado, el gobierno le confiscó propiedades de Sard en Maryland, Washington, DC; Malibú (California), incluyendo unas granjas de pistachos en ese estado. 

  De ser hallado culpable, Sard enfrenta una condena máxima de 125 años de cárcel y una millonaria sentencia de dinero. 

martes, 10 de septiembre de 2019

Juicio del banquero que lavó millones de dólares de Venezuela a favor de Irán será en marzo de 2020

Por Maibort Petit
@maibortpetit

La Corte del Distrito Sur de Nueva York fijó para el 2 de marzo de 2020 el juicio con jurado en contra del banquero iraní,  Ali Sadr Hashemi Nejad, acusado por el gobierno estadounidense de lavado de dinero, fraude bancario y de haber ejecutado un plan financiero que violó las sanciones impuestas por los Estados Unidos a la República Islámica de Irán.
Luego de la audiencia curcio celebrada este lunes, en la cual el acusado renunció consciente y voluntariamente a su derecho a una representación libre de conflictos, la jueza Alison J. Nathan autorizó el inicio del juicio, que inicialmente estaba pautado para enero,  para el mes de marzo de 2020. Una de las razones por las cuales se produjo el cambio fue porque los abogados de Ali Sadr Hashemi Najed tendrán otros juicios en la Corte del Distrito Este de Nueva York para las mismas fechas. El fiscal federal, Michael K. Krouse  no objetó la prórroga del proceso sino que, por el contrario, admitió que los meses extras le darán más tiempo a las partes para prepararse  mejor para el proceso.


Uno de los abogados del acusado es Brian M. Heberlig, defensor de la empresa china Huawei que tiene un caso abierto en Nueva York cuyo juicio podría ser en enero 2020. El otro representante legal, Reid Weingarten fue el defensor del fallecido Jeffrey Epstein cuyo proceso judicial concluyó tras su muerte. 

El juicio de Ali Sadr Hashemi Najed se retrasó porque el caso fue reasignado al juez Nathan debido a que el juez inicial, Andrew Carter se recusó a sí mismo argumentando que tenía conexiones personales con JP Morgan Chase, uno de los bancos víctimas de la trama de lavado acusada.  Uno de los defensores del banquero iraní, del bufete de Steptoe, también es defensor del JP Morgan Chase, lo cual debió haber sido un factor para su descalificación pero durante la audiencia de este lunes, Sard Hashemi Najed decidió seguir adelante con su actual representación.

El acusado

Ali Sadr Hashemi Nejad, de 39 años, nació en Irán, fue arrestado el 19 de marzo de 2018 en el aeropuerto de Dulles en Washington, DC. Según los documentos presentados ante el tribunal, él y su madre se dirigían a Londres para celebrar el año nuevo persa con su familia. Sadr, quien es ciudadano de Irán y de la isla caribeña de Saint Kitts, fue acusado de seis cargos de fraude bancario e intrigas para evadir las sanciones de Estados Unidos contra Irán.

Específicamente, se alegó que Sadr había conspirado en un complot para canalizar $ 115 millones a través del sistema financiero estadounidense bajo un contrato de construcción de 7 mil casas para pobres en Venezuela. Sadr Hashemi Nejad se declaró no culpable.



El caso de Sadr Hashemi Nejad está siendo manejado por la unidad de Terrorismo y Narcóticos Internacionales del Fiscal Federal para el Distrito Sur de Nueva York, una oficina conocida por procesar casos de terrorismo de alto perfil.

El acusado se graduó de ingeniero civil en la Ivy League, Universidad de Cornell. Tras ser arrestado, el gobierno estadounidense le confiscó propiedades en Maryland, Washington, DC, y la ciudad costera de élite de Malibú, en California, incluyendo unas granjas de pistachos en ese estado. 

El acusado se mudó a Estados Unidos en el año 2000 cuando tenía 23 años para reunirse con su madre y hermana, y fue peticionario de asilo político en el 2003, de acuerdo a los documentos de la corte. En la petición de asilo, el acusado aseguró que su vida corría peligro si regresaba a Irán porque su familia tenía problemas con el régimen iraní de Mohammad Khatami. No obstante, existen registros que señalan que el presidente iraní de la época dijo que el padre de Sadr era uno de los exportadores ejemplares de Irán.

Sadr Hashemi Nejad tiene el estatus de residente permanente de los Estados Unidos y ha dicho que no tiene conexión con los negocios de su padre en Irán. 

Sadr se hizo residente legal de Estados Unidos en 2004 basado en su asilo, pero en 2010 su asilo fue revocado por el gobierno federal alegando que su proceso había sido fraudulento. El acusado logró obtener otra carta de residencia en el 2012. Los documentos señalan que el acusado viajó varias veces a Irán entre 2010 y 2015 y que dichas movilizaciones se habrían hecho de bajo perfil para evitar una supuesta persecución en su contra. 

Los fiscales señalan que Sadr registró múltiples compañías en Malta, Suiza, Hong Kong, Chipre, el Reino Unido y los Estados Unidos, y que en ninguno de los registros corporativos el acusado reveló su trasfondo iraní, a pesar de que mantiene un vínculo con los sectores de la banca y la construcción en Irán a través de su padre, Mohammad Sadr Hashemi Nejad, fundador del primer banco privado de la República Islámica de Irán, Eghtesad Novin Bank, en 2001. Actualmente, Mohammad Sadr Hashemi Nejad es presidente Stratus Holding Group, uno de los mayores conglomerados de la construcción  de viviendas y carreteras de Irán, con más de 60 filiales y,  más de 10,000 empleados. 

Vale destacar que Stratus Holding tiene una subsidiaria en que estuvo a cargo de un proyecto de vivienda del gobierno de Hugo Chávez que, según los fiscales estadounidenses, se utilizó para canalizar $ 115 millones a Irán.

Los fiscales neoyorquinos dicen que el acusado ocultó sus conexiones con Irán adquiriendo otras ciudadanías, y no revelando la información sobre su familia en Irán, para evitar poner en riesgo sus negocios debido a las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos al régimen iraní. 

Los fiscales del caso presentaron a la corte una tarjeta de presentación del acusado donde éste aparece como vicepresidente de una subsidiaria de Stratus, Samane Stratus Investment Company, a partir de 2011. 



Sadr posee varias empresas, entre las cuales destaca Pilatus Capital Ltd registrada en  Saint Kitts y Nevis, donde adquirió la ciudadanía  por inversión y la cual ha usado para abrir sus corporaciones. También es dueño del hoy desprestigiado Banco Pilatus, creado bajo las leyes de Malta en diciembre de 2013.


Sanciones a Irán


Desde 1979, el Presidente de los Estados Unidos, de conformidad con la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional ("IEEPA"), ha encontrado repetidamente que las acciones y políticas del gobierno de Irán constituyen una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y economía norteamericana y declaró una emergencia nacional para hacer frente a la amenaza. De acuerdo con estas declaraciones presidenciales, Estados Unidos ha instituido una serie de sanciones económicas contra Irán y entidades iraníes. Las sanciones contra el régimen de Irán prohíben, entre otras cosas, las transacciones financieras que involucren a los Estados Unidos o personas de los Estados Unidos destinadas al beneficio del Gobierno de Irán o individuos o entidades iraníes, dice un comunicado de la fiscalía estadounidense.




En agosto de 2004, los gobiernos de Irán y Venezuela celebraron un acuerdo, mediante el cual acordaron cooperar en ciertas áreas de interés común. En 2005, ambos gobiernos complementaron el Acuerdo al celebrar un Memorando de Entendimiento sobre un proyecto de infraestructura en Venezuela, que consistía en la construcción de 7 mil unidades de vivienda en Venezuela.


El Proyecto fue liderado por Stratus Group, un conglomerado iraní controlado por Sadr y su familia con operaciones comerciales internacionales en las industrias de la construcción, la banca y el petróleo. 

En diciembre de 2006, Stratus Group incorporó una compañía en Teherán, que entonces se conocía como la Corporación Internacional de Vivienda de Irán (IIHC). IIHC fue responsable de la construcción del Proyecto. Posteriormente, el IIHC celebró un contrato con una subsidiaria de una compañía energética estatal venezolana, que solicitó al IIHC construir aproximadamente 7,000 unidades de vivienda en Venezuela a cambio de aproximadamente $ 475,734,000. Stratus Group creó el Comité Ejecutivo del Proyecto Venezuela para supervisar la ejecución del Proyecto. El acusado era miembro del comité y era responsable de administrar el Proyecto.

miércoles, 31 de julio de 2019

Juez del caso del banquero acusado de ayudar a Irán a violar sanciones de EEUU con dinero proveniente de Venezuela, plantea conflicto de intereses por su vinculación a uno de los bancos de la trama acusada

Ali Sadr Hashemi Nejad es acusado de lavar cientos de millones de dólares para la República Islámica de Irán provenientes de Venezuela. Sus operaciones violaron las sanciones impuestas contra ese país por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

Por Maibort Petit
Esta semana el empresario iraní, propietario del banco Pilatus Bank, Ali Sadr Hashemi Nejad estuvo en la sala de la Corte del Distrito Sur de Nueva York en una audiencia donde se discutió la posibilidad que su caso cambie a manos de otro juez. ¿Por qué? El magistrado Andrew L. Carter. Jr. reveló que tiene acciones en el JP Morgan Chase bank y que su esposa trabaja en esa institución que aparece en la acusación del gobierno de los Estados Unidos contra el millonario iraní como uno de los bancos que fueron víctimas de las conspiración de lavado de dinero y fraude bancario. Carter Jr. informó a la Fiscalía y a la defensa que por las razones expuestas estaba dispuesto a auto recusarse y a reasignar a otro juez del tribunal el expediente debido a un posible conflicto de intereses.

Durante la conferencia del lunes 29 de julio de 2019, el juez Carter Jr. proporcionó a la fiscalía y a la defensa de Ali Sadr Hashemi Nejad un cronograma de información para que las partes aborden el problema de su posible retiro del caso y ordenó que las respectivas respuestas fueran entregadas a la corte el martes 30 de julio, a la vez que anunció que habría una conferencia telefónica el jueves 1 de agosto.

Fiscalía dice que el juez debe quedarse

La fiscalía opinó en una comunicación (fechada el 30 de julio de 2019) que la decisión de un juez federal de recusarse a sí mismo, está "comprometida con la discreción del tribunal de distrito". Aclaró que no está de acuerdo con que el juez abandone el caso.

El oficio del gobierno está firmado por el Fiscal de los Estados Unidos, Geoffrey S. Berman y los fiscales asistentes, David W. Denton Jr., Jane Kim, Michael Krouse y Garrett Lynch.

La fiscalía sostiene que difiere de la evaluación de conflictos del Tribunal con respecto a la recusación y para argumentar su postura proporcionó a la corte detalles adicionales sobre la  participación de JPMorgan Chase & Co. uno de los bancos víctimas en este caso.

En un documento de 3 páginas, los fiscales sostienen que Ali Sadr Hashemi Nejad está acusado de conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspiración para violar la Ley Internacional de Poderes Económicos de Emergencia ("IEEPA"), fraude bancario, conspiración para cometer fraude bancario; lavado de dinero y conspiración para cometer lavado de dinero.

En la acusación hay una serie de bancos víctimas de la operación acusada que se mencionan colectivamente en este documento como los "bancos-víctimas".

Ali Sadr Hashemi Nejad participó en un proyecto de infraestructura en Venezuela, que fue dirigido por la compañía iraní del acusado, Stratus Group.

La acusación del gobierno estadounidense dice que Ali Sadr Hashemi Nejad junto a sus cómplices "idearon y ejecutaron un plan para evadir las sanciones económicas de los Estados Unidos y defraudar a los bancos estadounidenses, incluido JPMorgan Chase, al ocultar el papel de Irán y las partes iraníes en los pagos en dólares estadounidenses enviados a través del sistema bancario estadounidense".

El acusado y otros, utilizando varias entidades, realizaron una serie de transacciones financieras internacionales en beneficio de las partes iraníes de una manera que ocultó el nexo iraní a los pagos de, entre otros, los bancos de víctimas, en violación de las sanciones económicas de los Estados Unidos. 

Específicamente, entre abril de 2011 y noviembre de 2013, la subsidiaria venezolana, bajo la dirección del demandado y otros, enrutó aproximadamente 15 pagos a IIHC a través de Stratus Turkey o Clarity usando cuentas corresponsales en los bancos- víctimas, por un total de aproximadamente $ 115 millones.

Ali Sadr Hashemi Nejad y otros "ordenaron que los pagos se transfirieran a través de los bancos-víctimas a las cuentas bancarias de Stratus Turkey o Clarity en una institución financiera en Suiza. La mayoría de los fondos se transfirieron luego a otra entidad offshore ubicada en las Islas Vírgenes Británicas, que el demandado y otros habían incorporado en 2009". 

El 1 de febrero de 2012, Clarity transfirió directamente más de $ 2 millones en ganancias del Proyecto de viviendas de Venezuela a los Estados Unidos. "Esas ganancias se utilizaron para comprar bienes inmuebles en California" dice la acusación.

La fiscalía sostiene que Ali Sadr Hashemi Nejad está acusado de defraudar a los bancos víctimas "engañándolos para que procesaran transacciones financieras en las que de otra manera no se habrían involucrado, y al hacerlo, se expusieron a la posibilidad de un daño sustancial". 

La fiscalía reveló que en en el juicio, el Gobierno planea llamar a testigos de algunos de los bancos-víctimas para declarar, entre otras cosas, sobre sus procesos de cumplimiento de sanciones, sus procedimientos al abrir cuentas para clientes y al autorizar ciertas transacciones, el daño causado a los bancos por el esquema de lavado del acusado, entre otros aspectos.

Los fiscales señalan que el Gobierno espera demostrar que el acusado tomó acciones específicamente diseñadas con el propósito particular de ocultar información material a los bancos-víctimas y para evadir los procesos que los bancos implementan ante las sanciones que prohíben las transacciones financieras en beneficio de las entidades iraníes. 

De los $115 millones en pagos denominados en dólares estadounidenses que están en el centro de este caso, JPMorgan Chase & Co. fue el banco corresponsal por aproximadamente $45 millones y, por lo tanto, desempeñará un papel central en la prueba en el juicio en este asunto, anunciaron los fiscales.

Asimismo, el Gobierno advirtió que probará que el demandado  ordenó que las transacciones se procesaran en beneficio de Clarity a través de JPMorgan Chase y que el acusado sabía que dicho banco había implementado procedimientos para bloquear transacciones de corresponsales para pagar a instituciones e individuos iraníes. 

Ali Sadr Hashemi Nejad habría diseñado un mecanismo de pago para ocultar información sobre los beneficiarios iraníes de las transacciones para inducir a los bancos-víctimas a procesar esas transacciones que de hecho fueron procesadas, en violación de las sanciones de EE. UU. y de las políticas de JPMorgan Chase que las prohíben.

Los fiscales sostuvieron en la conferencia del lunes 29 de octubre que tienen la intención de llamar al menos a un empleado de JPMorgan Chase como testigo en el juicio, lo cual ya ha sido discutido con los abogados de la oficina del Asesor General del mencionado banco.

Si el acusado es condenado, JPMorgan Chase tendrá, como víctima del delito, ciertos derechos. Por ejemplo, el banco podrá dirigirse al Tribunal en el momento de la sentencia y describir el daño que la conducta del acusado le causó. 

Del mismo modo, JPMorgan Chase tendrá derecho a la restitución obligatoria por cualquier pérdida pecuniaria que sufran, que incluye bienes perdidos como resultado del delito y "gastos incurridos durante la participación en la investigación o el enjuiciamiento del delito o la asistencia a los procedimientos relacionados con el delito.

Habla de la defensa

El demandado Ali Sadr Hashemi Nejad presentó su respuesta ante la divulgación del juez Carter Jr. con respecto a la propiedad de sus acciones en JP Morgan Chase y el empleo de su cónyuge en el banco, destacando que de acuerdo al Código de conducta para jueces de los Estados Unidos y la jurisprudencia sobre circunstancias análogas, el magistrado no está obligado a recusarse. 

Señala que el asunto se deja a discreción del juez, en función de si sería razonable cuestionar su imparcialidad en estas circunstancias.

Sadr dijo que apreciaba que el juez haya señalado su potencial conflicto de intereses a las partes y entendía que según la divulgación del magistrado, depende de la discreción del Tribunal determinar si se debe recusar. 

Sadr afirmó que está dispuesto a renunciar a cualquier objeción al conflicto potencial revelado por el juez Carter Jr.




jueves, 19 de abril de 2018

Conoce cómo Irán usó 'la construcción de viviendas para pobres en Venezuela' para violar las sanciones de los E.E. U.U.

La juez de distrito negó -por segunda vez- la solicitud de fianza hecha por los abogados del empresario iraní acusado de lavar el dinero del régimen iraní a través de proyectos de viviendas para la población de bajos recursos del gobierno venezolano.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

En una audiencia celebrada este miércoles en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la magistrada Bárbara Moses negó la petición de libertad bajo fianza hecha por los abogados defensores del empresario iraní, Ali Sadr Hashemi Nejad acusado por los Estados Unidos de lavar millones de dólares al régimen iraní proveniente de Venezuela, y de violar las sanciones impuestas a la República Islámica de Irán por el gobierno estadounidense.

Solucionar la crisis habitacional en Venezuela se convirtió en el pretexto para realizar una serie de operaciones financieras que permitieron lavar millones de dólares que estaban destinados a las arcas iranés. Un intrincado esquema diseñado por el empresario y banquero persa, Ali Sadr Hashemi Nejad, facilitó la jugada destinada a evadir las sanciones de EE. UU. a la nación islámica.


Construir viviendas en Venezuela pareció ser la coartada perfecta para enmascarar las operaciones financieras del gobierno iraní y así evadir las sanciones impuestas a la nación persa por el gobierno de los Estados Unidos a raíz de su programa nuclear y las sospechas de la administración norteamericana de que se fabrican armas nucleares en secreto en la república islámica. El programa de misiles iraní desencadenó en 2016 una crisis que llevó a EE. UU. a imponer las medidas que luego, con la llegada de Donald Trump al poder se han incrementado. En reiteradas ocasiones, el presidente iraní Hassan Rohani ha advertido a Washington que no tolerará más exigencias fuera de las  en el acuerdo nuclear suscrito en 2015 al amparo del Grupo 5-1 (EE. UU., Rusia, China, Francia y el Reino Unido, miembros con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania), el cual se firmó con el objetivo de levantar las sanciones internacionales que regían contra el gobierno de Teherán.

Destaquemos que entre los años 2006 y 2010 el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, ONU, emitió en cuatro ocasiones sanciones a Irán por sus actividades de enriquecimiento de uranio (2006, resolución 1737; 2007, resolución 1747; 2008, resolución 1803;  2010, resolución 1929). En cada uno de estos capítulos, dichas sanciones se ampliaron e hicieron más complejas, dada la poca o nula cooperación del gobierno del entonces presidente, Mahmud Ahmadineyad, en el cumplimiento de sus obligaciones respecto al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y por no permitir la verificación internacional que permitiera comprobar que su industria nuclear tiene fines pacíficos[1].

No contaban con que el gobierno de los Estados Unidos activaría sus mecanismos de investigación a través de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y la oficina local del FBI, que coronarían con el arresto que se llevó a cabo el martes 20 de marzo del corriente año 2018 en Dulles, Virginia, del empresario iraní, Ali Sadr Hashemi Nejad, además propietario del banco maltés Pilatus Bankac, bajo la acusación de haber participado en un esquema diseñado para evadir las sanciones norteamericanas y encauzar más de USD 115 millones que formaban parte de los pagos por un contrato de construcción venezolano. Las citadas operaciones se realizaron a través del sistema financiero estadounidense, de acuerdo a lo informado por la fiscalía[2].

La noticia del arresto fue dada a conocer por las autoridades del Departamento de Justicia de EE. UU. que indicó que a Hashemi Nejad lo presentaron luego de su detención ante el Tribunal del Distrito Este del estado de Virginia. El caso se le asignó después al juez Andrew L. Carter de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

El empresario iraní enfrenta en dicho tribunal federal seis cargos que incluyen la conspiración para defraudar a los Estados Unidos, conspirar violar la Ley de poderes económicos de emergencia internacionales, fraude bancario, conspiración para cometer fraude bancario, lavado de dinero y conspiración para cometer lavado de dinero. Por tales delitos, el iraní se enfrenta a la posibilidad de pagar penas de hasta 30 años de prisión.

Sobre este asunto, la agencia Reuters informó[3] que la familia de Ali Sadr Hashemi Nejad controla el conglomerado iraní Stratus Group[4], el cual mantiene relaciones comerciales internacionales y fue el encargado de llevar a delante un proyecto de construcción de miles de viviendas en Venezuela, el cual estaba inscrito en el contexto de los acuerdos que Irán y Venezuela firmaron en los años 2004 y 2005.

La acusación refiere que Stratus Group acordó construir 7 mil viviendas[5] —el Complejo Fabricio Ojeda, en El Menito, estado Zulia— por una total de USD 476 millones[6], lo que hace deducir que cada unidad tenía un precio que se acerca a los USD 70 mil, una cantidad equivalente a poco más de 200 millones de bolívares, al cambio para la época.

El empresario, creó una red de empresas de maletín, así como cuentas bancarias, de tal manera de enmascarar las transacciones de Irán en Venezuela, procurando así burlar las sanciones de Estados Unidos.

El entramado empresarial diseñado por Sadr buscaba ocultar la participación de Irán como receptor de los pagos remitidos desde los Estados Unidos, lo cuales provenían de la empresa venezolana de energía e iban dirigidos a la Corporación de Vivienda Internacional iraní. El empresario y banquero se valió de entidades en Suiza y Turquía para ocultar la conexión iraní con los fondos, informaron los fiscales.

Los acuerdos

Pero hagamos una pausa para referirnos a la estrecha relación surgida entre los gobiernos de Venezuela e irán en tiempos en que gobernaba el finado Hugo Chávez y el expresidente Mohamed Jatami, cuando firmaron en agosto de 2004 un Acuerdo Marco de Cooperación que sirvió de base para establecer una serie de convenios en varios ámbitos, entre ellos el de construcción de viviendas a que hacemos alusión aquí. Jatami gobernó hasta 2005, pero con su sucesor, Mahmud Ahmadineyad, continuaron y se intensificaron los vínculos que aún se mantienen con el actual mandatario Hasan Rohani.

La alianza entre Irán y Venezuela nunca fue bien vista por el gobierno de los Estados Unidos que decidió en 2011, sancionar administrativamente a siete empresas internacionales, entre ellas Petróleos de Venezuela, S.A., PDVSA, por apoyar el sector energético de Irán[7].

Entre 1999, año de la llegada al poder de Hugo Chávez y 2006, se firmaron entre Irán y Venezuela, 86 acuerdos bilaterales en diversas materias, entre ellas los destinados a la construcción viviendas por parte de la nación iraní en territorio venezolano[8]. Refiere una nota del portal oficialista Aporrea.

El papel de Hashemi Nejad

Dentro de este contexto tuvo lugar el contrato que suscribieron en 2006, de acuerdo a lo que reza la acusación ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York, los gobiernos de Venezuela e Irán con el objetivo de construir miles de casas en la nación suramericana.

El contrato se firmó entre una empresa energética estatal venezolana que se cree sea una empresa mixta de Petróleos de Venezuela, S.A. y Stratus Group, un conglomerado iraní controlado por Sadr y su familia que en 2006 incorporó una compañía en Teherán que para entonces se llamaba Corporación de Vivienda Internacional Iraní (IHC), que fue la que firmó con la subsidiaria de PDVSA y fue responsable de desarrollar el proyecto consistente como ya lo hemos referido, en la construcción de 7 mil viviendas por USD 476 millones, según reflejan documentos que reposan en la Corte. Una simple operación matemática revela que cada unidad tuvo un costo de USD 68.000 equivalentes al equivalente a un poco más de 200 millones de bolívares, según el cambio del dólar en 2006.

Stratus Group creó el llamado “Comité Ejecutivo del Proyecto Venezuela” para supervisar la ejecución de la obra, del cual Ali Sadr Hashemi Nejad formó parte y era responsable de administrar las finanzas del proyecto. En esa tarea fue que diseñó el esquema que permitió ocultar la participación de Irán como destinatario de los pagos en dólares ejecutados a través del sistema financiero norteamericano. El objetivo era evadir las sanciones de Estados Unidos.

En el 2010 —se narra en la acusación— Hashemi Nejad  junto a un coconspirador se valieron de pasaportes de las islas del caribe San Cristóbal y Nieves, así como de una dirección en los Emiratos Árabes Unidos para crear dos entidades fuera de Irán, a saber una Suiza de nombre “Clarity Trade and Finance”[9] y otra en Turquía llamada “Stratus International Contracting, JS”[10] o “Stratus Turkey” o “Straturk”. Estas empresas, controladas por Sadr y su familia en Irán, tenían como misión recibir pagos en dólares por el proyecto de viviendas en Venezuela.

Lo que vino después fue que Sadr y otros involucrados realizaron un conjunto de operaciones  financieras internacionales a través de las citadas empresas —Clarity y Stratus Turkey— que tenían como beneficiarios a entes en Irán, ocultando así el nexo con los pagos y en violación de las sanciones económicas de los Estados Unidos.

Se conoció a través de los documentos del tribunal, que entre abril de 2011 y noviembre de 2013, las empresas bajo control de la dirección de Ali Sadr Hashemi Nejad llevaron a cabo unos 15 pagos a la Corporación de Vivienda Internacional a través de Stratus Turkey o Clarity. Estos pagos sumaban USD 115 millones de dólares. La estrategia diseñada por Sadr y sus socios, consistía en ordenar que los pagos se realizaran a través de bancos en los Estados Unidos a las cuentas bancarias de Stratus Turkey o Clarity.
En su mayoría, los fondos fueron transferidos a otra entidad offshore con sede en las Islas Vírgenes Británicas, incorporada por Sadr en 2009. Del mismo modo se supo que el 1° de febrero de 2012, Clarity Trade and Finance transfirió más de dos millones de dólares de los fondos del proyecto a los Estados Unidos, los cuales tuvieron como destino la compra de inmuebles en California según los documentos oficiales.

A Ali Sadr Hashemi Nejad le venían siguiendo los pasos los investigadores federales de Estados Unidos desde 2013, según reveló un reporte del organismo federal que estableció que el esquema criminal comenzó a operar en 2004, a la fecha de la firma del Acuerdo Marco entre Venezuela e Irán en el que se contemplaba la cooperación en áreas de interés común. Ya en 2005 los gobiernos de ambas naciones complementaron el pacto al rubricar un “Memorando de Entendimiento” que tenía que ver con un proyecto de infraestructura en Venezuela, específicamente la construcción de miles de unidades de vivienda.

Pilatus Bank

El banco maltés Pilatus Bank[11] del que es propietario Ali Sadr Hashemi Nejad, es una entidad que se encuentra en el ojo del huracán por los escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelto y que fueron reiteradamente denunciados por la periodista Daphne Caruana Galizia, quien fue asesinada en un atentado con un carro bomba en octubre de 2017[12] después de haber hecho sus revelaciones. Una circunstancia que ha dirigido las miradas hacia Sadr.

Pues bien, en atención a las denuncias de Caruana Galizia, las autoridades de Malta a través del ente regulador bancario tomaron el control de la entidad y congelaron todas las transacciones para clientes, ejecutivos y accionistas del Pilatus Bank luego del arresto y acusación de Ali Sadr, informó The Guardian[13].

La nota del periódico británico refiere que el Pilatus, entidad que reportó 308 millones de dólares en activos en 2016, era conocido en Malta por haber tenido cuentas de un alto funcionario del gobierno del primer ministro, Joseph Muscat, y miembros de la familia gobernante de Azerbaiyán. Añade que la Autoridad de Servicios Financieros de Malta anunció la destitución de Sadr como director del banco.

Por cierto, a Ali Sadr Hashemi Nejad también se le vinculó con el asesinato de la periodista con la que el banco de su propiedad mantenía un litigio a raíz de sus señalamientos. Caruana Galizia escribió varios artículos en los que aseguraba que el Pilatus Bank y Ali Sadr facilitaban actividades políticas corruptas y lavado de dinero, acusaciones que los denunciados negaron y demandaron a la comunicadora por difamación.

El Pilatus Bank fue investigado detalladamente en 2016 por parte de la agencia antilavado de dinero de Malta, FIAU, la cual en un informe dijo que el banco mostraba una "indiferencia flagrante, posiblemente deliberada" ante los controles de blanqueo de capitales.

En la acusación penal que contra Ali Sadr Hashemi Nejad se sigue en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, el banco Pilatus Bank no fue mencionado, ni las autoridades de Estados Unidos lo han señalado de malas actuaciones en virtud de que dicha entidad bancaria fue constituida en enero de 2014 y la investigación contra Sadr comprende hechos ocurridos entre 2006 y el citado 2014. Sin embargo se advierte que Hashemi Nejad, aun después de esa fecha, continúa involucrado en la conspiración para evitar las sanciones a Irán.

Hay que advertir que Ali Sadr Hashemi Nejad y otras persona de nacionalidad iraní se han valido de las facilidades que la firma de planificación de ciudadanía Henley & Partners brinda para que ellos pudieran ocultar su origen a las autoridades de Estados Unidos a través de la compra de ciudadanías en el área del Caribe, específicamente en las islas de San Cristóbal y Nevis (ya hicimos mención de esto) que les otorgaron pasaportes. Arropados con esta nacionalidad y habiendo registrado su residencia en Dubai, Sadr creó las empresas a que hemos hecho referencia líneas arriba (Clarity Trade and Finance y Stratus International Contracting, JS) que usaron para recibir el dinero lavado Venezuela y que se transfirió a través de operaciones en el banco estadounidense JP Morgan. Esto había sido denunciado por Daphne Caruana Galizi.

Así que, aparte de la las investigaciones que se siguen en los Estados Unidos sobre la trama urdida para legitimar los capitales iraníes con epicentro en Venezuela, otra averiguación podría tomar curso en Europa sobre las operaciones que desde el Pilatus Bank se efectuaron y que significarían la constitución de un amplio expediente de crímenes financieros con el objetivo de legitimar capitales irregulares[14].

Más sobre los acuerdos entre Irán y Venezuela

Pero la alianza entre Venezuela e Irán y los 30 mil millones de dólares que ella ha generado siguen levantando sospechas y, por ello, no dejan de estar en la mira de las autoridades mundiales, especialmente las estadounidenses.

Fue allí donde un venezolano, Martin Rodil, comenzó a indagar acerca de la trama que desde el sistema financiero venezolano se ha utilizado para dar forma a un subsistema financiero iraní dice un reportaje publicado en Bloomberg.com el 16 de diciembre de 2016.

Comenzaron las averiguaciones y Rodil, quien había trabajado anteriormente en la petrolera venezolana, llamó a un amigo quien le informó que PDVSA había contratado con empresas iraníes para desarrollar un proyecto de construcción de viviendas en Venezuela. Este le entregó una serie de documentos y lo puso en contacto con un ingeniero de la estatal venezolana que se convirtió en pieza clave de la investigación de la Fiscalía de Estados Unidos.

Tiempo después, Martin Rodil comenzó a trabajar como consultor con el exembajador de Estados Unidos en la OEA y ex Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental durante la presidencia de George W. Bush, Roger Noriega. Los hallazgos de las investigaciones de Rodil y Hanan fueron presentados por estos a otras instancias a objeto de que se ahondara en las investigaciones.

Rodil revela que una investigación de una consultoría privada de un cliente acerca del sistema financiero venezolano les permitió descubrir por casualidad la realidad de lo que estaba pasando. “Se descubrió la presencia iraní y operaciones financieras iraníes. A partir de allí se generó una investigación formal, que se convirtió hoy en el proyecto del American Enterprise Institute”, dijo al tiempo que comentó que en cinco años y medio la balanza comercial entre Irán y Venezuela pasó de prácticamente nada a 30 mil millones de dólares. “Si anuncian una refinería y al final no construyen ni una farmacia, y el dinero pasa igual por las transacciones financieras, eso significa que el dinero se utiliza para otra cosa”, advierte.

Agrega que “Irán ha logrado construir una plataforma financiera en Venezuela, paralela  a la plataforma que existía en el país (…) Crearon su propio sistema financiero dentro del sistema financiero venezolano. Ellos operan internamente con sus bancos y agencias de valores y cuando tienen el dinero estructurado, lo trasladan al sistema financiero venezolano, que tiene relación con el sistema financiero mundial, producto de la industria petrolera”.

Citó el ejemplo del Banco Internacional de Desarrollo que en Venezuela se llama Banco Universal, y que aun teniendo licencia para operar con cualquier producto financiero, no posee ni una sola agencia que reciba dinero del público y se dedica solamente a captar dinero de las empresas iraníes establecidas en Venezuela.

Reveló que el gobierno venezolano chantajea a los banqueros que rechazan transacciones financieras iraníes y los amenaza con retirar sus fondos de sus entidades, algo que los llevaría a la quiebra.

Por el momento habrá que esperar el curso de los acontecimientos para ver en qué para el proceso judicial que se ha iniciado contra Ali Sadr Hashemi Nejad, cuyo banco ha cesado operaciones en Malta y ahora permanece tras las rejas en Nueva York y se ha declarado inocente de los hechos que se le imputan. Por lo pronto, esta madeja apenas comienza a desenredarse.

Seguiremos informando

Notas 

[1] Aserne Venezuela. “Terrorismo: Irán El socio bloqueado”. 16 de octubre de 2011. http://aserne.blogspot.fr/2011/10/terrorismo-iran-el-socio-bloqueado.html

[2] El Nacional. “Preso empresario iraní por evadir sanciones con contrato en Venezuela”. 20 de marzo de 2018. http://www.el-nacional.com/noticias/mundo/preso-empresario-irani-por-evadir-sanciones-con-contrato-venezuela_227713

[3] Reuters. “U.S. arrests Iranian over alleged $115 million sanctions evasion scheme”. 20 de marzo de 2018. https://www.reuters.com/article/us-usa-iran-crime/u-s-arrests-iranian-over-alleged-115-million-sanctions-evasion-scheme-idUSKBN1GW32E

[4] Stratus Group. http://stratusholding.com/Web/Stratus/EnDefault.aspx

[5] Stratus Group. Gallery/Other Projects. http://stratusholding.com/en/Gallery/24

[6] Stratus Group. Gallery/Other Projects. http://stratusholding.com/en/Gallery/24

[7] 20 minutos. “Chávez y sus polémicas alianzas”. 6 de marzo de 2013. https://www.20minutos.es/noticia/1749952/0/chavez/polemicas/alianzas-venezuela/

[8] Aporrea. “Más de 80 acuerdos entre Irán y Venezuela preceden visita de Chávez a Teherán”. 28 de julio de 2006. https://www.aporrea.org/actualidad/n81447.html

[9] Yelp. Clarity Trade & Finance. https://www.yelp.com/biz/clarity-trade-and-finance-gen%C3%A8ve-2

[10] Stratus International Contracting. http://www.stratusgc.com/Sp_main.aspx

[11] Pilatus Bank. http://www.pilatusbank.com/index.html

[12] El País. “Muere al estallar su coche una periodista que investigaba la corrupción del Gobierno maltés”. 17 de octubre de 2017. https://elpais.com/internacional/2017/10/16/actualidad/1508171781_570535.html

[13] The Guardian. “Authorities seize control of bank at center of Malta corruption scandal”. 22 de marzo de 2018. https://www.theguardian.com/world/2018/mar/21/iranian-banker-malta-corruption-scandal-money-laundering-charges


[15]  Martin Rodil, el hombre tras la investigación de EEUU sobre lavado de capitales Irán-Venezuela”. 16 de diciembre de 2016. https://www.bloomberg.com/news/videos/2016-12-12/meet-martin-rodil-washington-s-venezuela-fixer

[16] La Razón. “Irán maneja los bancos de Chávez”. 29 de septiembre de 2012. https://www.larazon.es/historico/6903-iran-maneja-los-bancos-de-chavez-ULLA_RAZON_490962#.Ttt1f6nXKFiNnSk