Mostrando entradas con la etiqueta Joaquin Guzmán Loera. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Joaquin Guzmán Loera. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de febrero de 2019

EE. UU. acusa a los hijos del Chapo Guzmán de delitos de narcotráfico

Por Maibort Petit
@maibortpetit

El gobierno de los Estados Unidos develó una acusación contra Joaquin Guzmán López y Ovidio Guzmán López en la cual se acusa de conspirar para distribuir e importar cocaína, metanfetamina y marihuana a los Estados Unidos. Los hermanos Guzmán López son los hijos de Joaquín Guzmán Loera,  quien fue condenado por un jurado en el Distrito Este de Nueva York por su papel como líder del Cartel de Sinaloa.

El anuncio fue hecho por el fiscal federal, Brian A. Benczkowski de la División de lo Penal del Departamento de Justicia y el Agente Especial a Cargo Scott Brown de la Oficina de Campo de Arizona de las Oficinas de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos.

Joaquín Guzmán López, de 34 años, y Ovidio Guzmán López, de 28 años, están acusados ​​formalmente de haber conspirado desde abril de 2008 o hasta abril de 2018, para distribuir cocaína, metanfetamina y marihuana desde México y otros lugares para su importación a los Estados Unidos 


martes, 12 de febrero de 2019

El Chapo Guzmán: Culpable

El Chapo se enfrenta a una condena obligatoria de cadena perpetua

Por Maibort Petit
@maibotpetit

    Un jurado de 8 mujeres y 4 hombres declaró culpable de 10 cargos a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera en un veredicto unánime que el gobierno de los Estados Unidos calificó como histórico y una gran victoria para la justicia norteamericana.
  A las 12 del medio día el panel de jurados avisó al juez que habían llegado a un veredicto. La nota firmada por el jurado 11 decía que la decisión estaba tomada. De inmediato, la fiscalía y la defensa se hicieron presentes en la sala repleta de periodistas. El fiscal del Distrito Este de Nueva York, Richard Donoghue entró con cara entusiasmada y mirando a su equipo con satisfacción.

  En la mesa de la defensa los rostros era apesadumbrados, pero el Chapo lucía inconmovible, serio, como si supiera de antemano lo que le esperaba. 

  Entró el jurado a las 12:26 PM y el juez Bryan Cogan anunció que leería el veredicto y que preguntaría individualmente si esa había sido su decisión. Seguidamente, el magistrado leyó la hora de veredicto anunciando la culpabilidad en los 10 cargos que son los siguientes:

-Participar en una empresa criminal continua

-Uso de armas de fuego

-Conspiración para lavar las ganancias de los narcóticos

-Conspiración de importación de cocaína

-Conspiración de distribución de cocaína

-Conspiración internacional para la fabricación y distribución de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana.

-4 Cargos por Distribución Internacional de cocaína

-Conspiración de lavado de dinero

Durante el juicio, los fiscales federales presentaron evidencias, incluyendo el testimonio de 14 testigos colaboradores; incautaciones de estupefacientes por un total de más de 130.000 kilogramos de cocaína y heroína; armas incluyendo AK-47 y un lanzagranadas propulsado por cohetes; libros de contabilidad mensajes de texto; videos; fotografías y grabaciones interceptadas, detalló la actividad de narcotráfico de Guzmán Loera y sus co-conspiradores durante un período de 25 años desde enero de 1989 hasta diciembre de 2014. 

  Guzmán Loera será sentenciado el 25 de junio 2019 y se prevé que sea condenado a cadena perpetua, tal como lo señalan las pautas de sentencia para su caso.


martes, 29 de enero de 2019

Juicio del Chapo: Defensa presenta un testigo que no estaba ligado al caso de Guzmán

Por Maibort Petit
@maibortpetit

El juicio de Joaquín Guzmán Loera llega a su fin en menos del tiempo del que había previsto la corte del Distrito Este de Nueva York. En la audiencia número 36, la defensa tomó menos de 30 minutos  para presentar su  único testigo que se trató de un agente del Buró Federal de Investigaciones (FBI) quien fue llamado al estrado para que explicara su rol en la obtención de una pieza de evidencia que ni siquiera era parte del caso de Guzmán, sino que pertenecía al expediente del narcotraficante Jorge Cifuentes, quien testificó  en calidad de testigo cooperante contra el acusado.
Cuando el abogado de Guzmán, Jeffrey Lichtman preguntó al agente del FBI, Paul Roberts si se había preparado para testificar el funcionario dijo que "no", porque dentro sus funciones no estaba la investigación del acusado sino de otros objetivos que era la familia de narcotraficantes colombianos Cifuentes Villa. 

Seguidamente, Lichtman preguntó si consideraba veraz lo que el agente escribió en sus notas cuando entrevistó a Jorge Cifuentes, (junto a los fiscales federales) y donde el testigo había asegurado que un oficial de inteligencia naval estadounidense (o colombiano) proporcionó información confidencial a Cifuentes de las acusaciones que cursaban en Estados Unidos en su contra  en el año 2010.

Otro aspecto que la defensa presentó al jurado fue una estipulación que pasó a formar parte de las evidencias donde Alexander Cifuentes había dicho (cuando habló con los fiscales) que  entre 2007-2013 Guzmán tenía una deuda por una suma de $ 20 millones.

La intención de la defensa con el testigo era demostrar que existen agentes corruptos norteamericano y que Guzmán sería víctima de una especie de conspiración de gobiernos de México y Estados Unidos que -inclusive- han protegido a Ismael "el Mayo" Zambada, quien siendo la cabeza del cártel de Sinaloa y quien nunca ha sido capturado por las autoridades. Este argumento -sin embargo- no podrá ser presentado en los argumentos finales de la defensa por una limitación dictada por el juez Bryan Cogan cuando aprobó una moción presentada por el gobierno para tal fin.

La fiscalía  sostuvo que el argumento de conspiración expuesto por la defensa es absurdo y especulativo y que los abogados no tienen ninguna evidencia para probar dicha tesis.

"La declaración del abogado defensor de que existe una conspiración entre los Estados Unidos y los gobiernos mexicanos para encubrir la corrupción del gobierno mexicano no solo son evidentemente falsos y sin ningún fundamento, también son absolutamente irrelevantes para la culpabilidad del acusado ", dice la moción del gobierno aprobada por Cogan.


El gobierno solicitó al juez no permitir a los abogados de Guzmán  argumentar en el cierre del juicio que los funcionarios estadounidenses conspiraron con México para encubrir la corrupción allí, en lo que se destacó el supuesto pago por parte del cártel de Guzmán de un soborno de $ 100 millones a el expresidente Enrique Peña Nieto en 2012.

El gobierno de Estados Unidos tardó 11 semanas y usó a 56 testigos para demostrar la culpabilidad de Joaquín “El Chapo” Guzmán. 

Este miércoles la fiscalía presentará los argumentos de cierre ante el jurado y a la defensa le tocará el día jueves.

Luego de despedir al jurado este martes, Cogan inició el proceso técnico de revisar la presentación de cargos junto a la fiscalía y los abogados.  Aunque el juez aspira que las deliberaciones del jurado se inicie el viernes es probable que las mismas se hagan el lunes.






miércoles, 16 de enero de 2019

El juicio de "El Chapo" Guzmán salen a relucir el general colombiano Oscar Naranjo

En la audiencia número 30 del juicio del Chapo Guzmán el testigo del gobierno y ex secretario del acusado describió escenas que parecían una película con las explicabas las andas con el supuesto líder del cártel de Sinaloa. 

Por Maibort Petit
@maibortpetit


Aguerrido y atemorizante, el abogado de Joaquín Guzmán Loera, Jeffrey Lichtman le preguntó al testigo de la fiscalía, Alex Cifuentes sí el había dicho a los fiscales en 2016 que el general colombiano, Oscar Naranjo, recibía "una mensualidad" a cambio de brindarle protección a su familia de narcotraficantes, a lo que testigo de la fiscalía respondió: "si señor". Seguidamente, sostuvo que cuando trabajaba con su hermano "Pacho" [Francisco Cifuentes] habría pagado a la Fuerza Aérea de Colombia un soborno de USD 50 mil para que mantuvieran al cártel familiar informado.

Durante el tercer día de testimonio de Cifuentes en el juicio de Joaquín Guzmán Loera, que se realiza en la Corte del Distrito Este de Nueva York, el abogado de la defensa buscó acabar con la credibilidad del testigo frente al jurado. Lichtman preguntó sí había estado con "Pacho" pagando sobornos a alguien que Cifuentes creía que era agente de la Agencia Antidrogas Norteamericana DEA en un restaurante cerca del aeropuerto colombiano, a lo que respondió: "Si. Mi hermano le hizo un regalo, era una cajita como de celular con dinero en efectivo". Continúo señalando que el agente de la DEA no estaba preocupado por lo que movía esa organización, en referencia al narcotráfico.

Traicionar al Joaquín significa la muerte

Cifuentes fue interrogado sobre unos supuestos negocios que habría planteado hacer con terceros a espalda de Joaquín Guzmán Loera, mediante el mecanismo el envío de cocaína fundida en jugos de plástico desde Colombia a Canadá, sin pasar por México con la mafia italiana. ¿Usted planeó hacer negocios sin el Sr. Guzmán? Preguntó Lichtman, y el testigo respondió: "Eso está mal interpretado, o mal escrito. Hacer negocios a espaldas de Joaquín sería ser asesinado".

El ex secretario de Guzmán afirmó que su hermano Jorge Cifuentes le pidió que colabora con la justicia estadounidense a través de una llamada de teléfono que le hizo desde la cárcel. Asimismo, confirmó que el Chapo le había dicho en una reunión que tuvieron en Culiacán que su hermano está cooperando en su contra en Estados Unidos y que en el marco de ese acuerdo le había dado la cuenta de Laura.

Dijo que Guzmán había autorizado a Jorge Cifuentes a colaborar a través del abogado del narcotraficante Daniel Barrera Barrera, alias "el Loco Barrera". ¿ Y Guzmán no lo asesinó por eso?, preguntó el defensor a lo que el testigo respondió: No me asesinó, me dijo que había otras formas de hacerlo. Él me alejó de su entorno. Joaquín estaba paranoico", dijo.

Un amparo

Contó Cifuentes que en 2013 fue arrestado en Culiacán bajo un falso nombre. Sostuvo que los agentes llegaron a su casa, se lo llevaron en un convoy a la ciudad de México. "Me golpearon en las Azucenas, no tenían orden de registro, ellos mintieron frente al juez" y usted, preguntó Lichtman peleó el caso alegando esas mentiras ¿cierto?, a lo que el testigo contestó: "Los abogados de Joaquín hicieron un amparo".

-¿Salió de la cárcel? acotó Lichtman.

 Cifuentes dijo: "Si. Luego del proceso".

_¿Usted se entrevistó con el Director del Crimen Organizado de México?

 Cifuentes: "Si, al inicio".

-¿Y le dió información sobre sus actividades delictivas, pero no todas, inclusive la que había en su acusación en EE. UU.? acotó Lichtman.

El testigo dijo: "Ellos me dieron la acusación de mi hermano Jorge. Yo les dije que ese no era yo, que a mi no me arrestaron en Venezuela. Que ese no era yo". 

Luego le dieron la suya -señaló el abogado- y le pidieron que identificara en una fotografía a Dámaso López Nuñez. Usted no se llevaba bien con él. Pensó que lo iba a matar, nombró a su abogado Granado y dijo que Guzmán lo había mandado.

Cifuentes respondió es un enviado de Joaquín Guzmán. 

Añadió que Oscar Manuel Gómez Nuñez es el abogado principal de Guzmán Loera.

Las escenas soñadas de la película del Chapo


Cifuentes sostuvo que en una reunión sostenida en 2012 en Culiacán con el productor de la película que Guzmán quería hacer sobre su vida, el acusado contó a la persona que lo entrevistaba que había sido  golpeado por el Ejército mexicano, y que además le habían amarrado los pies con una cuerda que a la vez colgaba de un helicóptero que  voló con el capo colgado para obligarlo a confesar dónde tenía las drogas.

Dice que Guzmán contó que cuando contó sobre ese arresto en Nayarit mostró al productor sus manos con las marcas de la golpiza que le habían dado con las culatas de los rifles de los militares.


Cuando Lichtman preguntó sí había visto las cicatrices en las manos
Cifuentes replicó: “No las miré”.


martes, 15 de enero de 2019

Juicio del Chapo: Testigo del gobierno asegura que Guzmán pagó USD 100 millones en sobornos al expresidente Enrique Peña Nieto

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Los pagos de sobornos millonarios al expresidente de México, Enrique Peña Nieto por parte de Joaquín Guzmán Loera para que este le diera protección y que se habrían concretado por un monto de USD 100 millones de dólares que fue entregado en octubre de 2012 a través de un tercero, fue el dato explosivo que surgió durante el interrogatorio que el abogado del acusado, Jeffrey Lichtman al narcotraficante y ahora testigo del gobierno de Estados Unidos, Alex Cifuentes.

Enrique Peña Nieto fue presidente desde 2012 hasta 2018.

Este martes fue el tercer día de testimonio en el juicio contra Guzmán dado por el narcotraficante, Alexander Cifuentes Villa, un colombiano que trabajó con el Chapo desde 2007 hasta 2013, y quien se convirtió en secretario y ayudante cercano del acusado.

Lichtman preguntó que al testigo si él había testificado ante los fiscales federales que el  ex presidente de México, Enrique Peña Nieto había solicitado al señor Guzmán USD 250 millones de dólares. ( Antes de aclarar la cifra, el defensor había dicho que era 250$). Cifuentes contestó: "Recuerdo el incidente pero no esa cantidad".

Lichtman volvió al asecho y repregunta y dijo eran 250 millones de dólares y Cifuentes sostuvo que quería corregir la cantidad porque no estaba seguro y sostuvo que fue un error que hubo en el monto del dinero que se entregó al presidente de México.

El testigo sostuvo que el dinero fue entregado a través de la comadre del Chapo llamada María y que un soborno aseguraría que el capo podría "continuar trabajando".

Ciufuentes sostuvo que el presidente le había solicitado a Guzmán y al Mayo Zambada una cantidad  y que él (el Chapo) había ofrecido otra cantidad, pero que no estaba seguro del monto. 

Ante la repregunta del defensor Cifuentes afirmó que "los USD 100 millones fueron llevados por la comadre María al presidente Peña Nieto en Ciudad de México".

El testigo dijo frente al jurado que Joaquín Guzmán le había dicho el asunto relacionado con el pago millonario de sobornos al expresidente mexicano.

La primera vez que Cifuentes habló de las coimas fue el 12 de abril  de 2016 cuando se reunió con los fiscales federales estadounidenses.

Haciendo referencia al testimonio de Cifuentes con los fiscales, Lichtman afirmó que Peña Nieto y los ex presidentes de México  habrían recibido cientos de millones de dólares en coimas de su organización.

El abogado del Chapo preguntó a Cifuentes sobre el testimonio que dio en noviembre de 2017 a los fiscales, cuando sostuvo que Peña Nieto supuestamente habría contactado a Guzmán para informarle que ya no tenía que  estar escondido si pagaba el dinero.

Lichtman sostuvo que Cifuentes dijo en tres reuniones en fechas diferentes con las autoridades estadounidenses, en 2016 y 2017, que la organización criminal había pagado $ 100 millones a Peña Nieto.  Pero advirtió que en una reunión de septiembre de 2018, su historia cambió. Comentó a los fiscales que había estado confundido acerca de la cantidad exacta del pago que Chapo había hecho.


El defensor del Chapo preguntó a Cifuentes sobre otra información que dió a los fiscales federales en 2016, según la cual el ex presidente Felipe Calderón recibió un soborno de una familia rival del narcotráfico, los Beltrán Leyva.

Sobre este aspecto,  Cifuentes dijo que no recordaba este incidente.

La campaña electoral de México 

Luego de un receso, Lichtman volvió al ataque y preguntó:¿Las elecciones de México son en noviembre?. Cifuentes dijo "No se".

Lichtman hizo mención a una información dada por Cifuentes a los fiscales en 2016 donde decía que Andrea Vélez Fernández envió fotos de unas maletas con dinero en el avión del consultor político J.J. Rendón, quien trabajaba para la campaña de Enrique Peña Nieto. 


Lichman confrontó a Cifuentes con notas de su testimonio en las que dijo que su ex asistente personal, Andrea Vélez Fernández, había trabajado para un consultor político, JJ Rendón.

Cuando preguntó si las maletas estaban en el avión de J.J Rendón el hombre dijo que no, que estaban en Ciudad de México.

Recuerdo la foto con las maletas llenas de dinero.

 El abogado no volvió a repreguntar. 

Lichtman comentó a Cifuentes si los aviones diplomáticos no debían pasar por las aduanas, y que entonces "esa era una vía para enviar dinero".

El testigo dijo nuevamente" "Andrea me mandó unas fotos con unas maletas llenas de dinero en DF".

Lichtman cuestionó: ¿Durante la campaña esas maletas llenas de dinero estaban destinadas al presidente Peña Nieto? y Cifuentes respondió: "No sabría decirle".

Andrea Vélez, cuyo trabajo principal era ser asistente personal de Cifuentes, un narco cercano a Guzmán Loera, dirigía también una agencia de modelos en la Ciudad de México. 

Cifuentes sostuvo que Guzmán había intentado pagar un soborno de 10 millones de dólares a un "general de la nación" mexicano de alto rango, pero la coima fue rechazada "porque al oficial odiaba mucho" al Chapo.

Cifuentes fue detenido en 2013 en México y extraditado a los Estados Unidos. Se declaró culpable de cargos de narcotráfico y entró en un acuerdo de cooperación con el gobierno de los Estados Unidos. Esta es su primera testificación en corte.








lunes, 14 de enero de 2019

El Chapo Guzmán se refería a Hugo Chávez como "el Loco", salen a relucir los negocios de Venezuela con el cártel de Sinaloa

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Cuando el antiguo secretario de Joaquín Guzmán Loera y ahora testigo del gobierno, Alexander Cifuentes, explicaba al jurado los métodos que ensayó el cartel de Sinaloa para enviar cocaína desde Colombia y Ecuador a México, apareció el nombre del expresidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, a quien el Chapo se refería como "el Loco", dejando claro que desde Venezuela enviaban cocaína a México a partir de 2008. 
El jurado escuchó cuando el Chapo Guzmán pedía ayuda a su asociado Antonio alias "Toño" para que le buscara una pista de aterrizaje clandestina en República Dominicana para recibir la droga que era enviada desde Venezuela a México.

Cifuentes describió los detalles de la solicitud hecha por Guzmán Loera a Toño quien vendía la droga del acusado en Nueva York. En una conversación, el capo pidió que le ayudara a ubicar "la rayita" en República Dominicana para poder hacer el transporte desde "el Loco".

"Toño" le dijo al Chapo que estaba buscando el lugar y que le diera unos días para responderle. Guzmán le insistió en que necesitaba su ayuda para conseguir un “lugarcito ¿No puede rentar algo por allí para que llegue el mueble (avión) y de allí  brinca para el Loco?”.

Cuando la fiscalía preguntó a Cifuentes a quién se refería el acusado cuando decía "Loco", Cifuentes respondió que se trataba de Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, "nosotros lo llamamos loco Chávez", respondió el testigo.

En el audio presentado como evidencia en el caso contra Guzmán se escucha a Toño comentar al Chapo que poseía un contacto en Panamá que tenía el control y que podía recibir y sacar drogas. Guzmán le pidió averiguar más detalles y le informó que podía enviar a alguien para coordinar. 

A pesar de la insistencia de "Toño" de desviar la conversación con Guzmán a otro tema, el acusado le insistía en la urgencia de conseguir el lugar en República Dominicana para poder recibir el cargamento de Venezuela.

Toño le dijo que los vecinos estaban allí  y “El Chapo” le preguntaba si por allá "fumigaban la caña" y "Toño" respondió "aquí todo es por goteo".

— ¿Allá no se fumiga? —repreguntó el Chapo— ¿cómo no van a fumigar? Tiene que haber fumigación. 

— Deje que mañana le averigüe —fue la respuesta de Cifuentes.

"Toño" le pidió al Chapo que enviara cocaína a Nueva York, ya fueran 50, 100 o 200, “lo que sea”, a lo que Guzmán le respondió: “La cosa es que ahora no tengo, espéreme un tan tin".

Guzmán volvió a insistir en que consiguiera “la rayita” (pista de aterrizaje).

Alexander Cifuentes contó a la fiscalía que Guzmán Loera necesitaba con urgencia la pista de aterrizaje en República Dominicano para empezar a realizar envíos desde Venezuela a México. 

"Toño" le comentó nuevamente que lo haría y le advirtió que debía recordar que tenía un contacto en Panamá “que vivía allá, pero que era colombiano”.




miércoles, 12 de diciembre de 2018

Juicio del Chapo: Testigo de la fiscalía devela corrupción en petrolera estatal mexicana

Por Maibort Petit
@maibortpetit 

El testigo de la fiscalía, Jorge Milton Cifuentes Villa reveló frente al jurado este miércoles que a finales de 2007 un grupo de narcotraficantes mexicanos habían sostenido una reunión con  Joaquín el Chapo Guzmán y que se había discutido usar los barcos tanqueros de petrolera estatal mexicana PEMEX para buscar cocaína a Ecuador y llevarla a México, tratando de hacerlos pasar como envíos de petróleo que se descargaría en la refinería ubicada en la costa  pacífica.

Cifuentes Villa está testificando contra Guzmán en el juicio que se celebra en una corte federal de Nueva York. En su explicación sobre el encuentro, ocurrido a finales de 2007, y al cual asistió junto a Dámaso López Núñez, alias “Licenciado”, Ismael "el Mayo" Zambada, Joaquín Guzmán, Vicente Zambada y  el representante de PEMEX, Luis Alfonso Acosta se discutió cómo se harían los envíos, que al final no se concretaron porque el Chapo decidió usar barcos atuneros y tiburoneros en lugar de los tanqueros petroleros para llevar la cocaína desde Ecuador a México y luego transportarla por tierra a Estados Unidos.

En el encuentro entre el exlíder del cártel de Sinaloa y el ejecutivo de Pemex se discutió cómo sería la logística y se acordó que los barcos saldrían de México a recoger el crudo a Ecuador y la cocaína y luego el petróleo sería descargado en la refinería mexicana Lázaro Cárdenas.

Ciefuentes Villa dijo que hubo una segunda reunión donde se discutió el uso de los buques petroleros en Culiacán, en las montañas del triángulo dorado. Comentó que Vicente Zambada, hijo de uno de los  líderes del cártel Sinaloa, Ismael "el Mayo" Zambada era la persona que tenía contactos con PEMEX y que finalmente no se realizaron los envíos en dichas embarcaciones. Al respecto sostuvo que el Chapo tenía unos barcos en Perú y fueron esos los navíos que se usaron.


lunes, 10 de diciembre de 2018

Juicio del Chapo: Tirso Martínez Sánchez explica al jurado cómo Guzmán envío drogas en trenes a EE. UU.

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Tirso Martínez Sánchez, extraditado a los Estados Unidos en diciembre de 2015 fue el testigo que durante la jornada matutina de este lunes, se sentó en estrado para rendir su declaración ante el jurado que habrá de emitir su veredicto en el proceso judicial que en la corte federal en Brooklyn se le sigue a Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, acusado de delitos de narcotráfico.  El testigo dio a conocer cómo el cartel capitaneado por el acusado, utilizaba trenes para enviar drogas a Chicago.


Ante los presentes en la corte de Nueva York contó que coordinó entre ocho y diez envíos de drogas a los Estados Unidos, cada uno ellos con cargas de entre 1.200 y 1.800 kilos de cocaína valorados en aproximadamente unos USD 30 millones que fueron distribuidos en Chicago.

Por esta actividad al servicio de la organización del Chapo Guzmán, Martínez Sánchez confesó que habría ganado entre USD 200.000 y USD 300.000 por envío.

El testigo del gobierno también refirió en su testimonio un evento ocurrido con quien era su jefe en el cartel de Juárez, un individuo al que apodaban “El Flaco” Quirarte, quien se habría disparado en la cabeza en 1998 o 1999. El hombre habría sobrevivido, pero perdió la memoria y su trabajo en el cartel.

Martínez narró que el Flaco "Estaba borracho, estaba drogado y un patrullero lo detuvo. No se detuvo, sino que huyó. Llamó a Álvarez Tostado —otro miembro del cartel— y le dijo: 'Compadre, no voy a dejar que me atrapen, yo me voy a matar".

Según los hechos narrados por Martínez Sánchez ante los miembros del jurado, “El Flaco” se disparó luego de la muerte del líder del cartel de Juárez, Amado Carrillo, cuando se practicaba una cirugía plástica. Explicó que ante el deceso de este hombre, asumió el control el hermano de Amado, de nombre Vicente, en manos de quien la organización se fusionó con el cartel de Sinaloa, convirtiéndose ambos carteles en una sola organización.

El testigo de la fiscalía encabezaba una organización que importó, transportó y distribuyó varias toneladas de cocaína a los EE. UU. y Europa. Los narcóticos provenían de Colombia y, a través de México los introducía por tierra al territorio norteamericano por la frontera de los estados de California y Texas. Este narcotraficante poseía grandes centros de distribución en importantes ciudades de los Estados Unidos. Igualmente, se valía a compañías de fachada para comprar o arrendar o comprar bienes legítimos que servían para enmascarar los envíos de la droga[1].

Las autoridades de Estados Unidos estiman que Martínez Sánchez, a quien se le conoce también como “El Futbolista” por haber usado parte del dinero obtenido de su actividad criminal para comprar varios equipos de fútbol en México, importó, transportó y distribuyó entre 2000 y 2003, unas 76 toneladas métricas de cocaína a los Estados Unidos.

Igualmente, este narcotraficante especializado en el transporte de la droga sirvió a varios narcotraficantes importantes entre quienes se encuentran, además de Joaquín Guzmán Loera, los integrantes del cartel de Juárez, miembros de la Federación y los traficantes colombianos Víctor y Miguel Mejía-Munera.

En el caso que del Chapo Guzmán, a Tirso Martínez se le señala de haber transportado miles de kilos de cocaína del Cartel de Sinaloa, los cuales eran enviados a los Estados Unidos.

La labor de este testigo se habría caracterizado por el uso de transporte férreo, tracto camiones y otro tipo de vehículos para darle entrada a la droga a ciudades  de EE. UU. como Los Ángeles, Nueva York y Chicago, donde , además, se encargaba de coordinar su almacenamiento y distribución en esas localidades.

Previo al inicio de la sesión de este lunes que abre la quinta semana de juicio había gran expectativa acerca del testimonio de Martínez Sánchez en virtud de que se esperaba aportara elementos y nuevos detalles acerca de los medios utilizados por la organización de “El Chapo” Guzmán para introducir la droga a los Estados Unidos.

viernes, 7 de diciembre de 2018

'Chupeta' el narco que acaparó la atención del jurado en el juicio del 'Chapo' Guzmán

Por Maibort Petit
@maibortpetit


Ni siquiera el acusado, Joaquín “el Chapo” Guzmán, parpadeaba cuando desde el estrado, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, hablaba al jurado con un lenguaje directo y preciso. Con cada respuesta que daba aquel hombre de rostro desfigurado e implacable crueldad, despertaba emociones encontradas en los presentes en la corte. Como si fuera de un hecho rutinario se tratara, el exlíder del cártel del Norte del Valle explicó cómo había ordenado asesinar a quienes estimaba lo habían traicionado y, sin reparo alguno, confesó que él mismo le había disparado con una pistola a uno de sus enemigos. El descarnado relato de este criminal que lleva preso en Estados Unidos más de 11 años, despertó la curiosidad de muchos y les cambió el semblante a los jurados que tendrán que emitir un veredicto de culpable o no culpable con relación a Guzmán Loera.
Esta es la cuarta semana del juicio. Ya han pasado por el estrado cuatro testigos cooperantes de la fiscalía, a saber, Jesús “el Rey” Zambada, Miguel Ángel Martínez Martínez alias “el Gordo”, Juan Carlos  Ramírez (a) “Chupeta” y  Germán Rosero (a) "el Barbas”.  Los testimonios han sido desgarradores y han dejado ver que los carteles de la droga no tienen límites en sus perversiones para lograr el cometido de vender sus productos en Estados Unidos. Los relatos de los testigos cooperantes han puesto en discusión la naturaleza de los acuerdos que el gobierno estadounidense establece con los delincuentes que deciden hablar “sapear” a los jefes de las organizaciones criminales para lograr una condena menor a la estipulada en las leyes antinarcóticos.

Chupeta fue sin duda alguna el testigo que más controversia causó en  el juicio esta semana. Parecía un personaje de una película de terror. Vestido con abrigo de invierno, guantes y jeans, Ramírez Abadía lucía como si sufriera un resfriado. En el estrado tenía muchas servilletas, y solía toser frecuentemente. De vez en cuando corregía a los intérpretes que a todas luces no manejan los términos usados en Colombia y México. Chupeta se mostró implacable, duro y definía una línea entre su vida de criminal y la de testigo. Hablaba de un antes y de un ahora y respondía al abogado de la defensa, William Purpura, llegando incluso a desmentirlo en varias ocasiones y colocándolo contra las cuerdas.

Uno de los momentos en los que Chupeta desarmó a Purpura fue cuando el diligente abogado lo interrogó sobre unos libros de contabilidad que dejaban claras las finanzas del cártel del Norte del Valle. 


Se hizo patente que Ramírez Abadía tenía conocimientos de economía. Ante una de las preguntas, el testigo le dijo a la defensa que en contabilidad una cosa eran los ingresos que llegaban a la caja mayor y otra eran los gastos, y con una explicación técnica el narcotraficante hizo que el togado cambiara su estrategia, que a todas luces era lograr que el cooperante confesara cuánto en total había pagado para matar a 150 de sus enemigos. Chupeta respondió que no tenía la cifra exacta en la cabeza, pero admitió que ciertamente había pagado miles de dólares por matar a sus enemigos. 

Ramírez Abadía respondió afirmativamente cuando Purpura le preguntó por unos asesinatos ocurridos en Brooklyn y Nueva Jersey, y por los cuales se declaró culpable. Primero refirió el homicidio de un sujeto llamado Vladimir Biegelman ocurrido en Brooklyn, Nueva York, en 1993 y que supuestamente habría estado relacionado con el cartel de Chupeta.

Otra pareja fue asesinada en Nueva Jersey, muerte que habría sido ordenada por el ahora testigo de la fiscalía. El móvil del asesinato fue supuestamente el robo de mercancía (cocaína) que estaba en unas bodegas. También habría suministrado información a las autoridades norteamericanas. Purpura mencionó a otra víctima de Chupeta en Nueva York para la misma época.

Entre los asesinatos detallados en el juicio, Ramírez Abadía respondió afirmativamente cuando se le preguntó por la muerte de uno de sus enemigos en Colombia, quien fue asesinado por los sicarios de Chupeta junto a 12 de sus sicarios, tras ser convocados por el exlíder del cártel del Norte del Valle a una finca para tratar asuntos relacionados con el narcotráfico.

Chupeta contó que había vivido en Estados Unidos y había montado su estructura en varias ciudades, entre las que mencionó Nueva York, Miami, Los Ángeles, Chicago y Houston. En un momento de su testimonio hizo reír a la audiencia cuando sostuvo que en los años ‘80 había vivido en Miami y había estudiado inglés "no recuerdo si era un college o universidad" y aprovechó "para tratar de vender cocaína". 

Otro asunto que hizo sonreír al jurado fue cuando se le preguntó si era ingeniero y había construido los submarinos con los cuales había enviado toneladas de cocaína a México. Chupeta le aclaró a Purpura que él no era quien había construido los sumergibles, "no soy ingeniero, lo que yo cree fue el método para usar submarinos para transportar mi cocaína desde Colombia a México".

Según las cuentas de la defensa y del mismo Chupeta, se habría transportado unas 40 mil toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos, para lo cual habían usado al cártel de Sinaloa y otras organizaciones mexicanas, entre las cuales estaba el cártel de los Arellano Félix.

Chupeta explicó por etapas cómo había enviado su cocaína a los mexicanos. Entre los transportes utilizados destacó los aviones pequeños, lanchas rápidas, submarinos y embarcaciones camaroneras y atuneras, trenes y camiones.
Con detalles asombrosos, reseñó que manejaba el mercado y manipulaba la ley de la oferta y de la demanda. Cuando veía que la cocaína bajaba de precio en Nueva York, escondía la droga en sus bodegas y esperaba que los consumidores aumentaran sus solicitudes para vender con un precio más alto. Alardeó de que su cocaína era la mejor, con una óptima calidad.

Una de las cosas que se pudieron apreciar fue la petulancia con la que habla Chupeta de sus hazañas. Dijo, por ejemplo, que fue el primer narcotraficante a quien se le ocurrió enviar cocaína a México en un submarino, en usar las lanchas rápidas e, inclusive, en usar la ruta del Pacífico sur y hacer entregas de drogas en altamar.

Ramírez Abadía aseguró ante el jurado que había sostenido una larga relación comercial con Joaquín Guzmán Loera, la cual comenzó en la década de los ’90. Indicó que le había pagado un porcentaje superior al que pagó a otros carteles por el hecho que el Chapo era más rápido y más eficaz. De hecho, comentó que había quedado impresionado cuando negoció con el acusado los primeros envíos, por el profesionalismo con el que atravesaba la frontera y llevaba su cocaína a Los Ángeles.

“Chupeta” se logró convertir en un hombre muy rico. Su fortuna superó los 1.800 millones de dólares, cantidad esta que en su integridad había sido lograda con la venta  y producción de cocaína (400 toneladas). 

Chupeta confirmó que donó más de medio millón de dólares para la campaña presidencial de Ernesto Samper, a modo de asegurar que durante su gobierno no fuera extraditado a Estados Unidos.
Asimismo, respondió positivamente cuando el abogado del Chapo le preguntó si había sobornado a periodistas colombianos de "televisión, periódicos" para que no publicaran información que le perjudicara. "Correcto. Hacía pagos de corrupción a la prensa", acotó. 

Igualmente dijo que había dado obsequios a los agentes de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) en Colombia. Según Ramírez Abadía les enviaba prostitutas y regalos, incluidos apartamentos, a través de policías colombianos y de unos agentes de la Unidad Especial de Investigación SIU-DIJIN que trabajaban con los federales. "Los agentes estadounidenses nunca recibieron dinero", aclaró.

En el décimo día del juicio, Ramírez Abadía explicó cómo funcionaba el cártel del Norte Del Valle. En su larga exposición, el testigo comentó que había trabajado directamente con Guzmán Loera y que también había proveído droga a otros carteles, incluyendo el cártel de los hermanos Arellano Félix contra quien Guzmán y la organización criminal sinaloense habían librado una cruenta guerra que dejó varios muertos.


Las Juanitas

Igualmente, Juan Carlos Ramírez Abadía hizo referencia a la manera cómo había organizado 10 operaciones que denominó "Juanitas", las  cuales tuvieron lugar entre 2002 y 2005. Explicó que esos envíos se registraron en un libro de contabilidad que fue mostrado por los fiscales al jurado este lunes. Dichas evidencias fueron aceptadas por el juez Brian Cogan, a pesar de la protesta de la defensa que había solicitado durante la mañana una moción para que en el juicio de Guzmán no entraran testimonios de operaciones a ocurridas después del año 2004.

En las planillas mostradas por los fiscales aparecen los registros de ganancias de cada operación, quiénes eran los responsables de la inversión y del recibimiento de la mercancía. El cártel de Sinaloa y Guzmán aparecían repetidamente en las planillas.

Juanita 1: Se exportó exitosamente a Estados Unidos entre 3.600 a 3.800 kilos.

Juanita 2: 6.465 kilos de cocaína, fue recibida por Beltrán Leyva y su lugarteniente, Álvaro Paleo alias "Olfato". En  el registro de este envío, Chupeta usaba un código para sí mismo: Yamilet. En este envío el cártel de Sinaloa invirtió 3 mil kilos de cocaína.

Juanita 3, llevó 6.485 kilos de cocaína y el Juanita 4, contenía 8 mil kilos de droga de los cuales, 3 mil eran del Chapo cuyo código en los reportes de contabilidad era CHA.

Juanita 4 con 8 mil kilos de cocaína salió de Colombia y regresó porque fue abordado por la Guardia Costera de los Estados Unidos y aunque no lograron detectar la droga, Ramírez Abadía prefirió cambiar la embarcación por otra, lo cual incrementó en unos USD 60 el kilo de cocaína.

Juanita 5 llevaba 10 mil kilos de cocaína que fue recibido en México por Beltrán Leyva y Olfato. Juanita 6 llevaba 10 mil kilos de los cuales el cártel de Sinaloa tenía una inversión de 2.500 kilos.

Juanita 7  fue enviada desde Venezuela y recibida por Nacho Coronel en México. El cártel de Sinaloa tenía una inversión de 2.500 kilos.

Juanita 8  fue coordinada desde Brasil llevaba 10.250 kilos de cocaína, mientras que Juanita 9 transportaba 12 mil kilos. Juanita 10 eran 3200 kilos.

De las 10 operaciones, 7 llegaron a México y de allí eran transportadas a los Estados Unidos exitosamente, mientras que 3 fueron incautadas por las autoridades en alta mar (Juanita 8, 9 y 10). "Eso fue una tragedia para mí como narcotraficante, me habían confiscado 22.500 kilos de cocaína en las embarcaciones pesqueras".







miércoles, 5 de diciembre de 2018

Juicio Chapo Guzmán: Testigo de la fiscalía asegura que Guzmán tenía un fusil AK-47 enchapado en oro con piedras preciosas

Por Maibort Petit
@maibortpetit

El testigo de la fiscalía y ex abogado del cártel del Norte del Valle, Germán Rosero aseguró haber visto a Joaquín el Chapo Guzmán portando un fusil AK-47 enchapado en oro y con incrustaciones de  piedras preciosas. El ex narcotraficante, quien testificó ante el jurado de Nueva York, sostuvo que se había reunido entre 6 ó 8 veces con el acusado y que los encuentros eran en las montañas, en ranchos que no eran muy lujosos.
Rosero informó al jurado que se había conversado con Guzmán a finales de febrero de 2002 fue a verlo en una casa finca en Culiacán y que ese encuentro se había dado gracias a los oficios de Alfredo Vasquez que era uno de los hombres de Guzmán que ahora está en prisión. Comentó que desconocía de quién era propiedad donde se reunieron.

"Ese rancho tiene una puerta de madera muy bonita" y se encuentra en las montañas en la sierra, en el llamado "Triángulo dorado", conformado por los estados de Sinaloa, Durango y Chihuaha. El encuentro fue en una palapa, término usado para describir a una enramada. 

Señaló que él estaba cumpliendo una orden de Sergio Ramírez y Juan Carlos Ramírez para que hablara de envíos de cocaína y le dijeron que Guzmán era muy efectivo en el transporte de drogas desde México a Estados Unidos. Rosero dijo que le había comunicado al acusado que querían enviar unos 2 mil kilos de cocaína por lanchas rápidas y que la droga fuera recibida en la playa.

Acotó que en ese momento, se había ordenado desde Colombia que la droga del cártel del Norte del Valle solo fuera llevada a México y no Estados Unidos "Solo hablamos de la intención y que luego haríamos el envío".

Hubo otras reuniones y conversaciones teléfonos con Guzmán y contó que luego se habían mandado exitosamente algunos de los cargamentos. En julio de 2002 llegó exitosamente la droga a México.

Rosero alias "Barbas" aseguró que en otra de esas ocasiones  que se juntó con Guzmán fue en el rancho de los hermanos Beltrán Leyva. En ocasiones el acusado vestía traje camuflado.


Resaltó que en 2002 llevó a cabo algunos negocios con "El Chapo" y, en específico, hizo mención a tres envíos, los cuales oscilaban entre 3.600 y 5 mil kilos, cada uno. Indicó que por las 10 o 12 toneladas enviadas, se habría pagado una suma que iba entre los 80 y 90 millones de dólares.

El testigo explicó que a un envío de cocaína en julio de 2002 a Colombia, se le bajó el precio, porque de los 2 mil kilos que debía contener, 600 no estaban reoxidados, lo que indicaba que la droga no tenía el 100 por ciento de pureza. Entonces, el costo del kilo pasó de 6 mil dólares a 5.500.

Por otra parte, Rosero hizo mención a que dentro de los roles que cumplía para la organización le tocaba enviar el dinero de las drogas a Colombia. Los dólares americanos se enviaban en avión Cessna propiedad del "Chapo", y según la explicación fue construido con fibra de carbón que le permitía pasar desapercibido por los satélites.

El avión viajaba según el testigo el subida sobre unas pistas de tierra construidas en la montaña y para despegar el piloto ubicaba la aeronave en bajada, lo cual le permitía lograr mayor seguridad.

Secuestro ordenado por el Chapo

Durante el interrogatorio de la fiscalía, Germán Rosero confirmó que  en ciudad de México 'el Chapo' Guzmán había ordenado el secuestro de dos hombre del cártel del Norte del Valle liderado por Juan Carlos Ramírez Aladía. "Por un error del 'Gordo' ordenaron el secuestro de Juan Carlos Ortiz Escobar 'Cuchilla' y de Sergio Ramírez 'Pechuga'.


El juicio continúa el jueves con la declaración de agentes de la DEA y personas que hacen parte de grupos de investigación.

martes, 4 de diciembre de 2018

"El Barbas" un abogado y ex narcotraficante colombiano testifica contra el "Chapo" Guzmán

Por Maibort Petit
@maibortpetit

Durante la jornada número 11 del juicio de Joaquín el Chapo Guzmán la fiscalía presentó un cuarto testigo de importancia, se trata de Germán Rosero, alias “Barbas" un abogado colombiano que sirvió de enlace al cártel del Norte del Valle, encabezado por Juan Carlos Ramírez Abadía con el cártel de Sinaloa del cual el acusado es uno de líderes principales.

Cuando se inició el testimonio del hombre, quien llegó vestido con traje oscuro y cortaba roja intensa y entró caminando por la puerta principal de la sala, la fiscalía le pidió identificar a Guzmán Loera a quien inmediatamente miró pero sorpresivamente el abogado del Chapo, Eduardo Balarezo y el mismo demandado se levantaron estrepitosamente de las sillas y el defensor dijo "este es". 

Según explicó Rosero tenía una relación con uno de los lugartenientes de Ramírez Abadía, alias Chupeta, desde que era muy joven, llamado Sergio Ramírez. Dijo además que había conocido a Chupeta en la universidad cuando el ex líder del cártel del Norte Del Valle estudiaba economía y él derecho.

Rosero, quien se entregó voluntariamente a la justicia estadounidense sin que las autoridades lo estuviesen buscando, explicó que su trabajo en la organización criminal colombiana era hacer los enlaces con el cártel sinaloense para coordinar los envíos de cocaína desde Colombia a México.

El testigo aseguró que se inició su trabajo con el cártel del Norte del Valle  en 1996 hasta diciembre de 2006. Explicó que anteriormente se desempeñaba como defensor publico para el gobierno de Colombia, y luego de haber sufrido un atentado pidió protección a Sergio Ramírez y a su jefe Chupeta quienes le dieron seguridad y le ofrecieron un trabajo como abogado.

Explicó el testigo que Sergio Ramírez y otro sujeto de nombre  Laureano Ramírez eran los encargados de coordinar los envíos de cocaína a México. Aseguró además que la primera vez que fue a México a negociar cocaína sostuvo reuniones con Arturo Guzmán, hermano del Chapo, Ismael Mayo Zambada, Rey Zambada,  Hector Beltrán, Ignacio Nacho Coronel.

Según contó en Marzo de 1998 habría viajado a Acapulco para sostener un encuentro con las principales cabecillas del cártel de Sinaloa para cuadrar cómo y dónde se recibirían los envíos de cocaína. 

Rosero explicó que Chupeta junto a Víctor Patiño hizo un intento de colaborar con la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA) y para ello habían acordado hacer unos positivos, que es como se denomina a las operaciones que buscan entregar rutas y personas a las autoridades. Así, en  marzo de 1998 se fue Acapulco a proponerle a las cabezas del cartel la venta de 3 mil kilos de cocaína, 2000 kilos serían vendidos en la playa a un precio más bajo pero que quitaba el riesgo a los narcotraficantes colombianos y 1000 kilos que serían enviados a Estados Unidos. No obstante, casi todos con los que se reunió rechazaron el acuerdo. El único que loa aceptó fue Nacho Coronel. En ese momento, dijo, no se reunió con el Chapo Guzmán porque este estaba preso y quien se encargaba de conversar por él era su hermano Arturo Guzmán.

Durante su testimonio el hombre dijo que en 1997 había pagado sobornos para que los congresistas aprobaran la figura de la extradición sin retroactividad, lo cual se logró exitosamente.

Rosero trabajó con Ramírez Abadía hasta 2001 cuando compró una finca de producción de leche y regreso a trabajar como abogado. A pesar de ello, los líderes del cartel del Norte del Valle lo llamaron nuevamente a sus filas y en 2002 regresó a México, esta vez a Cancún a donde se volvió a reunir con Nacho Coronel para reiniciar los envíos de cargamento de cocaína.

Rosero acordó entregarse al gobierno de Estados Unidos en 2008, porque había escuchado que tenía cargos, pero resultó que no había sido acusado. Luego de su entrega, se declaró culpable de delitos de narcotráfico y lavado de dinero en Miami en 2009.

Fue designado por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en la lista OFAC lo que le trajo problemas en Colombia y a nivel de sus cuentas. 

Rosero continuará su testimonio el día miércoles.



lunes, 3 de diciembre de 2018

Juicio del Chapo Guzmán: Narcotraficante 'Chupeta" asegura que envió 10 mil kilos de cocaína al cártel de Sinaloa desde Venezuela

Por Maibort Petit
@maibortpetit

El ex narcotraficante colombiano, Juan Carlos Ramírez Abadía, alias “Chupeta”, dijo durante su testimonio en el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, que en 2004 envió un cargamento de 10 mil kilos cocaína desde Venezuela a México por vía marítima, una droga que —según afirmó— pertenecían al cártel de Sinaloa.

Ramírez Abadía, quien es testigo del gobierno de Estados Unidos en el juicio de Guzmán Loera, busca probar la vinculación del Chapo con el cártel de Sinaloa y convencer al jurado de la enorme actividad criminal del acusado, la cual incluye 18 años de negocios con "Chupeta".

El exnarcotraficante preso en Nueva York desde su extradición en 2007, aseguró que huyó a Venezuela porque había una presión muy fuerte para extraditarlo a los Estados Unidos. "El gobierno norteamericano había ofrecido una recompensa de USD 5 millones por mi captura y lo habían hecho público con una foto mía", recordó a la vez que advirtió que había tratado de sobornar a varios agentes de la Agencia Antidroga DEA que operan en la Embajada de los Estados Unidos en Colombia, a través de unos agentes de la Unidad Especial de Investigación SIU-DIJIN que trabajaban con los federales. "Los agentes estadounidenses nunca recibieron dinero", aclaró.

Cómo funcionaba su cártel

En el décimo día del juicio, Ramírez Abadía explicó cómo funcionaba el cártel del Norte Del Valle. En su larga exposición, el testigo comentó que había trabajado directamente con Guzmán Loera y que también había proveído droga a otros carteles, incluyendo el cártel de los hermanos Arellano Félix contra quien Guzmán y la organización criminal sinaloense habían librado una cruenta guerra que dejó varios muertos.

Las Juanitas

Igualmente, Juan Carlos Ramírez Abadía hizo referencia a la manera cómo había organizado 10 operaciones que denominó "Juanitas", las  cuales tuvieron lugar entre 2002 y 2005. Explicó que esos envíos se registraron en un libro de contabilidad que fue mostrado por los fiscales al jurado este lunes. Dichas evidencias fueron aceptadas por el juez Brian Cogan, a pesar de la protesta de la defensa que había solicitado durante la mañana una moción para que en el juicio de Guzmán no entraran testimonios de operaciones a ocurridas después del año 2004.

En las planillas mostradas por los fiscales aparecen los registros de ganancias de cada operación, quiénes eran los responsables de la inversión y del recibimiento de la mercancía. El cártel de Sinaloa y Guzmán aparecían repetidamente en las planillas.

Juanita 1: Se exportó exitosamente a Estados Unidos entre 3.600 a 3.800 kilos.

Juanita 2: 6.465 kilos de cocaína, fue recibida por Beltrán Leyva y su lugarteniente, Álvaro Paleo alias "Olfato". En  el registro de este envío, Chupeta usaba un código para sí mismo: Yamilet. En este envío el cártel de Sinaloa invirtió 3 mil kilos de cocaína.

Juanita 3, llevó 6.485 kilos de cocaína y el Juanita 4, contenía 8 mil kilos de droga de los cuales, 3 mil eran del Chapo cuyo código en los reportes de contabilidad era CHA.

Juanita 4 con 8 mil kilos de cocaína salió de Colombia y regresó porque fue abordado por la Guardia Costera de los Estados Unidos y aunque no lograron detectar la droga, Ramírez Abadía prefirió cambiar la embarcación por otra, lo cual incrementó en unos USD 60 el kilo de cocaína.

Juanita 5 llevaba 10 mil kilos de cocaína que fue recibido en México por Beltrán Leyva y Olfato. Juanita 6 llevaba 10 mil kilos de los cuales el cártel de Sinaloa tenía una inversión de 2.500 kilos.

Juanita 7  fue enviada desde Venezuela y recibida por Nacho Coronel en México. El cártel de Sinaloa tenía una inversión de 2.500 kilos.

Juanita 8  fue coordinada desde Brasil llevaba 10.250 kilos de cocaína, mientras que Juanita 9 transportaba 12 mil kilos. Juanita 10 eran 3200 kilos.

De las 10 operaciones, 7 llegaron a México y de allí eran transportadas a los Estados Unidos exitosamente, mientras que 3 fueron incautadas por las autoridades en alta mar (Juanita 8, 9 y 10). "Eso fue una tragedia para mí como narcotraficante, me habían confiscado 22.500 kilos de cocaína en las embarcaciones pesqueras".

Los submarinos

Luego de esas confiscaciones decidió cambiar el transporte "de pesqueros a submarinos" que viajan sumergidos en el mar y que no eran fáciles de detectar ni por los aviones ni por las fragatas de las autoridades. Logró entregar al cártel de Sinaloa entre 8 a 10 submarinos cargados con entre 4.000 y 5.000 kilos de droga, aproximadamente.

Cuando empezaron a confiscar los submarinos regresó a los aviones pequeños de pistón llamados entre ellos “cometas”, los cuales salían de Colombia y llegaban a Centroamericana, específicamente a Guatemala, desde donde el cártel de Sinaloa recogía la carga y la llevaba a Estados Unidos.

Cada avión “cometa” llevaba entre 600 a 800 kilos de cocaína. Chupeta dijo que envió unos 10 aviones con cargamento en esta etapa de su carrera criminal, pero no todos llegaron a ser “coronados”, sino que algunos fueron interceptados.

Por último, dijo que había enviado droga a Estados Unidos, con el cártel de Sinaloa por trenes. Debido a las confiscaciones había una demora en el pago de la cocaína por parte de la organización de Guzmán y, por ello, utilizaron la vía de los trenes, pero un cargamento que se envió en una carga de aceite vegetal a Nueva York en 2003, también fue confiscada por las autoridades. En encargado de este envío era Tilso Martínez alias "el Futbolista", a quien Ramírez había conocido en los años 1990-1991 en Ciudad de Juárez, cuando trabajaba con Amado Carrillo Fuentes.

Fue una operación que llevaba entre 3.600 a 3.800 kilos de cocaína y llegó exitosamente a México.

Una vez logrado el envío con éxito, empezó a planear el tercer envío que le llevó unas 3 o 4 semanas. Para realizar estas operaciones trabajó con la guerrilla y/o los paramilitares para coordinar. Refirió que pagaba sobornos a funcionarios de la Naval de Colombia para que le informaran dónde estaban las corbetas de los Estados Unidos en el Océano Pacífico, de manera de evitar que los cargamentos fueron interceptados.

Debido al número de incautaciones de cocaína de que había sido objeto, decidió cambiar los mecanismos de transporte de embarcaciones pesqueras a lanchas rápidas. Esos barcos eran hechos por él mismo, con su dinero. Precisó que se reunieron con un contador llamado Esteban Manuel Rentinera y con Sergio Ramírez.

En el libro de contabilidad, llamado caja mayor, aparecían todos los gastos que se estaban haciendo en las “Juanitas” y cómo se fueron organizando. “Chupeta” revisaba los reportes contables semanalmente.

Entre abril y mayo de 2004 se tuvo que ir de Colombia porque había salido una solicitud de extradición por una acusación formal que cursaba en la Corte Federal de Washington DC.  Es por ello que decidió irse a Venezuela, desde donde continúo manejando la organización criminal del Cártel Del Norte Del Valle.

Ramírez Abadía envió desde Venezuela 10 mil kilos de cocaína al cártel de Sinaloa en una operación que denominó “Juanita 7” y cuya contabilidad fue presentada en la audiencia. 

Chupeta dijo que tenía un lugarteniente en Venezuela que era el responsable de revisar sus cuentas y que estaba en contacto con el constantemente.

De Venezuela se fue a Brasil y desde ese país continúo manejando su cártel.

Desde Brasil realizó los envíos de Juanita 8, 9 y 10. De todos esos cargamentos guardaba un registro pulcro y comentó que sus empleados le enviaban la información por correos humanos que portaban stickers de memorias con la información detallada.


martes, 27 de noviembre de 2018

Posibles sanciones a la defensa del Chapo Guzmán por uso ilegal del celular de Emma Coronel en la corte

Por Maibort Petit
@maibortpetit

  La fiscalía de Estados Unidos solicitó a la corte que impongan sanciones a los abogados de Joaquín el Chapo Guzmán y medidas administrativas especiales en relación a la uso del celular en las instalaciones del tribunal por parte de la esposa del acusado, Emma Coronel Aispuro. El juez Brian Cogan ordenó a la defensa presentar una respuesta a la moción antes del viernes para decidir sobre la materia la próxima semana.

Los fiscales enviaron una moción a Cogan en la madrugada de este martes (1:45 AM ) donde incluyen fotos y videos de la mujer usando  en la corte.

El gobierno sostiene que hubo complicidad entre los abogados de la defensa para que supuestamente Coronel pudiera usar el celular al momento en que los abogados estaban reunidos con el acusado durante dos días del juicio de la semana pasada, con lo cual se violaron las reglas SAM que limita el contacto entre Guzmán y su esposa.

Los fiscales recuerdan que  el Servicio de aguaciles de los Estados Unidos tiene reglas locales que no permiten que personas que no sean abogados tenga sus celulares u otro tipo de electrónico en la sala de la corte.

Los aguaciles llamaron la atención del uso del celular por parte de Emma Coronel este lunes. Los sistemas de videos de la corte lograron registrar a la esposa de Guzmán usando un dispositivo el 19 de noviembre de 2018. Ese día  la seguridad de la corte revisó las imágenes alrededor de Coronel para determinar su la mujer había violado la regla o no, y se confirmó que Coronel tenía un teléfono dentro del juzgado. 

Dice que si bien las imágenes de vigilancia no proporcionaron evidencia de video de la Sra. Coronel en posesión de un teléfono celular el 20 de noviembre de 2018, pero que las imágenes capturadas en el sistema de video vigilancia confirmaron que la esposa del acusado poseía un teléfono celular el 19 de noviembre de 2018.

Recuerdan que las reglas del servicio de aguaciles de los Estados Unidos imponen diversas restricciones al acusado y al abogado defensor, según la determinación del Fiscal General de que las comunicaciones y los contactos entre el acusado y otras personas podrían causar la muerte o lesiones corporales graves a terceros. 

Las reglas impuestas restringen las llamadas telefónicas con Guzmán. En particular, prohiben interconectar llamadas telefónicas con el acusado. La modificación posterior de la regla Servicios de Aguaciles de el 3 de mayo de 2017 prohibió al demandado tener contacto telefónico con la Sra. Coronel específicamente.

Estas reglas dicen que el abogado y el personal de los abogados acordaron no reenviar mensajes de terceros hacia o desde el acusado.