Muchas son las interrogantes que puso sobre el tapete el arresto de la mujer del famoso narcotraficante y su posterior declaración de culpabilidad.
Por Maibort Petit
Sorpresivamente para todos, Emma Coronel, la esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, máximo líder del Cártel de Sinaloa, decidió declararse culpable de los cargos relacionados con el narcotráfico internacional, lavado de dinero y una violación criminal de la Designación de Capo Extranjero de Narcóticos, según la Ley Kingpin), el pasado 10 de junio del corriente año 2021.
Ante la corte, Coronel Aispuro, de 31 años, ciudadana estadounidense y mexicana, admitió ser responsable de un delito de tres cargos que la señalan de: 1) Conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, un kilogramo o más de heroína. 500 gramos o más de metanfetamina y 1.000 kilogramos o más de marihuana en los EE. UU., México y otros lugares, sabiendo, con la intención y teniendo una causa razonable para creer que tales sustancias serían importadas ilegalmente a los EE. UU.; 2) conspirar con otros para lavar el producto de narcóticos; y 3) violar las sanciones penales de la Ley Kingpin al participar en transacciones y tratos con la propiedad de su esposo, Guzmán Loera, un narcotraficante extranjero significativo designado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
Para el 15 de septiembre de 2021 quedó establecido que un juez de un tribunal de distrito federal determine el castigo después de considerar las Pautas de Sentencia de Estados Unidos y otros factores estatutarios.
El 12 de julio de 2019 un jurado integrado por ocho mujeres y cuatro hombres declaró culpable de manera unánime de 10 cargos a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera[1].
A lo largo del juicio, la presencia de Emma Coronel en la sala del tribunal había sido una constante. Eran comunes las reseñas de prensa en las que se daba cuenta de cómo el famoso narcotraficante dirigía su mirada incesantemente al entrar en la sala de la corte al área del público para comprobar la presencia de su mujer con quien, a la distancia, compartía besos y gestos cariñosos.
Pero el día que se conoció el veredicto del jurado en la Corte de Distrito Este de Nueva York y El Chapo fue condenado a cadena perpetua, su esposa perdió el control. La mujer habría perdido el comedimiento que había exhibido hasta ese entonces y pasó a convertirse en una especie de show woman frenética y expuesta, con lo que rompía una de las máximas del narcotráfico relativa a la discreción para pasar a blanco de las miradas, tanto de grupos criminales, como de las autoridades.
El portal DW reseña cómo, incluso, Emma Coronel participó en 2019 en el reality show "Cartel Crew”, en Miami, un programa que cuenta la historia de familias de narcotraficantes. Del mismo modo se hizo asidua a centros nocturnos olvidando la prudencia recomendada en estos casos. Las redes sociales se inundaron de imágenes provocativas suyas, modelaba ropa. Las miradas estaban sobre ella.
Hasta creó una línea de ropa sustentada en la imagen de su marido. También atrajo las miradas hacia ella cuando aseguró haber sido amenazada de muerte luego de la captura y liberación del hijo del capo, Ovidio Guzmán López[2].
Esto no pasó desapercibido para los integrantes del Cártel de Sinaloa y el comportamiento de la mujer comenzaba a preocupar a los hijos del Chapo Guzmán, ahora al frente de los “negocios” de su padre.
La preocupación alcanzó a su madre, Blanca Aispuro, quien veía venir una serie de hechos que ella ya conocía. Ya le había tocado ver cómo su esposo y su hijo Omar habían sido arrestados en 2013 en México acusados de narcotráfico. A su otro hijo, Edgar, lo arrestaron después, en 2015, por su colaboración en la segunda fuga del Chapo. La mujer no quería que el asunto se repitiera ahora con su hija e, incluso, pidió a terceras personas tratar de hacer entrar en razón a Emma.
Pero al interior de ella, al parecer, había algo más que aquellos arrumacos que desde lejos todos habían visto en el juicio. Dentro se batían una serie de emociones, entre ellas la rabia y la frustración, al haberse sentido públicamente engañada. En el proceso judicial se habían ventilado las infidelidades de su marido y, sobre todo, el ridículo que ella había hecho siéndole leal a un hombre que la engañaba con descaro[3].
El arresto
El 22 de febrero de 2021, Emma Coronel, fue arrestada en el Aeropuerto Internacional Dulles, en las cercanías de Washington, DC, señalada de supuestamente cometer una serie de cargos federales de conspiración de drogas, acusaciones similares a las que mantendrán a su marido tras las rejas por el resto de su vida.
Por decisión de la juez Robin Meriweather de la Corte Federal del Distrito de Columbia, Coronel debía permanecer detenida sin derecho a fianza[4].
¿La razón? Presuntamente estar perfectamente al tanto de las actividades de narcotráfico coordinados por El Chapo y su organización criminal y porque sabría tendría control de las "las ganancias de la droga y del negocio durante su matrimonio con José Joaquín Guzmán Loera, según reveló Vice News[5] en una nota.
Del mismo modo, estaba acusada de ayudar a coordinar la fuga de la prisión de máxima seguridad del Altiplano de México que El Chapo protagonizó en 2015 de la prisión. En esa oportunidad, el marido Coronel se evadió a través de un túnel de una milla de largo.
Se conoció al momento de la detención, que Coronel presuntamente habría trabajado con los cuatro hijos adultos de El Chapo Guzmán, a saber, Iván, Ovidio, Joaquín y Alfredo, quienes controlan en el cartel de Sinaloa, las actividades que anteriormente estaban en manos de su progenitor.
Al momento del arresto, fuentes federales ligadas al caso, dijeron bajo condición de anonimato que, aunque Emma Coronel no era conocida como una importante narcotraficante, sí desempeñaba un rol importante como mensajera y facilitadora del Cártel de Sinaloa. Su labor habría estado circunscrita a atraer a funcionarios corruptos a los negocios de su marido.
¿Arresto?
Pero dentro de la misma tónica desconcertante del caso, surgieron otras especies como la que manejó en su momento la misma publicación citada con anterioridad, Vice News[6], la cual para la fecha de la detención puso sobre el tapete la posibilidad —según sus fuentes— de que, en lugar de una detención, se trató en realidad de una entrega voluntaria destinada a enfrentar los cargos federales que se le endilgan.
Otras versiones, como la del periodista, Jesús Esquivel, la captura de Coronel fue producto de que Dámaso López Nuñez, alias “El Licenciado”, mano derecha del Chapo en los últimos tiempos, la habría acusado de ser operadora del Cártel de Sinaloa[7].
Los datos suministrados a la publicación en condición de anonimato, apuntaban, por tanto, a que la rendición de Emma Coronel respondía al establecimiento de un acuerdo de cooperación.
¿Cuál?
Aportar información sensible o testimonio en procura de recibir indulgencia. Pero era demasiado pronto para saber qué información estaba dispuesta a proporcionar. Las elucubraciones estaban a la orden del día y el argumento acerca de se impuesta de una sentencia reducida cobraba significación, de acuerdo a las fuentes de Vice.
Su representación legal se afincaría en la disposición de su cliente a enfrentar los cargos sin necesidad de tener que recurso a procesos de extradición.
Luego de estos acontecimientos iniciales, la mujer del Chapo Guzmán brindó a las autoridades judiciales, acompañada de sus abogados, su primera comparecencia.
Desde entonces se acordó su encarcelamiento indefinido y su abogado, Jeffrey Lichtman, quien también representó a Guzmán Loera en su juicio, acusó a las autoridades federales de filtrar el asunto de la supuesta entrega de Coronel.
¿Ella o los chapitos?
Pero el fin de estos hechos podría estar más allá de la propia Coronel quien, ya tendría poco que aportar al caso de su esposo, pero sí hacia el resto de los herederos de éste, sus hijos adultos, Iván, Ovidio, Joaquín y Alfredo, quienes se habrían ubicado al frente de los “negocios” de su progenitor al interior del Cártel de Sinaloa y son buscados por las autoridades de los Estados Unidos.
De los vástagos del Chapo, Ovidio y Joaquín, son igualmente acusados en el mismo tribunal de Washington, D.C. donde Coronel es procesada.
Y aunque en múltiples oportunidad, Emma Coronel ha negado ser participe de los asuntos ilícitos de su familia en algunas entrevistas ha manifestado que sus lujos tienen financiamiento legal. “Tenemos negocios (…) No puedo hablar de ellos porque los medios convierten todo lo que digo en un gran escándalo… Soy dueña de algunas tierras de cultivo, cosas así, pero prefiero no discutirlo".
Las “inocentadas” de Coronel
Pero estas explicaciones no convencen a las autoridades federales estadunidenses y, en la acusación formal del 17 de febrero se incluyen datos aportados por un agente especial del FBI, que refieren que Emma Coronel "estaba al tanto de cargamentos de cocaína de varias toneladas, producción de heroína de varios kilogramos, cargamentos de marihuana de varias toneladas y cargamentos de metanfetamina en cantidad” y agregan que supuestamente "actuaba como intermediaria y mensajera" entre su esposo y sus hijos en el proceso de planificación de y puesta en marcha de su fuga en 2015 de la prisión del Altiplano de México atravesando un túnel de aproximadamente una milla de longitud que partía de la ducha de su celda.
Y sus “inocentadas” incluirían el haber conspirado para introducir de contrabando un reloj GPS en la cárcel de reclusión del Chapo. El artefacto sirvió para para señalar su ubicación mientras planificaba la construcción del túnel.
Para el Buró Federal de Investigaciones, el papel de Emma Coronel es activo, toda vez que se habría encargado de transmitir mensajes para facilitar los tratos de drogas entretanto su esposo estaba en prisión. También habría planificado ayudarle en una nueva huida en 2017, antes de ser extraditado y para ellos habría pagado inicialmente USD 100.000 en un terreno cerca de la prisión, el cual sería usarlo como un sitio de construcción de túneles. Pero esto no pudo materializarse pues el Chapo fue trasladado a otro centro de reclusión. Los datos obtenidos por Vice refieren que la mujer del narcotraficante le habría informado al FBI acerca del pago un soborno de unos USD 2 millones destinado a que lo devolvieran a la cárcel y así continuar con los planes de evasión.
Sus aseveraciones en contrario, poco habrían ayudado a preservar esa imagen de mujer ajena a los asuntos de su marido. Eso no habría convencido a muchos. El narcotráfico no era algo que desconociera, pues su tío Ignacio Coronel, fue responsable del tráfico de metanfetaminas hacia Estados Unidos durante al menos 12 años, aunque ella lo niegue una y otra vez. Su padre y sus hermanos acumulan varias condenas por tráfico de marihuana. No eran los campesinos que ella quiso presentar en sus entrevistas.
Otras fuentes le habrían manifestado a la publicación, que la detención de Emma Coronel se "tardó mucho en llegar (...) no fue algo que surgiera de la nada", pero no estimaron que los aportes de ellos sobre los hijos del Chapo serían determinantes en razón de que, sobre ellos, sabían lo suficiente "independientemente de ella o de cualquier otra persona". Esto deja sentado que el caso de Coronel reviste para a las autoridades importancia en sí mismo. "Los casos en su contra ya están en curso y ya son bastante sólidos por sí mismos".
Por otra parte, su propia vida extravagante y llena de lujos, contradecía la versión de la mujer ignorante de los negocios de narcotráfico de su esposo. La realidad lo echaba por tierra convertido en simples cuentos[8].
Ella
Pero quién es esta mujer sobre la cual, de repente, los ojos del mundo se fijan sobre ella.
Sería natural de Santa Clara, en las proximidades de San Francisco, California, donde habría nacido el 2 de julio de 1989. Fue un hecho fortuito, su madre había atravesado la frontera “de mojada”, se presentó el parto, un hecho casual. Después de un mes regresó a canelas con un acta de nacimiento bajo el brazo que la acreditaba como ciudadana estadounidense, una ciudadanía que porta junto a la mexicana.
Creció en La Angostura, un remoto pueblo del Estado de Sinaloa, México. Allí vivió durante 18 años. “A mí me gusta porque ahí viví toda mi niñez (…) ahí me crié con mis hermanos, con mis papás. Ahí no se ve nada de cosas extravagantes, de cosas que se ven en la ciudad que son tan estresantes; es una vida muy tranquila. La extraño demasiado”, dijo en una entrevista.
Según dijo, en esa ocasión, su madre era ama de casa, mientras “su padre desde muy niño se dedicaba a sembrar maíz y frijol, y ya más recientemente, a la venta de autos usados en la frontera con Estados Unidos”.
Coronel conoció al Chapo Guzmán cuando tenía 17 años.
En ese primer encuentro entre Emma Coronel y Joaquín Guzmán Loera, ella decidió lanzarse como candidata para el Festival local de Café y Guayaba del año siguiente en Canelas, estado de Durango. Para ese entonces, ella mantenía un romance con un chico con el que bailó, mientras, en el mismo lugar, El Chapo danzaba con otra joven.
Le correspondía a cada candidata lanzar una fiesta en honor a su candidatura y ella se pronunció por el Día de los Reyes Magos en 2007. Llegada la ocasión, él llenó la ciudad de hombres armados y manifestó sus deseos de casarse con aquella mujer.
En la contienda de belleza, Emma se alzó como reina local del café y de la guayaba y, para la fecha de la coronación, El Chapo entró en acción con tres bandas para celebrar el triunfo de la que poco después se convertiría en su esposa. Sin embargo, Ismael El Mayo Zambada, compadre de El Chapo, asegura que esa boda nunca tuvo lugar[9]. Proceso, el semanario al que se lo aseguró en entrevista con el periodista Julio Scherer, igualmente refiere en una entrevista con Emma Coronel con firma de la periodista Anabel Hernández, publicada el 1º de marzo de 2016[10], cómo ésta donde narró que en aquel primer encuentro con su marido, él no se atrevió a invitarla en primera instancia por temor a ser rechazado. Luego, por intermedio de una tercera persona la invitó a bailar y ella aceptó. Después de ese día, ella continuó con su novio y solamente volvió a ver a Guzmán Loera meses después.
Sobre su boda con El Chapo, Emma Coronel sostiene que ocurrió luego de que el narcotraficante se evadiera en enero de 2001 de la cárcel de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Desde esa fecha la comenzó a visitar en su casa y cree que lo que la conquistó de él “fue su plática, su forma de tratarme (…) no me llevó grandes regalos ni grandes cosas, sino que él se gana a las personas por su forma de ser”.
Asegura que se casaron en 2007 por la iglesia nada más y a partir de entonces somos pareja. La celebración fue en su casa. “Nada más estuvieron muy poquitas personas. Mi familia más allegada… He escuchado que no sé cuánta gente hubo, funcionarios… no sé. No es cierto, fue nada más mi familia, las personas del rancho”. Allí negó otras versiones de la ceremonia que daban cuenta de varios invitados que incluían políticos de Sinaloa y un cinturón de protección compuesto por el propio Ejército mexicano. “Yo nunca lo he visto a él con un político”, le dijo a la reportera. Aclara que la ceremonia no se llevó a cabo en una iglesia, sino que un padre del municipio de Canelas, fue ylos casó ahí. De la familia del Chapo no habría asistido nadie. No recuerda si el hombre traía escoltas, pero agrega que la celebración contó con más amistades de él. Igualmente negó que Ignacio Coronel, el rey de las anfetaminas, socio del Cártel de Sinaloa, jefe en Jalisco, sea miembro de su familia. “El señor no es mi tío, de hecho, no lo conozco”.
Coronel dijo en esa entrevista que la luna de miel la pasaron en un rancho y que, a pesar de la cuantiosa fortuna del narcotraficante, este no pudo ofrecerle algo mejor. No hubo viajes al extranjero “y si Guzmán Loera llegó a viajar a Argentina y otros lugares, como se ha dicho en la prensa, ‘no me ha llevado con él’”.
Por sugerencia de su esposo, terminó la preparatoria y luego estudió ciencias de la comunicación. “No lo he ejercido pero me gusta mucho el periodismo”. Se habría graduado en la Universidad Autónoma de Sinaloa, “donde se inventó un mundo paralelo al mundo criminal en el que navegaba su marido. Si él podía mantenerla como una parte compartimentada de su vida, ella también aprendió a “compartimentar” ser la esposa del Chapo”, refiere la nota.
Lo que si no se tiene dudas, es que de esa unión, nacieron en 2011, María Joaquina y Emali, unas gemelas.
Cuando se refiere a su marido en esa entrevista lo describe como un hombre atento, cariñoso, respetuoso, alegre, “que hace que se te olviden los problemas cuando lo ves a él y sabes que tiene muchísimos problemas y está como si nada. Todo muy tranquilo, muy normal”.
Aseguró que durante el tiempo que ha estado con él nunca vio drogas ni armas y refiere que entre 2007 y 2014 —fecha de la entrevista— se cambiaban constantemente de lugar. “A mí no me consta que él trafique drogas, nunca he visto drogas ni con él ni con nadie; nunca lo he visto haciendo un trabajo ni cosas así. A mí no me consta”, dijo.
Y allí están las dudas.
La historia de Emma Coronel dio un giro inesperado.
De repente, quedaron atrás los trajes de marca y los accesorios de última moda con que irrumpía en las salas del tribunal de Nueva York y por las calles de la gran metrópoli.
Su indumentaria pasó a ser el mono verde de la prisión.
De la vida de lujos y glamour en Nueva York de la que todos hablan y ella niega, nada queda.
Ahora pasa sus días en el Centro de Detención de Adultos William Truesdale en Alexandria, en confinamiento solitario en una celda diminuta, donde lee novelas “románticas” para pasar el tiempo y en espera de que le dicten sentencia.
Emma Coronel, esposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, líder del Cartel de Sinaloa, se declaró culpable este jueves de los cargos relacionados con el narcotráfico internacional, lavado de dinero y una violación criminal de la Designación de Capo Extranjero de Narcóticos. Act (la Ley Kingpin).
Según documentos judiciales, Emma Coronel Aispuro, de 31 años, con doble ciudadanía estadounidense y mexicana, se declaró culpable de un delito de tres cargos acusándola de:
1) Conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, un kilogramo o más de heroína. 500 gramos o más de metanfetamina y 1,000 kilogramos o más de marihuana en los EE. UU., México y otros lugares, sabiendo, con la intención y teniendo una causa razonable para creer que tales sustancias serían importadas ilegalmente a los EE. UU.
2) conspirar con otros para lavar el producto de narcóticos; y
3) violar las sanciones penales de la Ley Kingpin al participar en transacciones y tratos con la propiedad de su esposo, Guzman Loera, un narcotraficante extranjero significativo designado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
El tribunal fijó la fecha de la sentencia de Coronel Aispuro para el 15 de septiembre. Un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia después de considerar las Pautas de Sentencia de Estados Unidos y otros factores estatutarios.
La acusada enfrenta una pena mínima de 10 años de cárcel y una máxima de cadena perpetua si es hallada culpable de los delitos por los cuales será procesada. También tendría que pagar una multa de $10.000.000. al gobierno de los Estados Unidos.
Por Maibort Petit
Emma Coronel Aispuro, esposa del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín el Chapo Guzmán, fue presentada este martes ante un tribunal del Distrito de Columbia. Luego de la lectura de cargos, la corte ordenó que la acusada de traficar cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana a sabiendas que serían enviadas a los Estados Unidos, permanezca bajo custodia de las autoridades durante su proceso judicial. No se fijó la fecha de la próxima audiencia.
Coronel también es acusada de ayudar e incitar a otros a cometer delitos vinculados a la fuga de su esposo, Joaquín Guzmán Loera de la cárcel del Altiplano en México. Guzmán fue juzgado y sentenciado a cadena perpetua tras ser hallado culpable de diez cargos graves de narcotráfico por un jurado en Nueva York en 2019.
Emma Coronel Aispurofue arrestada el 22 de febrero en elaeropuerto de Dulles, Virginia, Estados Unidosy permanece bajo custodia en el centro de detención federal en Alexandria.
Coronel Aispuro juró con su mano levantada que contestaría con la verdad todas las preguntas hechas por la juez, Robin Mariweather. La acusada estuvo asistida por una intérprete en español. Se le preguntó si estaba de acuerdo con que la audiencia se realizara por videoconferencia debido a la pandemia, a lo que Coronel respondió que aceptaba.
Seguidamente, la juez Mariweather leyó los cargos contra Coronel Aispuro que violan el Código de Estados Unidos, títulos 21 y 18.
Se le advirtió que de llegarse a encontrar culpables de los delitos enfrenta una condena mínima de 10 años y un máximo de cadena perpetua y una multa de $10. 000. 000.
La juez también leyó los derechos a permanecer en silencio, a una defensa imparcial, a juicio sin demora, y que no puede ser obligada a declarar en su contra. Por tener doble nacionalidad también puede contactar a los representantes de los diplomáticos de su país, México.
Los abogados Lichtman y Colón Miró informaron al tribunal que habían sido contratados privadamente por la acusada y que las solicitudes ante el tribunal para la representación ya habían sido ingresadas. La admisión de Colón está en proceso de admisión en el colegio de abogados.
La juez admitió a ambos abogados para que representen a la acusada, al igual que informó a los fiscales y a la defensa para producir las evidencias. De no hacerse puede conllevar a un desacato y a que el caso se desestime.
Lichtman pidió que se entregue los antecedentes del caso basado en las reglas federales.
La Fiscalía estadounidense señaló que Coronel trabajó estrechamente con el cártel de Sinaloa, y en particular con Joaquín el Chapo Guzmán, quien fue procesado y condenado en Estados Unidos.
La fiscalía sostuvo que Coronel confabuló para que el cártel de Sinaloa traficar grandes cantidades de drogas a EE. UU. y tenía acceso a los bienes y dinero de la organización criminal que dirigió su marido. Debido al manejo de enormes recursos tiene un gran riesgo de fuga. "Razón por la cual se justifica su detención hasta que se produzca el juicio", advirtió.
De acuerdo a la queja criminal, dada a conocer por el Departamento de Justicia, Emma Coronel fue detenida en Virginia "por cargos relacionados con su presunta participación en el narcotráfico internacional”.
Según los papeles del caso, Coronel fue acusada en una denuncia penal por conspiración para distribuir “un kilo o más de heroína, cinco kilogramos o más de cocaína, 1.000 kilogramos o más de marihuana y 500 gramos o más de metanfetaminas por importación ilegal a los Estados Unidos”. También se le relaciona con la planificación de otra fuga de prisión con otros cómplices cuando Guzmán Loera estaba arrestado en la prisión del Altiplano en México en 2016, un año antes de ser extraditado a los Estados Unidos en enero de 2017.