Lo que en un principio resultó una curiosa —y por momentos hasta divertida— manera de gobernar, devino en autoritarismo y una estrategia para distraer a la opinión pública del verdadero foco de atención que son las cada vez más reiteradas irregularidades que tienen lugar en la actual administración salvadoreña.
viernes, 19 de marzo de 2021
Nayib Bukele el neoautoritario que no rompe los lazos con el FMLN
domingo, 13 de septiembre de 2020
Venezuela movió más USD 40 mil millones en fondos ilícitos a través de PDVSA
El régimen venezolano controla una red internacional de actividades delictivas que le brindan sustento financiero, recursos que supuestamente son legitimados a través de la estatal petrolera.
Por Maibort Petit
Aunque no se conoce con certeza aún el alcance de los esfuerzos criminales del régimen criminal de Venezuela liderado, primero por Hugo Chávez y después por Nicolás Maduro, se han podido hacer algunas estimaciones razonables de partes de dicha empresa criminal expansiva. Igualmente, la revisión de un conjunto de investigaciones y casos legales han permitido establecer que a través de las estructuras de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), entre 2007 y 2018, se han movilizado alrededor de USD 40 mil millones de fondos ilícitos.
Así lo refiere un informe elaborado por el presidente de IBI Consultants, miembro invitado senior del Centro de Investigación Estratégica de la Universidad Nacional de Defensa, especialista en seguridad, terrorismo y crimen organizado transnacional en América Latina, Douglas Farah, para el Centro para América Latina “Adrienne Arsht” del Atlantic Council titulado “Las actividades ilícitas del régimen de Maduro: Una amenaza para la democracia en Venezuela y la seguridad en América Latina”, en el cual se analizan las actividades irregulares llevadas a cabo por el régimen, las cuales impiden la recuperación de las instituciones democráticas en Venezuela.Lo que revelan las investigaciones
El reporte refiere que una investigación llevada a cabo en 2019 un consorcio latinoamericano de periodistas de investigación denominado Connectas, estableció que, como estimación, funcionarios venezolanos desviaron USD 28 mil millones de PDVSA a través del programa Petrocaribe implementado por Hugo Chávez en 2005 en 14 países. En la práctica, advierte la investigación periodística, se ha tratado de la compra de respaldos diplomáticos[1].
A su vez, IBI Consultants rastreó los movimientos de, por lo menos, USD 10 mil millones en fondos venezolanos que se movieron a través de la red criminal de PDVSA. En estas operaciones intervinieron aliados del régimen venezolanos en Centroamérica, como es el caso de Albanisa en Nicaragua y de Alba Petróleos en El Salvador, entre 2007 y 2018[2].
Douglas Farah explica que las estructuras de la estatal Petróleos de Venezuela habrían servido para legitimar, entre los años 2007 y 2018, unos USD 40 mil millones en fondos de origen ilícitos, de acuerdo a lo que revelan diversas investigaciones y casos legales de diversa índole.
La estructura criminal venezolana
El experto en seguridad, quien cataloga al régimen venezolano como una Empresa Criminal Conjunta Bolivariana, calcula que alrededor de USD 10 mil millones fueron lavados en periodo referido anteriormente 2007-2018. Farah realizó una entrevista en Ciudad de Panamá (Panamá) en diciembre de 2018 a una fuente ligada al caso, quien le aseguró que la cifra se acerca a USD 43 mil millones, lo que llevó a establecer que entre USD 10 mil millones y USD 43 mil millones en fondos estatales de Venezuela fueron legitimados.
Farah hace una revisión de las empresas criminales del régimen venezolano, establece sus orígenes, determina la manera cómo se vale de los lazos económicos y políticos que mantiene con estados regionales e internacionales, para así promover sus redes ilícitas y las alianzas criminales con disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en operaciones de extracción de oro y drogas.
En el reporte, se subraya el papel de Europa, toda vez que, si bien por un lado se erige como un socio único y poderoso de las fuerzas democráticas en Venezuela, por otra parte, también se ha convertido en el lugar donde los fondos ilícitos del régimen fluyen a través de sus bancos y sistema financiero.
Fondos ilícitos provenientes de las FARC y el ELN
Parte de estos fondos ilícitos, lavados a través de PDVSA provendrían, supuestamente, de la venta de cocaína por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con el que Chávez construyó una estrecha alianza a partir de los años ´90, cuando la década de 1990, el grupo terrorista colombiano era el mayor productor de cocaína en el mundo.
Y es que los disidentes de las FARC que rechazaron el acuerdo de paz suscrito en diciembre de 2016, así como el Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN), operan desde el territorio venezolano bajo la protección del régimen de Nicolás Maduro[3].
[1] Connnectas. “#Petrofraude”. https://www.connectas.org/especiales/petrofraude/#
[2] Center for Complex Operations. National Defense University. “Convergence in Criminalized States: The New Paradigm”, en Beyond Convergence: World Without Order. https://cco.ndu.edu/Portals/96/Documents/books/Beyond%20Convergence/BEYOND%20CONVERGENCE%20%20World%20Without%20Order%20.pdf?ver=2016-10-25-125406-170
[3] InSight Crime. FARC Dissidents and the ELN Turn Venezuela Into Criminal Enclave. 10 de diciembre de 2018. https://www.insightcrime.org/news/analy-sis/farc-dissidents-eln-turn-venezuela-criminal-enclave/
viernes, 11 de septiembre de 2020
Esta es la fórmula que proponen para derrocar a Nicolás Maduro
Solamente una estrategia abordada en conjunto, permitirá enfrentar y a acabar con la empresa criminal que dirige el mandatario venezolano.
Por Maibort Petit
Para derrocar al gobierno criminal de Nicolás Maduro, es clave conformar una alianza las autoridades y las capacidades del gobierno de los Estados Unidos que, en colaboración con socios regionales confiables, con la indispensable participación de Europa, para enfrentar el régimen que azota al pueblo venezolano. Solamente de esta manera será posible alcanzar el objetivo de recuperar las instituciones democráticas en Venezuela.

El enfoque de Farah refiere que en la medida en que el régimen criminal de Nicolás de Maduro continúe obteniendo beneficios de actividades ilícitas que lleva a cabo en colaboración con socios regionales e internacionales, las fuerzas democráticas —dentro y fuera de Venezuela— tendrán que continuar enfrentando a un enemigo bien arraigado con fuertes incentivos para mantener su control del poder.
Y es que el experto en seguridad recuerda que Maduro mantiene asociaciones con organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico y al tráfico de oro, así como con grupos terroristas colombianos, con lo cuales recurre a la implementación de esquemas de lavado de dinero y corrupción a través del Atlántico, siendo estos solo algunos de los nodos de una red criminal global mucho más amplia. Igualmente, alerta sobre las sólidas relaciones políticas, económicas y militares del régimen con actores geopolíticos como Irán, Rusia y China, los cuales son fuentes de apoyo claves para Maduro y sus cómplices.
¿LAS 10 LECCIONES QUE QUEDAN DE LA LUCHA CONTRA EL RÉGIMEN DE NICOLÁS MADURO ?
Destaca que el régimen de Maduro y sus aliados internacionales — estatales y no estatales— ha dado muestras fehacientes de una gran resistencia y adaptabilidad frente a las fuertes sanciones impuestas por EE. UU. y otros países. No en balde, recuerda Farah, que Maduro y sus socios encontraron las costuras en el sistema financiero global, de tal manera que le han permitido trasladar sus operaciones a nuevas áreas geográficas o ubicaciones, o simplemente ha traído nuevos socios a su redil. En tal sentido, el especialista advierte que el gobierno interino de Venezuela y sus aliados en la comunidad internacional, se enfrentan esencialmente a un oponente que utiliza tácticas asimétricas.
SAAB Y SUS GUISOS: MÁS QUE UN TESTAFERRO | INTELIGENCIA DESDE EEUU | SIN/FILTROS E26
Ante este panorama, Douglas Farah se pregunta cómo aprovechar los nuevos conjuntos de herramientas de políticas y qué acciones específicas se deben coordinar internacionalmente para adoptar un enfoque más integral y asertivo para abordar las actividades ilícitas del régimen de Maduro e, inmediatamente responde que la clave para combatir esta red criminal es a través de la integración de las autoridades y las capacidades del gobierno de los EE. UU. en colaboración con socios regionales confiables, Europa, como ya se apuntó al principio, de manera de poder abordar el régimen de Maduro de manera global.
SAAB NO ES EL ÚNICO: EL EJE DEL MAL OPERA COMO UNA RED QUE HAY QUE CONOCER | SIN/FILTROS E21
Se remite, entonces Farah a las acciones que es necesario implementar desde esta alianza y menciona, en primer lugar, conformar un grupo de trabajo interinstitucional en el gobierno de EE. UU. al cual se incorporen, de manera estratégica, tanto recursos como experiencia, específicos de la comunidad de inteligencia y las agencias de EE. UU. relevantes, entre los cuales debe contarse el Departamento del Tesoro, el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa.
Juntas, estas instancias, deben abordar los diversos frentes de la empresa criminal liderada por Nicolás Maduro con una estrategia coherente y multifacética de decomiso de activos, incautaciones de cuentas financieras, cierres de empresas fachada, acusaciones y procesamientos, revocación de visas, intercambio de información con aliados, entre otras acciones. Cada departamento tiene facultades únicas que, utilizadas de manera conjunta, impactan tremendamente el tiempo con el que los delincuentes cuentan para adaptarse y sobrevivir. Recuerda que, en el pasado, esta estrategia ha funcionado mejor a través de la coordinación del Consejo de Seguridad Nacional (NSC), que tiene el poder de convocar a directores y diputados y darle al tema un enfoque político sostenido. Es indispensable reducir la resiliencia y adaptabilidad de las estructuras criminales del régimen de Maduro.
En segundo término, Farah llama a instrumentar una diplomacia más continua y sólida que actúe sobre la naturaleza criminal del régimen y traiga consecuencias económicas y sociales persistentes y coordinadas. Un trabajo que avanza de manera paralela con el mejoramiento y optimización del intercambio de información financiera y la coordinación de sanciones con socios confiables como en la Unión Europea y América Latina, incluido el Caribe.
Considera el experto que esto reduciría significativamente los espacios de operación del régimen en los sectores financieros. Cita el acuerdo del Grupo de Lima de implementar tácticas de rastreo de activos y medidas de decomiso, una iniciativa que está en el papel pero que es urgente implementar. Del mismo modo, el Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional de la Organización de los Estados Americanos (OEA) debe aplicar sanciones contra el oro ilícito y otras industrias extractivas.
En tercer lugar, Douglas Farah convoca a trabajar en estrecha colaboración con Brasil, Colombia, Guyana y Ecuador, de modo de aumentar el control fronterizo mediante el uso de tecnologías como drones de monitoreo y el incremento de personal, que se aboquen a interrumpir las cadenas de suministro ilícitas generalmente enfocadas en las regiones fronterizas. Esto debe contemplar cortar las líneas de reabastecimiento a los disidentes de las FARC y los grupos del ELN dentro de Venezuela, así como las redes de tráfico que sacan productos de la región.
Como cuarto punto, se debe conformar un grupo de trabajo multinacional en el cual se formulen políticas y actúen expertos del gobierno interino de Venezuela, Estados Unidos, la Unión Europea y estados miembros clave, el Grupo de Lima y CARICOM, para diseñar estrategias para enfrentar la amenaza de los grupos armados irregulares y el crimen transnacional con miras a abrir el camino hacia la restauración de las instituciones democráticas venezolanas.
Finalmente, Douglas Farah formuló un llamado a actuar urgentemente en este sentido, toda vez que no hacerlo, no combatir la naturaleza criminal del régimen de Nicolás Maduro, ni aislarlo de sus malignos aliados, solamente prolongará el sufrimiento del pueblo venezolano y aumentará las amenazas a la seguridad y la estabilidad en el hemisferio.
lunes, 10 de agosto de 2020
EE. UU. debe entender como actúa la criminalidad para poder enfrentar su avance en América Latina
El problema no es Venezuela, sino la revolución bolivariana como grupo criminal organizado, advierte el experto en seguridad Douglas Farah.
Por Maibort Petit
No será posible para los Estados Unidos detener el avance que la criminalidad experimenta en América Latina a través del “bolivarianismo” que se ha instaurado en el poder en algunos países, mientras no entienda cómo actúa lo que claramente es una organización, una empresa, que gana espacios en la región y amenaza el sistema democrático. Estas son las reflexiones de Douglas Farah, consultor y analista de seguridad nacional, miembro visitante senior en el Centro de Operaciones Complejas de la Universidad de Defensa Nacional y presidente de IBI Consultants, una empresa que brinda servicios estratégicos en el campo de la seguridad nacional.
En conversación con Venezuela Política, Farah explicó que el fracaso en la lucha contra el “eje del mal”, cuya expresión en Latinoamérica es el “bolivarianismo”, parte del mal diagnóstico de la situación y, por ende, de la forma de enfrentarlo y combatirlo.
Advierte que si bien la posición y papel de Estados Unidos frente a la región con la administración de Donald Trump, es de estar dispuesto a acabar o contribuir a que se geste un cambio democrático en países como Venezuela y Nicaragua, difícilmente tendrá éxito en este cometido mientras insista abordarlos como individualidades y no como la empresa criminal global que es.
“Parte del problema es una falta de entendimiento dentro de la política de EE. UU. de que el problema no es Venezuela. El problema es la revolución bolivariana y sus posibilidades de oxigenarse desde Irán, con Rusia, con China, con Nicaragua, con Bolivia, con El Salvador, hasta hace poco con Surinam. Es decir, hay un montón de huecos en el sistema mundial de globalización que permiten a estos grupos que están dispuestos a actuar o utilizar a los grupos del crimen organizado, mantenerse como instrumentos del estado para va a seguir existiendo”, alerta.
Explica que es la red criminal que opera detrás de uno de los regímenes instaurados en países tanto de América Latina como de otras latitudes, lo que les da sustento y permite que se mantengan en el tiempo a pesar de los múltiples problemas que enfrentan en el ámbito económico, social y político. Detrás de ellos, pues, una organiza criminal global los sostiene.
Se remite, para ejemplificar, a los casos de Corea del Norte y Siria, entre otros, cuyos regímenes han alcanzado cierto nivel de sobrevivencia a pesar de que ya no disponen de los mismos recursos que antes, esto porque existe detrás de ellos una red criminal que les permite mantenerse a flote. “Entonces el problema para mi es que los Estados Unidos no ven que es una sola una sola estructura donde hay que cortar todas las herramientas financieras de todos los grupos simultáneamente o, por lo menos, uno por uno, para ir achicando este espacio, porque sin eso no van a durar”.
Llama la atención acerca de en la actualidad, ni en Estados Unidos, ni en América Latina, existe un consenso sobre el peligro que representa la revolución bolivariana para el hemisferio. Por ello, Douglas Farah convoca al entendimiento conjunto, de manera que pueda gestarse una acción orquestada por todos los países democráticos de la región y que se exprese en la aplicación de sanciones económicas a regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela, de manera de frenar su avance y detener sus acciones criminales.
El bolivarianismo es una empresa criminal dispuesta a todo
Sin ambages, Douglas Farah asegura que en tanto no se corrija el mal diagnóstico del problema que no aborda la situación como la empresa criminal que es y está dispuesta a todo a cualquier costo para mantener el poder donde ya opera, para conquistarlo donde aún no ha llegado y reconquistarlo donde lo perdió, no será posible acabar con el flagelo.
“No hemos entendido todavía que Venezuela está dispuesto a emplear grupos como las FARC, como el ELN, como sus propios grupos internos, como las milicias internas que tiene, los colectivos, etcétera, como instrumentos del estado. Es decir, estamos acostumbrados a pensar que un estado, aunque sea corrupto, va a combatir esos grupos, no a utilizarlos, invitarlos y darles dinero para que cumplan una política de gobierno. Yo creo que cambiar esa mentalidad es muy difícil, pero cuando haya ese cambio, se podrán ver realmente muchas más opciones para combatir esas redes criminales”.
Esta acción es urgente, sentencia Farah, pues la criminalidad avanza y es preciso no seguir perdiendo el tiempo para combatir el eje del mal con contundencia y efectividad. De hecho, el dinero del sistema criminal está ingresando al sistema financiero de los Estados Unidos. Recuerda que, hasta hace unos diez años, habría sido posible manejar y frenar la situación, pero no se hizo. Fue de esta manera que avanzaron, como el caso del Frente Farabundo Martí en El Salvador, de Daniel Ortega en Nicaragua, Maduro en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia o de Correa.
“Ya en ese momento era obvio que era un proyecto en conjunto basado en la criminalidad. No logramos con nuestras advertencias que se cambiara la política con que se enfocaba esta situación (…) Ahora tienen una capacidad enorme, hay una cantidad enorme de casos, por ejemplo el del profesor Bruce Bagley, un experto en lavar dinero que cayó por lavar dinero para los narcos. Tienen un poder de corrupción muy grande que llega a muchas cosas, a mucha gente. Entonces, hay una red de complicidad también en EE. UU.”.
domingo, 9 de agosto de 2020
Douglas Farah: Reconocer el bolivarianismo como una empresa criminal es vital para combatirlo y vencerlo
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Por Maibort Petit
Advierte que ni en América Latina ni Estados Unidos, hay conciencia ni consenso acerca de lo que representa la revolución bolivariana para el hemisferio.
De manera determinante el consultor y analista de seguridad nacional, Douglas Farah, afirmó que para vencer el bolivarianismo es fundamental, en primer lugar, reconocerlo como una empresa criminal conjunta a la que es preciso combatir para impedir su avance en América Latina. Igualmente, alerta acerca de la necesidad de que esta lucha se emprenda de manera conjunta a objeto de poder tener éxito en el cometido de frenarlo.
El experto, quien es miembro visitante senior en el Centro de Operaciones Complejas de la Universidad de Defensa Nacional y presidente de la empresa especialista en servicios estratégicos de seguridad nacional, IBI Consultants, lanzó la advertencia al momento de afirmar que el bolivarianismo forma parte del denominado “eje del mal” al que es preciso detener cuanto antes.
Subraya que aun cuando la coyuntura actual por la pandemia del Covid-19 ha hecho que los esfuerzos del mundo democrático se vuelquen en atenderlo, no puede descuidarse ningún frente por el cual pueda colarse el crimen organizado trasnacional para instaurarse en más países de América Latina.
Farah recordó que, de hecho, el bolivarianismo ostenta el poder en varios países de la región, por lo que es menester evitar a toda costa su expansión. Para ello es preciso tomar acciones como las que ya emprendió en su momento el Grupo de Lima pero que fueron abandonadas en razón de la pandemia. Debe existir un consenso en torno a su condición de empresa criminal conjunta al que no se puede atacar como individualidades, sino mantener la conciencia de que se trata de mafias que controlan a los estados. Tal acceso al poder les brinda la oportunidad, por ejemplo, de emitir pasaportes diplomáticos a los criminales, exportar bienes sin registrar, llevar a cabo negocios irregulares, como es el caso de Nicolás Maduro en Venezuela que se vale de los recursos del país, como el oro, el cual comercia irregularmente y le permite financiarse.
La posibilidad de éxito de los países democráticos frente al bolivarianismo, reitera, se sustenta en que actúen conjunta y mancomunadamente, como una totalidad. Esta es una tarea inaplazable tanto para los países latinoamericanos como par Estados Unidos, este último muy distraído de estas lides por la proximidad de las elecciones presidenciales. De no ser así, las fuerzas del eje del mal seguirán avanzando y ganando terreno.
A pesar de esto, el presidente de IBI Consultants refiere que es posible algunas iniciativas han sido posibles y han logrado derrotar la extrema izquierda criminal en Latinoamérica, como ocurrió, por ejemplo, en Bolivia, donde Evo Morales salió del poder. Igualmente cuenta como éxito la salida de los bolivarianos de Ecuador, el gobierno de Sebastián Piñera en Chile y de Iván Duque en Colombia. Pero conforme reconoce estos avances, subraya los retrocesos, tal es el regreso de Cristina Fernández al gobierno argentino, la permanencia de Daniel Ortega en Nicaragua, la fuerza que mantiene el Frente Farabundo Martí en El Salvador. “Entonces, hay varios retrocesos y algunos pequeños avances”.
Douglas Farah lanza una nueva alerta acerca de la falta de consenso y conciencia existente en Estados Unidos y América Latina, los cuales carecen de un consenso que les permita una visión global de la problemática y, por ende, de la solución. “No existe un consenso sobre lo que representa la revolución bolivariana para el hemisferio”.
Por ello llama a un entendimiento conjunto en la región que se traduzca en acciones concretas, como la aplicación de sanciones económicas a regímenes como el de Nicolás Maduro en Venezuela, de manera de frenar su avance y acciones criminales.
Determinante, Douglas Farah sentencia que, a pesar de la atención que la pandemia del Covid 19 requiere, es indispensable mantenerse atentos para impedir que la coyuntura sirva para que la acción de los grupos criminales siga su curso en pos de tomar el poder, pues las consecuencias son fatales para los pueblos cuyos gobiernos caen en manos de estos grupos criminales.
Y es que mientras los países democráticos deben atender sus cotidianidades, solucionar sus problemas, los regímenes criminales simplemente se avocan a acabar con la institucionalidad que les estorba la consecución de sus objetivos. Es decir, mantener las instituciones del estado distrae a los países democráticos de atacar la criminalidad adecuadamente.
“En un estado criminal, todo el estado está al servicio del crimen organizado y eso les da más recursos y una impunidad increíble y margen para actuar fuera de lo que uno considere grave, normalmente la ilegalidad”.
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martes, 4 de agosto de 2020
viernes, 17 de mayo de 2019
Régimen de Venezuela es considerado una 'Empresa Criminal Conjunta Bolivariana' o una 'red de redes'
Por Maibort Petit
@maibortpetit
Un informe presentado por el experto Douglas Farah y Caitlyn Yates de IBI Consultants, LLC y National Defense University (INSS) presenta una visión profunda sobre los alcances logrados por la llamada alianza de los estados bolivarianos creada por Hugo Chávez y mantenida por Nicolás Maduro, quienes junto con las FARC se ha fusionado en lo que los investigadores han denominado como la Empresa Criminal Conjunta Bolivariana – o un consorcio de estados criminales y actores no estatales que trabajan en concierto con objetivos compartidos.
El reporte que resume 5 años de trabajo, señala que la "empresa criminal conjunta, no sólo ha tomado billones de dólares de las arcas del Estado venezolano, sino que también usó a PDVSA como una estructura central para el lavado de dinero y corrupción a través de la región".
Farah sostiene que la cartera criminal usada por la organización se ha diversificado. Explica que cuando los precios del petróleo cayeron y la producción de PDVSA se estancó, tales condiciones obligaron a "Nicolás Maduro a dedicarse cada vez más a actividades más diversas como el tráfico de cocaína y la producción ilícita de oro" y gracias a esas actividades y a pesar de la declinación de PDVSA, el régimen continúa funcionando como una operación delictiva.
La investigación ofrece un panorama de una de las facetas de esta empresa que se define como una entidad compleja, global y frecuentemente patrocinada por el Estado.
Tras cinco años de investigación de campo y recolección de documentos en 11 países y el análisis de fuentes abiertas, la investigación afirma que la Empresa Criminal Conjunta Bolivariana debería ser entendida como una red de redes – y no actividades aisladas que operan en diferentes países de América Latina.
El informe identifica en total a 181 individuos y 176 compañías que operan en al menos 26 países. La suma financiera de estos hechos criminales no se conoce con exactidud, pero una investigación reciente realizada por un consorcio de periodistas latinoamericanos encontró que Venezuela desvió US$ 28 billones de PDVSA. Farah sostiene que sus averiguaciones le han permitido localizar al menos US$ 10 billones en fondos vinculados a Venezuela que se mueven entre 2007 y 2018.
Entre otros aspectos, el informe examina "cinco de las numerosas tipologías criminales bajo las cuales trabaja el grupo, incluyendo ventas y préstamos de petróleo falsos; la compra de activos físicos; megaproyectos de infraestructura; minería de oro ilegal; y transferencias entre bancos".
Los expertos aseguran que "a pesar de las sanciones económicas de los Estados Unidos, la creciente condena internacional y la falta de legitimidad política, el régimen de Maduro no ha colapsado y no lo hará por un largo período de tiempo". Sostiene que "medidas como designar a PDVSA y sus líderes como criminales son significativas. No obstante, la capacidad de la red para adaptar y diversificar su cartera criminal significa que el dinero continúa fluyendo dentro de las arcas del régimen".