jueves, 9 de diciembre de 2021

Noveno día de juicio: Suspendida audiencia por enfermedad repentina de abogado de Ghislaine Maxwell

  Nada hace creer que se trate de un caso de Covid-19, según la juez, quien espera que el proceso se pueda reanudar este viernes.

Por Maibort Petit

   Cuando en el noveno día de juicio contra Ghislaine Maxwell en el Corte del Distrito Sur de Nueva York por tráfico sexual se encontraba declarando como testigo Tracy Chapell, una empleada de FedEx, la juez de la causa, Alison Nathan, decidió suspender la sesión en razón al malestar que comenzó a sentir uno de los abogados de la demandada.
   Uno de los abogados de Maxwell comenzó a sentirse enfermo —no se informó la identidad— por lo que la fiscalía y la defensa se reunieron en recinto aparte y discutieron por largo rato, volvieron a la sala para informar a la juez de lo acontecido.

   La magistrada tomó la decisión de suspender en razón de que el abogado enfermo necesitaba atención médica. Dijo que esperaba que la audiencia pueda reanudarse este viernes.

"No tenemos ninguna razón para creer que esté relacionado con el Covid", agregó la juez Nathan antes de dejar ir al jurado.

  El testimonio de Chapell se refería a los envíos que se producción desde la dirección de Jeffrey Epstein en Nueva York a una de las acusadoras de Maxwell en Palm Beach. Esto habría ocurrido a principios de la década de 2000.
   Se trata de la “Carolyn” una de las presuntas víctimas del magnate financiero, quien refirió haber recibido unos paquetes con lencería y otros regalos entre los que se encontraba un libro de "masajes para tontos", así como entradas para un concierto de rock.

  Para le fecha en que se produjeron los envíos, “Carolyn” era una adolescente que, según atestiguó ante el tribunal, le dio más de cien masajes a Epstein en un periodo de cuatro años y por los cuales recibía una paga de entre USD 300 y USD 400 por cada uno.

  La acción ocurrió después de que “Carolyn” le suministró su dirección a Ghislaine Maxwell "porque Jeffrey Epstein quería enviarme algunos artículos".

  La defensa de Maxwell consiguió que Tracy Chapell reconociera que ninguna de las facturas que se mostraron en el tribunal incluía a su representada como remitente de ninguno de los paquetes remitidos a “Carolyn”.

  Igualmente, quedó en suspenso el esperado testimonio de la otra acusadora de Ghislaine Maxwell, “Annie”, la cuarta de las supuestas víctimas de la pareja.
  Se creía que la sesión de este jueves pudiera ser la última de esta semana, pero otras razones, puesto que la fiscalía había manifestado que tomaría un descanso en virtud de los adelantos que ha experimentado el proceso judicial.

  Ghislaine Maxwell, de 59 años de edad, enfrenta cargos por Conspiración para atraer a menores a viajar para participar en actos sexuales ilegales; Seducir a un menor de edad para que viaje y participe en actos sexuales ilegales; Conspiración para transportar a un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva; Transporte de un menor con la intención de participar en una actividad sexual delictiva; tráfico sexual de menores; y conspiración de tráfico sexual.

  También, Maxwell enfrenta dos cargos de perjurio, en razón de que la fiscalía sostiene que mintió bajo juramento cuando emitió declaraciones sobre el caso de Virginia Giuffre. Estos cargos serán abordados en juicio aparte.
  Maxwell y sus abogados sostienen que sólo es una más víctima del finado Jeffrey Epstein, condenado por tráfico de menores, pero sus acusadoras y los fiscales la consideran como una socia criminal del magnate.

  Ghislaine Maxwell, es una socialité, hija menor del multimillonario Robert Maxwell a cuya muerte ocurrida en 1991, se mudó a los Estados Unidos. Allí conoció a Jeffrey Epstein con quien se relacionó sentimentalmente, un nexo que habría variado al de asistente, confidente y socia.

  Si el jurado determina que Ghislaine Maxwell es culpable de los cargos de que se le acusa, podría ser sentenciada hasta por 70 años de prisión. Para ello, durante este proceso judicial deberá comprobarse que, efectivamente, dirigía una empresa de tráfico sexual en beneficio propio y de Epstein.


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