sábado, 11 de diciembre de 2021

Décimo día de juicio: Annie Farmer asegura que Ghislaine Maxwell le dio un masaje y frotó sus senos en el rancho de Jeffrey Epstein

   La cuarta acusadora de Maxwell dijo que el magnate se metió en su cama para abrazarla y frotar su cuerpo contra ella cuando sólo tenía 16 años.

Por Maibort Petit

   Durante el décimo día de juicio de Ghislaine Maxwell acusada de cargos de tráfico sexual en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, la cuarta de sus acusadoras, Annie Farmer, describió cómo la demandada desde el primer día en que la conoció, mantuvo una actitud de acoso sexual contra ella.


   La jornada del viernes en la Corte del Distrito Sur de Nueva York se inició con el llamado que la fiscalía hizo a la mujer, para que contara al jurado los pormenores de su experiencia con la demandada y Jeffrey Epstein.

   Se trata de la única de las presuntas víctimas acusadoras de Maxwell y el finado Jeffrey Epstein que asume su identidad en este juicio.

¿Ve a alguien en esta sala del tribunal que alguna vez le haya dado un masaje? — preguntó la fiscal Lara Pomerantz.

— Sí, lo hago —contestó Farmer— Está usando un suéter marrón y sentada al otro lado de la habitación, a la derecha.

— Dejemos que el registro refleje que el testigo ha identificado a la acusada —subrayó Pomerantz.

— ¿Qué edad tenías cuando la Sra. Maxwell te dio un masaje?

— Tenía 16 años.

   Con anterioridad a la subida de Farmer a rendir declaración, la juez Alison Nathan manifestó a los miembros del jurado que se espera que la testigo acusadora cuente su experiencia sobre el contacto sexual que tuvo con Epstein y Maxwell en Nuevo México. Les advirtió que no debían considerar el contacto en Nuevo México como "actividad sexual ilegal", pues así lo establecen las leyes de esa entidad.

  La testigo acusadora, que en la actualidad cuenta con 42 años de edad y se desempeña como psicóloga inició sus declaraciones presentándose al jurado y a la corte: “Mi nombre es Annie Farmer”, le dijo a la sala entretanto subía al estrado para luego, en detalle, deletrear su nombre en voz alta a efectos del registro de la audiencia.

   Contó que conoció a Epstein y a Maxwell cuando tenía 16 años, en la primavera de 1996, cuando creyó que el magnate financiero podía ayudarla a pagar su educación universitaria. Detalló que lo conoció a través de su hermana María en Nueva York, donde esta se desempeñaba como artista y estudiante de postgrado y trabajaba para el financiero. El encuentro fue en una exhibición de arte durante la cual el magnate manifestó interés en una de sus obras. Epstein luego de este primer encuentro, habría ofrecido ayudar a Annie Farmer a ingresar a la universidad.

¿Llegó un momento en que conociste a Epstein en ese viaje? —preguntó la fiscal Lara Pomerantz.

— Sí —contestó Annie Farmer.

¿Cuántas veces viste a Epstein en ese viaje? —volvió a preguntar la fiscal.

— Dos veces diferentes que recuerdo.

   Los hechos en Nuevo México, en el rancho propiedad de Epstein, le resultaron sumamente incómodos —dijo— porque ya en una ocasión anterior en Nueva York, cuando estuvieron en un cine, Jeffrey Epstein le había tomado la mano —el magnate se sentó entre las dos hermanas—y se la había acariciado contra su voluntad y sin que María Farmer lo notara.

— Me senté junto a Epstein... [mi hermana] estaba sentada a su otro lado —explicó la testigo acusadora.

  La fiscal le pidió explicar qué sucedió después y, entonces refirió: “Las luces se apagaron y en algún momento él se acercó y puso su mano en el reposabrazos en el asiento y comenzó a tomar mi mano y a acariciarla.

— Él estaba sosteniendo mi mano y entrelazando su mano con la mía —refirió— Estaba frotando la suela de mi zapato y frotando la planta de mi pie y mi pierna. Yo estaba muy sorprendida y muy nerviosa.

  Explicó que percibió que cuando Epstein interactuaba con su hermana asumía otro comportamiento, pero tan pronto dejaba de hablar con María, volvía a tocarla a ella.

  Consultada acerca de por qué no contó nada a su hermana de lo sucedido, dijo que porque “estaba muy confundida por lo que había sucedido y sabía que ella era muy protectora, y si él había hecho algo que me incomodaba… él era su jefe, podría perder su trabajo y sería malo para ella".

   Después vino el viaje a Nuevo México, cuando Epstein le pagó el pasaje en un vuelo comercial. Contó que no quería ir dada su experiencia anterior, pero razonó en aquel entonces que el magnate seguramente no se atrevería a nada más en razón de que en el rancho estaría también Ghislaine Maxwell, la pareja romántica del financiero. Por ello, dijo, aceptó viajar al rancho. Además, se suponía que era una actividad de un programa educativo al que asistirían otras jóvenes. Pero al llegar se dio cuenta que era la única que había asistido.

   La llevaron de compras y le regalaron unas botas vaqueras de más de USD 100. También la invitaron al cine y aunque no quería ir al principio, accedió dada la presencia de Maxwell.

Pero las cosas no habrían sucedido según sus supuestos.

— Fue muy similar a la primera vez que fui al cine con Epstein —dijo— Inmediatamente comenzó a tomar mi mano y acariciarla y frotar mi pie y mi brazo.

   Cuando se le pidió describir esto, dijo: “Yo diría que fue muy similar, pero diría que fue más descarado, él no se detuvo".

  Después refirió cuando regresaron al rancho: “Regresamos a la residencia y se decidió que le daría a Epstein un masaje en los pies.

— Maxwell quería mostrarme cómo frotarle el pie, porque eso era algo que ella pensó que debería aprender a hacer. Me sentí muy incómoda, no quería tocar su pie. Quería detenerme y esperaba que terminara rápidamente —refirió.
  Después, Ghislaine Maxwell le pidió que se dejara dar un masaje y que se desnudara antes del mismo. Luego, durante el masaje, Maxwell le pidió que se volteara y comenzó a frotar sus senos.

Los hechos habrían ocurrido así:

— Ella bajó la sábana y expuso mis senos. Ella comenzó a frotarme el pecho y la parte superior de los brazos— explicó.

¿Maxwell te dio un masaje? —preguntó Pomerantz.

— Sí. Puso una mesa en la habitación donde me estaba quedando. Era una camilla de masaje estándar que era portátil, se puede extender y tiene un patrón en la parte superior.

¿Qué estabas vistiendo? —preguntó la fiscal.

— Nada —contestó Farmer.

¿Por qué no vestías nada?

— Ella me dijo que me desnudara.

¿Qué pasó durante el masaje?

— Ella comenzó a frotar mi cuerpo y frotarme la espalda y las piernas y ella estaba hablando trivialmente, y en algún momento durante el masaje me hizo dar la vuelta para que me tumbara de espaldas —explicó la testigo acusadora.

Y entonces refirió:

— Ella bajó mi sábana, expuso mi pecho y me frotó el pecho y la parte superior de mis senos. Cuando bajó la sábana, me sentí un poco congelada, ya que no tenía sentido para mí que eso sucediera. Me sorprendió.

  Dijo que, aunque Epstein no estaba en el lugar, ella sentía que estaba cerca y observaba.
  Dijo que, después, específicamente al día siguiente, cuando ya se encontraba en cama, Jeffrey Epstein abrió la puerta de la habitación y, “en broma”, le dijo que quería un "abrazo". Entonces, el magnate se metió en su cama y "presionó su cuerpo en mí".

  La testigo acusadora dijo al jurado que mientras esto sucedía, ella se sentía "congelada del miedo".

  Para evadir la situación, dijo que tenía que usar el baño para así lograr alejarse de Epstein. "Quería estar allí el tiempo suficiente para que, con suerte, toda esta situación terminara".

— Solo quería que terminara el fin de semana.

Refirió:

— Pensé que me habían traído allí por una serie de razones: pensé que ambos estaban interesados en mí como estudiante y todas estas experiencias me hicieron sentir que tenían intereses muy diferentes en mí y estaba desorientado y quería terminar con eso —dijo al jurado.

La defensa ataca

  La abogada defensora, Laura Menninger, interrogó a Annie Farmer sobre sus recuerdos de su tiempo en Nuevo México con Epstein y Maxwell en 1996. La defensa en todo momento ha intentado demostrar que los recuerdos de las acusadoras se han corrompido con los años y por diversos intereses.

  La abogada se refirió al diario que Farmer mantenía cuando era adolescente y en el que hacía referencia sobre su viaje a Nueva York, oportunidad en la que conoció a Jeffrey Epstein, pero le observó que en dicho diario no existe mención alguna a su viaje a Nuevo México.

  Llevó el interrogatorio en dirección a que, en varias oportunidades, Farmer le refiriera al jurado que, durante el primer encuentro de la mujer con Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell no había estado presente.

  Laura Menninger interrogó a Annie Farmer sobre si su relato del viaje a Nuevo México no era más bien un "recuerdo reconstruido", a lo que la mujer reconoció que, efectivamente, había buscado varias veces en Internet y había hablado con amigos acerca de otros hechos que ocurrieron en el momento de su viaje con el objeto de refrescar su memoria sobre exactamente cuándo tuvo lugar el viaje.

   La defensa ha insistido en que las acusaciones de las cuatro mujeres contra su cliente, han estado motivados por el dinero de un fondo de compensación para las víctimas de Epstein. Annie Farmer recibió USD 1.5 millones, según le dijo a dijo a los fiscales.

Otros testigos

  La fiscalía también llamó a declarar a la madre de Annie Farmer y al exnovio de esta en la escuela secundaria con el objeto de corroborar el testimonio de la acusadora.

  Janice Swain, la madre, contó que habló con Jeffrey Epstein antes de que su hija se fuera de viaje y este le aseguró que unas dos docenas de estudiantes visitarían su rancho en esa ocasión.

  Agregó que Epstein le dijo que su "esposa", Ghislaine Maxwell, estaría presente y acompañaría a las jóvenes que asistieran.

   David Mulligan, el exnovio, recordó que Annie Farmer le contó acerca de su viaje a Nuevo México y cuando Ghislaine Maxwell supuestamente le tocó los senos durante un masaje a la edad de 16 años.

   Luego de estos testimonios que se produjeron en horas de la mañana, la fiscalía anunció un descanso por 10 días.
  
   Ghislaine Maxwell se declaró inocente de ocho cargos en su contra.

   Durante las últimas dos semanas, los fiscales trataron de presentarla como cómplice de Epstein, un delincuente sexual, llamándolos "socios en el crimen" que había construido "un esquema piramidal de abuso".

    Epstein fue condenado por delitos sexuales estatales en Florida en 2008, pero se suicidó en la cárcel en 2019 mientras esperaba el juicio por cargos federales de tráfico sexual.

 

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