viernes, 4 de junio de 2021

Los peligrosos pasos del periodista Miguel Ángel Rodríguez

Por Maibort Petit

   Desde que logró convertirse en una estrella de la televisión y de la política venezolana, tras su huella en televisión y en radio con el programa -La Entrevista- desde 2003 hasta 2019, Miguel Ángel Rodríguez irrumpe en el mundo digital y sigue “jugando con fuego”, exponiendo temas extremadamente incómodos para la dictadura de Nicolás Maduro, Hoy lo hemos citado a un duro cuestionario, para que nos responda lo que siempre le preguntó a sus polémicos invitados: ¿Por qué hace lo que hace?
MP- Perdón por la ironía. ¿No tuviste una buena infancia, como para que te veamos regularmente tan irritado en la radio y la televisión?

MAR- No, todo lo contrario. Tuve tan buena infancia y tanto disfruté del amor de mis padres y mis hermanos, así como de los viajes en familia a bellos sitios de Venezuela, que cuando comenzó la división, porque desde el poder sembraron el odio social, racial, económico, político; fui cobrando niveles de irritación que, como sabes, me convirtieron en un tipo indomable para el régimen.

MP – Pero sé que durante años, no fueron pocos los periodistas que te criticaron porque no guardabas los requisitos de la imparcialidad y la neutralidad. ¿Acaso no desfiguraste la función del Periodista?

MAR – No la desfiguré. La reivindiqué frente a los regímenes opresores que quieren robarle los derechos a la sociedad. Y aunque parezca una tontería recordarlo, yo trabajo como comunicador social, y es a la sociedad a la que le debo prestar el servicio de informar, y de analizar lo que ocurre, responsablemente, para que en libertad pueda decidir sobre su futuro. Pero cuando unos gobernantes se disponen a destruir esa libertad, primero quieren aniquilar a los periodistas y sustituirlos por órganos de propaganda y culto a la personalidad. Allí incluso me voy al libro de nuestro código de ética, que nos demanda defender el régimen de libertades y el sistema democrático. Así que yo respeto a mis detractores, pero lo que hago es cumplir con mi deber, conforme con nuestro propio mandato ético.

MP – ¿Entonces eres un censor, que decide como si se tratase de una entidad superior, quién tiene derecho y quién no? Porque uno ve tus trabajos de entrevistador, incluso ahora como director de un medio digital, y políticos, o no políticos, los entrevistados son siempre adversarios al gobierno.

MAR – Esa es una gran pregunta, porque una cosa es que ya te expliqué por qué no puedo, éticamente ser imparcial respecto de la dictadura en Venezuela, y otra cosa es que yo no haya dado oportunidad a sus representantes, a expresar su opinión en todos mis programas de radio, televisión, y en las entrevistas por vías digitales. Lo que ocurre es que desde cierto tiempo en Radio Caracas Televisión, cuando los representantes de la dictadura comenzaron a recibir, cara a cara, preguntas y pruebas documentales, en vivo, frente a centenares de miles de seguidores todos los días, optaron por rechazar todas las invitaciones que les hacía. Pero te digo Maibort, fui el periodista y conduje el programa, que en los peores momentos de confrontación política, más entrevistó a parlamentarios, ministros y demás representantes de eso que llaman revolución bolivariana. Incluso un diputado, que ahora es presidente de la dictadura, Nicolás Maduro, fue de los que en más oportunidades asistió a mi programa. Luego Hugo Chávez les prohibió asistir, y se desaparecieron. Fue su decisión.

MP- ¿No será porque cuando todavía iban a tus programas, luego te veían complaciente con sus enemigos políticos, con la gente de la oposición?

MAR- Todo lo contrario Maibort. Te cuento un poco el origen de la temporada de mayor éxito de “LA ENTREVISTA”. En Radio Caracas Radio me pidieron producir y dirigir un programa de debates en el año 2003. Pero tal era el odio que se tenían los adversarios políticos, que nadie quería sentarse en un mismo programa con un oponente. Entonces, como yo tenía muy bien aprendidos los argumentos de lado y lado, inventé un programa llamado “CONTRABALANZA”, y aquello fue un verdadero éxito radiofónico, que pronto fue a parar en la televisión. Y el éxito estribó siempre en que era tan rudo con los del gobierno, como con los de la oposición. Pero tan riguroso en los cuestionarios, que incluso en la calle me preguntaban varias cosas: que si me había vuelto loco, que si no tenía miedo, que si no temía por mi familia, de todo.

MP – He escuchado que por tu culpa se aceleró la clausura de Radio Caracas Televisión, y que te valiste de la popularidad que te dio el canal, para hacerte diputado. ¿Cuál es tu opinión sobre esos comentarios?

MAR – Que duelen, por injustos, aunque algunas cosas parecieran verdad. Por ejemplo, cuando cerraron por segunda vez, ya definitivamente, las transmisiones de RCTV por suscripción, quien era Ministro de Transporte y Comunicaciones, además Director del órgano regulatorio de los medios radioeléctricos en Venezuela – Conatel – Diosdado Cabello, declaró que con esa medida le quitaban de encima a un loco que todas las mañanas parecía beber un frasco de veneno para hacerle daño a los venezolanos. Se refería a mí. Y también pidió que me abrieran un caso en la Fiscalía porque supuestamente mis comentarios eran una incitación a rebelión militar, instigación a delinquir, delitos contra la seguridad de la nación y conspiración. Eso lo deberían tener en cuenta también quienes quieren convertirme de víctima a victimario.

Un Periodista metido en las “golpizas del parlamento chavista”
   Nuestro entrevistado, fue también parlamentario entre los años 2010 y 2015, en una Asamblea Nacional dominada por una mayoría chavista. Sin embargo, presidió allí una de las comisiones permanentes, la de Cultura, y siguió en las mismas temáticas que le habían hecho popular en los medios audiovisuales de Venezuela. ¿Qué buscaba en el campo de la política?

MP – Desviaste el rumbo. De admirado u odiado periodista, pasaste a ser parte de la fauna política que no termina del todo bien vista en Venezuela, y mira el desprestigio en que incluso ahora andan las fuerzas de la oposición. ¿qué sentido tuvo eso?

MAR – Primero, resistir, porque estoy seguro de que el proceso que inició Diosdado Cabello en mi contra, persiguió que huyera al exilio, y sé que los cargos eran muy peligrosos porque podían en un juicio viciado, como tantos otros, condenarme a 30 años de cárcel. Pero aunque ya habían cerrado mis centros de trabajo, la política fue un escenario, como dicen por ahí, para seguirle ladrando más fuerte a la bestia y en su propia cueva. Pero hubo otro objetivo que noblemente me tracé, aunque con muy poco éxito, y fue el de usar la influencia que tenía sobre el liderazgo político opositor para que desde mi condición de independiente, pudiera ayudar a unirlos más, con el pegamento de los más elevados motivos de lucha, los de la libertad de Venezuela, y ponerle fin a la importancia privilegiada que le daban a los intereses de los partidos. Pero en eso, muy poco pude hacer.

MP – Estoy entendiendo que confiesas haber fracasado como político.

MAR – Depende del cristal con que se mire: quienes por mi gran popularidad creían que sería tan fuerte como diputado como para acabar con el gobierno de Hugo Chávez, no quedaron satisfechos. Quienes pensaban que por ser un periodista respetado e influyente me iban a hacer caso los líderes de los partidos, tampoco quedaron satisfechos.

MP – ¿Y de ese salto a la política, hay algo de lo que te sientas satisfecho?

MAR – Pues si, Maibort, aunque los públicos a veces sean muy crueles y olvidadizos. Me siento muy satisfecho de haber sido de los pocos diputados que dieron la cara para hablar de los vínculos del narcotráfico con algunas instancias del gobierno chavista, de haber dado la cara para denunciar la corrupción financiera transnacional con la que se usó el mercado negro de divisas y la emisión de bonos de deuda de gobiernos amigos de Hugo Chávez, no solo para destruir a Petróleos de Venezuela, sino también a las familias venezolanas, que hoy están destruidas y dispersas por todo el mundo. Yo di la cara, a pesar de las peores amenazas a mi persona y a mi familia.

MP – ¿De qué sirvió todo eso que me estás contando? Allí está Maduro en el poder, y allí está la oposición pulverizada. También fracasaste.

MAR – Me estás provocando, y mira que en eso tengo mucha experticia. Así que voy a caer en tu plan. Solo te respondo que también están ahí los procesos que por narcotráfico y lavado de dinero, sustentan sanciones contra el gobierno de Maduro. Creo que además con recursos de mi formación periodística, contribuyeron mis esfuerzos, también los de otros colegas, como tú por cierto, a abrirle los ojos al mundo. Y mira, luego de salir de la diputación, como quiera que continué en Radio Caracas Radio hasta 2019, cuando la dictadura también clausuró sus transmisiones, y desde ese mismo año al frente de un sistema de comunicaciones digitales de gran alcance, Caraota Digital, desde Venezuela o en cualquier parte del mundo donde me encuentre, sigo contando la historia, entrevistando a quienes tienen más detalles, editorializando responsablemente, que para eso valen mis más de 33 años de experiencia, y dando la cara, mucho más, porque ahora la tragedia que vive Venezuela, es una amenaza en muchos países del hemisferio, que han sido sociedades libres y donde ahora el encanto de serpientes de la transnacional totalitaria y antidemocrática, asociada con el crimen organizado, quiere hacer de las suyas.

MP -¿No crees que deberías descansar un poco y dejar que las nuevas generaciones se ocupen? Mira que ya pasas los 55 años y quizás puedas hallar otro modo más calmado de ayudar.

MAR – No te burles de mi. No tengo merma de energía. Pero tienes razón en lo de hallar una mejor forma de aumentar la efectividad del quehacer periodístico a favor de la libertad, tanto de Venezuela, como de toda Latinoamérica, Europa e incluso nuestro gran aliado, Estados Unidos. En eso tienes razón. Gracias por el consejo. Aunque no te contaré si ya ando en algo de eso.

MP – ¿Te molestaste porque te enfrenté con cosas que para muchas personas son verdad?

MAR – Soy un periodista muy comprometido, mi experiencia en los medios me permite tener habilidades para crear siempre nuevos formatos de ejercer mi profesión, estoy centrado en la defensa de la libertad y los derechos humanos, abriéndole los ojos a quienes aún están engañados con los perpetradores de crímenes que los gobiernan, me estoy adecuando a los ecosistemas informativos digitales con la seguridad de que tendré éxito. ¿Dime por qué me iría a molestar? Muchas de esas críticas, aunque a veces fueran despiadadas, me han dado pistas de asuntos por resolver. Es así.

   Miguel Ángel Rodríguez publica varios contenidos de escrutinio a los proyectos totalitaristas en sus micros de Caraota Digital, La Pura Verdad, Desclasificado y un podcast con un joven y exitoso periodista digital, Luis Olavarrieta, cuyo nombre es Todo o Nada. Cualquiera diría que para bien o para mal, a “este tipo” hay que juzgarle los pasos. Por ahora pareciera que son peligrosos, para él, y para quienes ha escrutado desde su tribuna periodística.

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