viernes, 31 de diciembre de 2010

2011: Venezuela vs. Hugo Chávez… El todo por el todo



Por Maibort Petit

Las últimas semanas del 2010 han sido, tal vez, uno de los peores tiempos para la democracia venezolana. Chávez decidió radicalizar la revolución, imponiendo su criterio y montando un aparataje jurídico que transforma la institucionalidad de la Republica, dejando espacio para que surja un Estado paralelo, que le permitiría al régimen controlar el poder, de manera caprichosa, y obviar el mandato de  la mayoría de la sociedad que se ha expresado por la pluralidad y en contra del socialismo

La actitud empecinada de Hugo Chávez nos llevará a un escenario lleno de conflictos en 2011. Desde el inicio nos esperan muchas luchas, que nos obligarán a sopesar el todo por el todo. El reto que representa la instalación de una Asamblea Nacional plural, con parlamentarios de la oposición que no levantarán la mano para aprobar leyes de carácter socialista es, sin duda alguna, un asunto que inquieta a Chávez, puesto que el este no acepta el pensamiento crítico y las voces contrarias a su criterio en el seno del hemiciclo parlamentario. Por esta razón, poco antes de culminar el período 2005-2010, el oficialismo en la Asamblea Nacional tomó la delantera y en menos de 15 días logró la aprobación de un conjunto de leyes que disminuyen el ámbito de competencias del parlamento, para otorgárselos al nuevo órgano “comunal” cuyos alcances aun se desconocen.

Chávez está claro en que la radicalización de su régimen equivale a la pérdida abrumadora de la popularidad. Por ello,  también se adelantó a producir instrumentos legales que le permitirán controlar los medios, imponer la censura y la autocensura, intervenir en todas las actividades económicas, así como en las organizaciones e instituciones en donde puedan surgir conflictos, como es el caso de las universidades, por ejemplo,  a las cuales les eliminó la autonomía y les cercenó  todas las libertades. Afortunadamente, y tal vez atendiendo a algunas mediciones, el presidente Chávez vetó la ley y dejó en manos de la nueva Asamblea Nacional la discusión y aprobación de un nuevo instrumento legislativo sobre la materia.

En los próximos 18 meses Chávez gobernará por decreto,  gracias a La Ley Habilitante que le confirió esta potestad y delegó en el mandatario buena parte de sus propias tareas. Tal circunstancia se convierte en un escenario en el que es difícil vislumbrar cuál será el desenlace, pero en el que sí es fácil adivinar grandes conflictos, sobre todo en el ámbito social.

Y cuando hablamos de conflictos suponemos aquellos derivados del enfrentamiento de dos visiones contrapuestas de país. La socialista y radical anunciada por Hugo Chávez, y la democrática, plural y ecléctica de amplio porcentaje del electorado que se pronunció el 26 de septiembre de 2010 en contra de los postulados socialistas del oficialismo. El pensamiento único fue repelido por el pueblo venezolano en las urnas.


Pero, al parecer, a Hugo Chávez le cuesta aceptar que Venezuela no se siente cómoda con instituciones de corte socialista. Venezuela rechaza la izquierda radical y no comulga con la intención del régimen de imponer, por la fuerza, un modelo inspirado en fracasado castrismo cubano.

La oposición ha venido creciendo, muy a pesar de los esfuerzos de Chávez  por borrarla del mapa y enviarla al exilio. Y la oposición crece porque hay descontento, rabia, frustración, amargura y tristeza, por ver a Venezuela convertida en un país empobrecido, refugio de fuerzas terroristas (FARC, ETA, etc.), estado forajido, puente de la droga, corrompido. La Venezuela decente está cansada de 12 años de locura, de desgobierno, de fracasos económicos, de esconder la cara ante el mundo por la ausencia de un estadista. El país está cansado de un gobierno que se ha aprovechado de las debilidades del pueblo —pero sobre todo de sus necesidades—, que pretende imponerse aún a sabiendas del rechazo popular, con su detestable discurso y su proyecto personalista, autócrata y violador de todas las normas democráticas y de civilidad  política.


En el 2011, Chávez tendrá que jugarse el todo por el todo, puesto que la radicalización incluye el juego completo. Y la sociedad venezolana también se verá obligada a salir al ruedo para defender a pulso, los vestigios de democracia y  de libertad que aún se mantienen. La lucha será por recuperar al país del secuestro de las instituciones del cual  es objeto desde 1999. Para ese entonces, la estrategia de pedir perdón, del llamado a la conciliación con el Crucifijo en la mano, ni los juramentos, le servirán a Chávez para mantener el control. Ya conocemos la historia, es una escena muchas veces vista, que en esta oportunidad no tendrá el mismo resultado. Es tarde para ello.

Desbarajuste económico

Venezuela presenta para el 2011 un panorama económico preocupante, con una inflación superior al 27.5 % (la mayor en América Latina), con contracción de más de dos trimestres, con un deterioro de los ingresos fiscales, un alto nivel de desempleo, la paralización del aparato productivo y empresarial, un bajón en las inversiones extranjeras producto de las expropiaciones y de la falta de seguridad jurídica. Frente a esta difícil situación, y aunado a la delincuencia, a la inseguridad, al desabastecimiento y al caos político que reina en el país, tendremos una especie de terreno fértil para la confrontación.

Chávez se preparó con anticipación para la batalla que será dura, por ello acude a los recursos que le quedan a la mano, que no son otros que la creación generación de miedo,  y el extremar los controles sobre todos los sectores del país, cohesionando además la base que lo soporta desde el punto de vista ideológico para evitar que en pleno proceso, sus propios aliados “salten la talanquera” por temor a estar con el bando perdedor.

La radicalización del régimen busca desesperadamente intimidar a la sociedad, anunciando guerras, todo con el ánimo de doblegar las fuerzas que se resistan a su modelo y eliminar los factores que son fundamentales para la gran batalla electoral del 2012, fecha para cual, debe haber perdido buena parte de  la popularidad que aún conserva.

La Venezuela decente y democrática tendrá que idear estrategias de resistencia que le permitan triunfar frente al enemigo, que aunque golpeado, aun resulta poderoso. Hay que estar preparados para todo, pues el 2011 será intenso, contradictorio y conflictivo cien por ciento, serán doce meses en los cuales el régimen seguirá tratando de imponerse mientras que, del otro lado, el resto de los venezolanos se resistirá a la imposición. Es el tiempo de actuar.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Chávez anhela escándalo mediático tras sus amenazas de posible ruptura diplomática con USA

Por Maibort Petit


La posibilidad de romper relaciones diplomáticas con los Estados Unidos es un asunto que Chávez ha anhelado en varias oportunidades. De hecho, recurrir a esta fórmula se ha convertido en una especie de cliché a la hora de buscar más titulares en la prensa mundial. Echar mano de este recurso es también un modo de distraer la atención cuando tiene problemas internos, difíciles de controlar, por lo que recurre al escándalo mediático para salir fortalecido.
La actual crisis planteada entre los Estados Unidos y Venezuela fue impulsada por Hugo Chávez de manera deliberada. Un lío de gran envergadura con su enemigo imaginario (EE.UU.) lo podría sacar, “momentáneamente”, de la pesadilla en la que se ha convertido su gobierno y colocarlo en la arena internacional una vez más. 
Pero no son pocos los problemas que a lo interno enfrenta el gobierno de Chávez: La ineficiencia de la administración pública, los escándalos de corrupción, el desastre de los damnificados, la pobreza, la violencia, la inseguridad, el desempleo y la crisis económica son asuntos de los cuales no se puede escabullir fácilmente. Una ruptura de relaciones diplomáticas podría ayudarle a aparecer como la víctima ante una población descontenta al echar mano al recurso de exaltar el nacionalismo. Una ruptura lo convertiría en un mártir ante el mundo, y en un icono de la izquierda trasnochada latinoamericana. Pero tal objetivo también podría traerle consecuencias económicas, puesto que de tocarse los intereses energéticos norteamericanos —cosa que no creemos que vaya a ocurrir— entonces si se empeoraría dramáticamente el panorama de Venezuela y el de la revolución.
Sin embargo, no creemos que Chávez llegue ni a la suspensión de envíos de petróleo ni a la ruptura de relaciones con EE.UU. en esta oportunidad. Probablemente solo aproveche el desacuerdo con los embajadores retomar su viejo discurso antiimperialista, contra el presidente Barack Obama y la Secretaria de Estado, Hilarry Clinton para, posteriormente  proceder, como en otras ocasiones, a tratar de arreglar el asunto por las vías diplomáticas. Nuevamente el silencio le servirá para que todo pase al olvido. Ya viajes situaciones de este tipo dan cuenta de la estrategia: Caso rey de España, Uribe, embajadores USA-Venezuela 2008, etc.

Un repaso por las relaciones diplomáticas entre EE.UU. y la Venezuela de Chávez 


Como es bien sabido, la amistad entre USA y Venezuela fue excelente y de un alto grado de cooperación antes de la llegada al poder de Hugo Chávez. Las relaciones se caracterizaron por un comercio fuerte y convenios para la lucha contra el narcotráfico y a favor de la democracia en América Latina. No obstante, con el arribo  al poder de Chávez y el inicio de revolución cubano socialista en Venezuela, se produjo un deterioro progresivo de las relaciones entre los dos países. Las cuales ahora se caracterizan por las tensiones, las amenazas y los insultos que, enturbiaron la  amistad, y abrieron paso al conflicto verbal.
Pero si bien se han presentado momentos difíciles en el plano político, en el  económico no se produjeron grandes cambios. Durante el régimen de Chávez no se han tocado los envíos de petróleo desde Venezuela, aunque cada vez que puede, el caudillo amenaza con ello. Lo que sí se ocurrió fue la expropiación de empresas norteamericanas en suelo venezolano, al tiempo en que en varias oportunidades se ha anunciado la venta por parte del gobierno venezolano de la gigante Citgo.

Amistades peligrosas

Washington no ve con buenos ojos la sociedad y el tutelaje que se ha conformado entre Hugo Chávez y los dictadores Castro de Cuba. La Casa Blanca ha criticado los abusos del gobierno venezolano contra la democracia, la libertad de expresión, el cierre de medios, la persecución a empresarios y opositores y las expropiaciones, entre otras políticas adoptadas por el mandatario suramericano.
También, Washington ha criticado las amistades peligrosas de Chávez, especialmente  con Irán y sus aliados.
Chávez ha acusado en múltiples oportunidades, tanto a la administración de Georges Bush como la de Barack Obama de conspirar contra su revolución, de ser el enemigo de Venezuela,  de pagar a la oposición para que lo derroque y de orquestar varios golpes de Estado y magnicidios en su contra.
Vale recordar las denuncias hechas por Chávez y sus funcionarios contra el gobierno de George W. Bush, durante los eventos ocurridos el 11 de abril de 2002, cuando se produjo una rebelión popular llevó a Chávez a renunciar. Durante esa jornada murieron más de 15 venezolanos sin que hasta el momento se hayan establecido responsabilidades.
 en manos de las fuerzas armadas del régimen, y el posterior nombramiento de Pedro Carmona Estanga, presidente de Fedecámaras, como nuevo Jefe de Estado de Venezuela por parte de los militares opositores.
Ese evento, en el que el poder fue asumido por quien a la fecha era presidente de Fedecámaras (gremio empresarial), Pedro Carmona Estanga, lo cual fue calificado por Chávez como un golpe de estado y del cual responsabilizó a los Estados Unidos. El presidente venezolano hizo especial hincapié en la posición asumida por Estados Unidos frente al efímero gobierno de Estanga. 


Asimismo, Chávez denunció, en aquella oportunidad, que un avión estadounidense había sobrevolado el territorio nacional y había aterrizado en la Orchila, lugar en el que pasó varias horas de su detención. Chávez pidió explicaciones a EE.UU. y tras ese evento, de manera reiterada acusó a Bush de golpista, y de conspirador.
Ante el cambio de gobierno en Norteamericano, Chávez  intentó cambiar su discurso al inicio, tal vez por el hecho que el nuevo presidente era el primer negro en llegar al poder en los Estados Unidos. Caracas bajó el tono y felicitó a Obama, anunció su beneplácito y moderó sus palabras, pero sólo por unos días, pues su instinto de buscar enemigos y generar conflictos lo llevó a entablar nuevas diputas con el recién estrenado Jefe de Estado americano.
Los deseos de reanudar la amistad con Estados Unidos que expresó Chávez en enero de 2008 duraron poco, pues las críticas, amenazas, acusaciones que empezaron a dispararse desde Caracas encontraron, finalmente, respuesta en Washington, quien mantuvo por un tiempo, la tónica de no polemizar con Venezuela.
Deterioro de las relaciones Washington-Caracas
Estados Unidos y Venezuela retiraron sus respectivos embajadores entre septiembre de 2008 y junio de 2009, en uno de los momentos más álgidos de sus complicadas relaciones diplomáticas.
La insistencia de Washington de enviar a Harry Palmer como  su embajador en Caracas, avivó la llama de la discordia entre los dos países. Asimismo, Chávez estalló de ira cuando el portavoz del Departamento de Estado, Phillip Crowley, dijo que con la Ley Habilitante aprobada por la pasada Asamblea Nacional de mayoría oficialista, Chávez estaba socavando la voluntad del pueblo de Venezuela y que con esa Leyese instrumento legislativo, el presidente de Venezuela había encontrado la fórmula para gobernar con poderes autocráticos.  
Frente a tales declaraciones, Chávez activó nuevamente su artillería verbal y acuso a los Estados Unidos de mentir, de provocar, de tener un discurso ultraderechista y de acusarlo de autócrata.
Justificando la abusadora Ley Habilitante, Chávez dijo que  necesitaba el instrumento legal para atender la emergencia generada por las constantes lluvias caídas sobre buena parte del territorio de la nación suramericana.
Desde ese momento, la relación entre los dos países se complicó más aún, y su desenlace fue la revocatoria de la visa del Embajador venezolano Bernardo   parte de Washington. Esta era la respuesta de Estados Unidos a la decisión de Chávez de no otorgarle el plácet al Embajador Palmer, porque éste funcionario había declarado ante el Senado norteamericano que en Venezuela había presencia de las guerrillas colombianas y que las Fuerzas Armadas tenían influencia cubana y la moral baja.
El rechazo venezolano al embajador trajo consigo las reacciones del gobierno estadounidense quien, a través del portavoz del Departamento de Estado afirmó que tal decisión traería consecuencias en las relaciones bilaterales. Ante esta advertencia, Venezuela inicialmente anunció se pronunció por las salidas diplomáticas, pero más tarde a través de la televisión, el presidente Chávez amenazó a EE.UU. con romper las relaciones diplomáticas.
Caracas, a través del diputado y ex embajador,  Roy Chardeton anunció que el gobierno de Hugo Chávez está estudiando el caso con “delicadeza y responsabilidad que le compete, para tomar decisiones que sean correspondientes”. Estas declaraciones tal vez sean el anuncio del gobierno de Hugo Chávez de retroceder, tal como lo ha hecho en otras oportunidades.
Sin embargo, no hay claridad en las acciones venezolanas, ni el  pronunciamiento de sus autoridades.
Entretanto, la función continúa y el mes de enero amenaza con ser explosivo.

martes, 28 de diciembre de 2010

Leyes comunistas arroparán los últimos vestigios de libertad en Venezuela


Por Maibort Petit

Sin lugar a dudas el 2010 fue nefasto para Venezuela y sus habitantes. La desgracia política que nos gobierna desde 1999, se atrevió a aprobar mañosamente un paquete de leyes de corte comunistoide, que le dan más poder a Hugo Chávez y le restan a los ciudadanos sus derechos civiles, y sus libertades. Venezuela paso a ser de un país caótico, con enormes problemas de violencia, de inseguridad, de corrupción, de   hambre, de desempleo, de improductividad y de derroche y malversación de recursos públicos a un país que con todos los terribles problemas aún poseía un cierto grado de respeto a la propiedad privada y  a la libertad de decidir, de hablar y de escribir. Ahora, con el enjambre de leyes socialistoides, copiadas al calco del fracasado modelo cubano, el país perdió buena parte de su estructura y se convierte en una especie de parapeto creado por Chávez y sus seguidores, donde todo está controlado y manipulado por el poder central y su bajo psiquismo.

Una de las leyes que resulta más preocupante es la aprobada recientemente por la Asamblea saliente, llamada “tragicómicamente”” Ley Orgánica de las Comunas que de acuerdo al gobierno le otorgará mayores derechos al “Pueblo” (que es el poder mismo, es decir, Hugo Chávez quien se abroga, sin tenerlo, en derecho de ser el Estado, el gobierno y el pueblo) y afecta directamente la institucionalidad constituida anteriormente para pasar a conformar una especie de Venezuela paralela, cuyas consecuencias serán terrible para el país.

La creación de una nueva institucionalidad puede parecerles un tema banal a los venezolanos que durante estas festividades están encargados de preparar sus hallacas y de seguir con la parranda, pero lamentablemente, es un asunto serio que merece la reflexión de la mayoría pensante y las fuerzas opositoras  activas que aun quedan en el país.

Probablemente muchos no hayan pensado en la dimensión de lo que significa darle muerte al viejo modelo institucional y abrirle el paso a uno nuevo basado en nuevos concepto que para los venezolanos eran inimaginables, como por ejemplo, el socialismo como forma de vida, como sistema político, económico, educativo y social cuya esencia impone la estrechez de libertades publicas e individuales y la consagración de un Estado poderoso, poseedor de todo lo económico y regidor de todas las vidas de los ciudadanos, es decir, de esos 32 millones de venezolanos que desde la segunda mitad del siglo XX  se vinieron acostumbrando a decidir qué hacer. qué estudiar, qué programa ver en la TV y qué película escoger cuando se iba al cine.  

Perder la libertad de decidir, de pensar y de actuar es la aceptación de una cárcel en vida, y es ceder su esencia como ser humano a un ente tutor, que en éste caso, es un Hugo Chávez y sus cómplices,  quienes aspiran a tomar las decisiones por Venezuela, o como ellos mismos lo dicen, por el pueblo, que son ellos mismos.

Los cambios en la institucionalidad abarcan nuevas instancias de los gobiernos regionales que perderán todas sus atribuciones, y se les quitarán los poderes para entregárselos a unas comunas, que en líneas generales serían instituciones paralelas, fuera del ámbito eleccionario, que tendrían el poder de decidir por los venezolanos. La propuesta de la creación de las comunas incluye la eliminación del sistema de elección directa por una de segundo grado.

Estas nuevas agrupaciones serán conformadas por  varios Consejos Comunales que tendrían intereses comunes entre si, de índole variada como los culturales, necesidades económicas, sociales, históricas y donde realzará el sentido de pertenencia. La conformación de una Comuna podrá coincidir o no con los límites político-territoriales de los estados, municipios o dependencias federales, sin que ello modifique la organización político-territorial establecida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. 

viernes, 24 de diciembre de 2010

Hugo Chávez y su paquete cubano de Censura y dictadura

Por Maibort Petit

Desde hace ya 12 años venimos advirtiendo al mundo que Hugo Chávez aspita a convertirse en un dictador de tendencia comunista, capaz de hacer todo por mantenerse en el poder. Por más de una década advertimos, y  denunciamos ante la comunidad internacional  sobre la continua violación, por parte del gobierno, de los derechos humanos, políticos y civiles de los ciudadanos venezolanos que no compartimos el proyecto político autoritario y antidemocrático chavista. Sólo encontramos oídos sordos, burlas, adjetivos y  desconfianza. Ahora, cuando la realidad se muestra en las cámaras de televisión de los medios internacionales, pareciera que finalmente no hay dudas sobre la naturaleza del régimen político que se intenta implantar en Venezuela, donde el poder ha burlado de las reglas democráticas internacionales, usando de manera caprichosa, ‘’las elecciones’ para DARLE UN BARNIZ DE LEGALIDAD A UNA FORMA DE GOBERNAR QUE SE CARACTERIZA POR EL CONTROL DE TODOS LOS PODERES PUBLICOS EN UNA SOLA MANO.

El paquetazo de leyes cubanas

Definitivamente el paquete de leyes cubano aprobadas por una Asamblea, le abrió los ojos al mundo. Ya nadie tiene dudas. En VENEZUELA NO HAY DEMOCRACIA. QUEDA CLARO QUE CHAVEZ ES UNA CARICATURA DE FIDEL CASTRO, CON POCAS DIFERENCIAS.  

LAS LEYES ORDENADAS POR CHAVEZ AL PARLAMENTO ARRODILLADO, SOLO NOS LLEVAN A UN ESCENARIO DE CONCENTRACION DE PODER  EN AL FIGURA DE HUGO CHAVEZ.  Los “parlamentarios” que votaron por esas leyes, son una verdadera vergüenza nacional, y una pesadilla histórica.  Ladrones  y derrochadores, estos personajes utilizan sus cargos y su cercanía a Hugo Chávez para enriquecerse, sin importarles el futuro de las nuevas generaciones que heredarán un país en ruinas y en las sombras.

Con el paquete de Leyes cubanas, los irresponsables diputados y Hugo Chávez no sólo violan la decisión expresada por la mayoría en las elecciones parlamentarias  del 26 de septiembre, llevando a una anulación de  la nueva Asamblea Nacional  y de los parlamentarios de la oposición, sino que confiscan las pocas libertades que quedaban en Venezuela, instalando por la fuerza un modelo comunista que la sociedad ha rechazado de manera reiterada.



Las leyes están hechas basadas en el molde que Chávez necesitaba para quedarse en el poder, pues desde ahora, se implanta de manera institucional la autocensura, y se incrementan las penalizaciones a los medios de comunicación social, se controlan los contenidos en la Internet, se sanciona a los que se cambien de partido, se prohíbe la critica, la disidencia, se infiltran en la formaciones de nuevas generaciones universitarias, entre otros abusos,

Fue una acto antipatriótico cómo la Asamblea aprobó una Ley habilitante que no se requería, y que le permitirá a Chávez gobernar a sus anchas, vía decreto, por 18 meses, justo el tiempo que necesitaba para llegar a las elecciones del 2012, donde pretende reelegirse.
Esta ley fue solicitada por  Chávez, poniendo como burda excusa, la supuesta necesidad de  enfrentar la emergencia por las lluvias que dejaron miles de damnificados. Todos sabemos que Chávez no necesitaba una Ley habilitante para atender a las victimas, solo requería capacidad de gobernar, eficiencia y eficacia, que en su caso es absolutamente inexistente. Chávez se arropa con una poderes habilitados,  para quedarse con las mejores tierras del país, robarle a los propietarios sus  bienes, aumentar los impuestos para llenarse más sus bolsillos e implantar el fracasado comunismo que arruinó a los cubanos y a todas aquellas sociedades que lo experimentaron.

 Los acólitos del régimen también se atrevieron a sancionar la  ley que limita la autonomía de las universidades, que le permite al ambicioso Chávez ponerle la mano a los centros de enseñaza universitaria, donde aun prevalece la investigación, la discusión de ideas, la critica, y donde no se repite el vergonzoso discurso del parapeto ideológico llamado “Socialismo del Siglo XXI.

Con el nuevo aparataje legal, Venezuela toma el tren que nos llevará definitivamente a un país sin libertades democráticas, a una sociedad atrasada, muda y llena de miedo, desinformada y con una población que podría  ser fácilmente manipulada por un gobierno  abusivo y sin escrúpulos.

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Los jóvenes venezolanos que salieron a las calles a protestar fueron cruelmente golpeados,  y atacados por las fuerzas del régimen. El panorama  ofrecido en los alrededores de la Universidad Central de Venezuela, refleja la ola de conflictos  que se avecina.  El gobierno va a seguir  utilizando la fuerza para mantenerse en el poder e imponer su modelo, y los esbirros de las Fuerzas Armadas corruptas y asesinas, dispararán contra el pueblo para defender a Chávez.





Me temo que los diputados electos por la oposición serán atacados y borrados del mapa. Sí no actúan unidos y de manera coherente, probablemente ni siquiera lleguen a pisar el hemiciclo. Seguramente serán objeto de pitas y escupitajos por parte de las comunas que habitarán desde enero 5,  los alrededores del Palacio Federal  Legislativo, autodenominándose EL PUEBLO Y  QUERIENDO ACABAR CON GOLPES, CABILLAS Y ARMAS CON LA DECISION DE LOS ELECTORES VENEZOLANOS QUE ELIGIERON UN PODER LEGISLATIVO PLURAL.
En menos de tres semanas, los ya mancillados espacios democráticos se redujeron de forma dramática y preocupante, y el mundo empezó a ver que lo que denunciamos los opositores de Hugo Chávez por más de 12 anos era verdad. Lamentablemente, Venezuela dejó atrás el modelo democrático para embarcarse en un modelo dictatorial, de corte populista, comunistoide y abusador que para desgracia de America Latina seguirá colándose por los países  que tengan debilidad institucional y donde se le permita entrar al nefasto Hugo Chávez.

lunes, 13 de diciembre de 2010

CHAVEZ APRIETA LA CENSURA POR MIEDO A LA MAYORIA QUE LO RECHAZA

Por Maibort Petit

Se radicalizó  la revolución.  Los pocos días que quedan del año 2010 son un TIEMPO vital para que Hugo Chávez  logre su objetivo de aprobar leyes que le permitan gobernar por decreto y completar su hegemonía comunicacional. Los nuevos instrumentos jurídicos intentan evitar que la oposición y la sociedad venezolana que no apoyan su régimen, cuenten con medios de comunicación social para criticar y denunciar los abusos del gobierno.
Con este paquete de leyes cubanas Chávez se protege del miedo que siente de no saberse mayoría. Imponer la censura y la autocensura es la táctica del comandante para hacer lo que le venga en gana, sin que los ciudadanos se enteren. La Asamblea Nacional saliente, siguiendo las órdenes del jefe no solamente escoge a los miembros del poder Judicial dentro del seno partidista, sino que empuja la aprobación de  una Leyes que no tienen consenso. Con la reforma a la Ley Orgánica de Telecomunicaciones que empuja ciegamente los arrodillados parlamentarios,  Chávez busca controlar el libre flujo de información y de opiniones en el país, y manejar desde su despacho, los servicios de internet y de televisión por cable.
Poco le ha importado a Chávez que la mayoría del pueblo venezolano haya rechazado la imposición de un modelo de corte comunista-socialista.  Todos los movimientos que se hacen desde Miraflores buscan monopolizar los poderes y manejar el país a su libre albedrio. Con la intención de controlar todos los mecanismos de expresión y de difusión de información, Chávez pretende censurar a todos aquellos ciudadanos que están en su contra y que han visto disminuir los medios que les permiten expresarse e informarse.
La reforma a la Ley Orgánica de Telecomunicaciones  es claramente un mecanismo de censura que el gobierno quiere implementar para evitar que la Venezuela libre se exprese. Su intención es que el país exista una sola versión de los hechos, con un periodismo unicolor, arrodillado, que solo entreviste a los oficialistas y deje de lado al grueso de la sociedad que  no acepta el autoritarismo como forma de gobierno.
Con la nueva Ley Resorte los ciudadanos perderían la posibilidad de escoger que leer, ver o escuchar, y se convierten en un objeto pasivo del monopolio  mediático oficialista. Esta nueva trampa legislativa busca la total monopolización del espacio radioeléctrico, y lo que es peor, acabaría con la libertad que existe en internet y  que hasta hoy no había sido tocada. El peor de los abusos es querer limitar a los venezolanos en el uso de las redes sociales, donde quedaría prohibido hacer todo tipo de comentario o denunciar contra Chávez y sus corruptos funcionarios.
Es despreciable como el chavismo copia las leyes cubanas y las quiere aplicar en Venezuela. La idea de eliminar la diversidad en los puntos de acceso a internet  y mantener un férreo control de los servicios de internet, no solamente es ilegal e inconstitucional, sino que nos acerca como país a sociedades absolutamente comunistas y retrogradas como la china o la castrista.
Esta nueva intención del gobierno de coarta la libertad de expresión, de  imponer la censura desde el poder, de manera directa y de acabar  con el canal independiente Globovisión , es un abuso que tanto la sociedad venezolana decente y como la comunidad internacional quien estará obligada a juzgar a Hugo Chávez  como un violador de las reglas democráticas.

La Ley Resorte controlará los contenidos  de    los medios  e impondrá sanciones  para todos los medios que busquen informar  y que no acepten la línea editorial de la revolución.  Con estos pasos, y las expropiaciones a la propiedad privada, el país quedará a la merced de Hugo Chávez. Muchos habíamos advertido que esto vendría pronto, y que el régimen iba a tomar decisiones radicales antes del 5 de enero cuando desaparece la actual asamblea y le da paso a una más plural, que sin duda abortara proyectos de ley de este tipo.
La intolerancia de los dos proyectos sociales  es inaceptable  y no podemos dejar que se materialice. Chávez tiene miedo  de dejar ventanas abiertas  para que la mayoría que no acepta su régimen se pueda expresar  y dar a conocer públicamente sobre los robos, las irregularidades que se han cometido en la administración pública y que pueden ser ventiladas por los diputados opositores que llegaran buscando información y explicación de la más gigantes malversación de fondos públicos  que haya conocido la historia contemporánea de Venezuela. Es tiempo de manifestarnos unidos y de darle parar los abusos, para mañana será tarde.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Represión, amenaza y persecución


Por Maibort Petit


Chávez se ha convertido en un sinónimo de problema, de caos político y social. Este militar de izquierda tiene ya 11 años en el poder, gozando de una enorme fortuna petrolera que, además de enriquecer a los funcionarios del gobierno y a los militares revolucionarios, ha servido para salvar a Cuba de la crisis, para construir casas y servicios públicos en Nicaragua, Bolivia y Ecuador, pagar campañas electorales en Argentina y enriquecer gobiernos extranjeros conocidos por vender chatarra bélica a tontos útiles que pretenden reescribir la historia y crear un liderazgo mundial basado en la mentira, la desinformación, la basura ideológica y el robo de recursos públicos para fines políticos partidista.






Chávez se traduce, luego de una década de desgobierno, en una mera representación de la ineficiencia, del irrespeto a los valores democráticos que habían sido asimilados en Venezuela desde finales de los años 50’. Luego de su trágica presencia en la presidencia, el chavismo se palpa en la calle por el odio engendrado entre los ciudadanos, por los crímenes cometidos contra los opositores, por su pésima gestión que incluye escándalos como Pudreval, una inflación galopante, el reino de la delincuencia, del hambre, de la trampa y de la corrupción. Los largos y traumáticos años de revolución bolivariana han generado la existencia de dos sociedades que si bien comparten el mismo origen, son arbitrariamente opuestas en principios y valores. Una Venezuela es capaz de aplaudir a un tirano vende patria, que ha abusado de su cargo y de las circunstancias que lo llevaron al poder para transformar el país en un pueblo incivilizado, y capaz de aprobar todas las decisiones del caudillo a cambio de mantener sus privilegios. Esa Venezuela no ha despertado, y dice creer en el discurso de incursión del régimen, sin importarles ser cómplice de todos los atropellos que se acometen contra la otra parte de la sociedad que se le opone y por ende, sufre los horrores que produce estar despierto, y ser objeto de las locuras de un gobernante enfermo y megalómano, que se acostumbró alzar la voz y a pisotear los derechos civiles y políticos porque le da la gana. Esa otra Venezuela es perseguida y acosada, no solamente por las fuerzas legitimas del régimen que se han corrompido hasta la saciedad, sino por los brazos ilegítimos del gobierno, que generan caos, matan y azotan psicológicamente a todo aquel que no acepta formar parte del oficialismo.


Son innumerables las técnicas de persecución que se ha puesto en marcha el desde su inicio de la revolución. Primero, fueron los asesinos círculos bolivarianos que aterraron y siguen aterrando a los opositores. Luego, el gobierno hizo uso de sofisticados mecanismos que le permitieron intervenir teléfonos, cuentas bancarias, portales de Internet, y correspondencia privada. Igualmente, utilizó las truchas y muy comprometidas instituciones judiciales para generar casos en contra de los adversarios del régimen, y ponerlos en la cárcel o el exilio.


Durante una década, Chávez ha probado todos los experimentos cubanos para ejercer el terror e imponer el miedo en la sociedad y evitar que los que aún no hayan despertado, salgan de su burbuja y se manifiesten en su contra. Desde el discurso hasta la penalización, no hay método que se deseche para lograr su fin: permanecer en el poder eternamente.






Chávez ha sido implacable, y en aras de lograr su objetivo, ha sido capaz de todo, y ese todo incluye, groseras amenazas y acusaciones sin fundamento contra algunos individuos que le son molestos en sus planes. Pareciera que el cierre de medios y la confiscación de empresas y bienes no son suficientes. El militar de izquierda hila más abajo, y acorrala todas las piezas, nadie se siente seguro, ni fuera ni dentro de las instituciones, ni dentro del país donde reinan la delincuencia y la impunidad, ni fuera del país donde el gobierno tiene sus antenas bien pagadas, que hacen espionaje, se infiltran y compran mentes, conciencias e información.


Son muchos los que en el extranjero sufren la persecución del régimen. Desde venezolanos que se les niega el derecho de poseer un documento de identificación valido por ser oponentes al régimen. Es vergonzoso como el gobierno, a través de algunos Consulados, niega pasaportes a los ciudadanos que han participado en actividades contra el gobierno, o que han ayudado a los opositores en la búsqueda de informaciones que condenen y dejen claras las fechorías de Chávez y sus funcionarios, o los que forman parte de la lista Tascón y se negaron a pagar para borrar su nombre. Chávez, también se ha dado la tarea de infiltrar funcionarios en las organizaciones democráticas que tienen vida activa en muchos países, conformadas por exiliados y opositores del régimen, para espiar y colectar la información sobre los eventos que se producen. Muchos vendedores de información, incluso, tergiversan los testimonios y las mayor provecho económico, inventan datos que nunca tuvieron lugar, enterrando personas y vinculándolas con actos, planes y ejecuciones que son montadas por la inteligencia paralela para incriminar a ciudadanos inocentes y vincularlos con actos terroristas, con magnicidios o cualquier otra invención que genera la fantasía discursiva chavista como mecanismo para acabar con los disidentes.


En el ámbito interno los funcionarios del gobierno actúan de forma más feroz. No hay chance a equívocos, cualquier error se paga con creces. Tanto los opositores que se enfrentan públicamente al régimen, como los colaboradores que se mantienen en silencio bajo la cortina roja, pero colocando su grano de arena para que se conozcan los guisos y abusos de este gobierno, están diariamente amenazados. La persecución es por doquier, eliminando licencias, acabando con negocios, sembrando armas y drogas, enviándole asesinos a sueldo, secuestros Express, amenazas directas a familiares, acoso laboral y profesional, aperturas de juicios, etc. Chávez y sus asesores cubanos han convertido a la Venezuela que no está de su lado en una sociedad enferma, temerosa, acosada y criminalizada. Por los corrillos se cuenta que ahora que la radicalización de la revolución se agudiza empezarán a caer más opositores en las redes, e incluso aquellos chavistas que se despierten y empiecen a sentir asco de haber apoyado semejante locura. El 2011 amenaza con ser peor que estos últimos diez años de caos. El Caudillo quiere permanecer en el poder hasta el 2021 y su pulso no le va a temblar para lograr su objetivo, cueste lo que cueste. Ya empezó su campaña, caracterizada por insultos y gritos y acusaciones. En la medida que su popularidad siga bajando, se atreverá hacer lo que hasta ahora no ha logrado, ya no sólo piensa en canales de televisión que le critican, piensa en otros planes malévolos que seguro traerán tristes y trágicas consecuencias, no solo para la Venezuela que lo detesta, sino para aquella que lo sigue ciegamente e incluso para su misma familia. Que tristeza ver que el poder corrompe absolutamente.

martes, 16 de noviembre de 2010

Santos: el nuevo amigo, el nuevo complice de Chavez ?

Por Maibort Petit






Muchos se despertaron hoy con una sensación desagradable, de decepción y de repudio, al enterarse de las aseveraciones del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos donde este confirma que “cumplirá con su palabra” y extraditará al narcotraficante Walid Makled a Venezuela para complacer la petición de su mejor amigo, Hugo Chávez. Esto, según dice el jefe de Estado colombiano, se hará luego de haberse cumplido todos los trámites pertinentes.


Escuchar esto de un hombre como Santos nos preocupa. Muchos pensábamos que Colombia mantendría una posición mucho más equilibrada en este asunto, y que al menos, le daría una oportunidad a la justicia estadounidense de investigar las escandalosas denuncias hechas por Makled contra el gobierno de Venezuela. Complacer a Chávez y negarle a USA el derecho a juzgar a este capo, es una gran contribución del gobierno colombiano al “engavetamiento” y un seguro entierro de las acusaciones que vinculan a las cúpulas de poder de Venezuela con el narcotráfico. Desde el inicio de su gobierno, el presidente Santos anunció que trabajaría con Chávez para recuperar la balanza de pagos que se había ido al suelo en vista de los conflictos surgidos entre el gobierno presidido por Álvaro Uribe Vélez y Chávez. Y así lo hizo, logrando restablecer las relaciones con Caracas y dando muestras d amistad y colaboración, y hasta de complicidad, pues Santos desestimó las denuncias que Colombia llevó a la ONU y logró ayudar a su amigo a salirse del enredo que se armó tras las acusaciones, fundamentadas por cientos de documentos, que probaban que Venezuela otorga refugio a más de 1500 guerrilleros de la FARC y del ELN, y que además mantiene con esos grupos irregulares, una estrecha relación de cooperación y de afinidad ideológica.

 Uribe se ganó el respeto de los que aún creen que las instituciones y los gobiernos deben luchar por el bienestar de los pueblos, y no por los intereses de los grupos económicos que pagan las campañas electorales de los candidatos. El compromiso adquirido por Santos con los empresarios parece que se sobrepone a las grandes aspiraciones de los pueblos de verse librados de gobiernos autoritarios que usan los recursos públicos y sus relaciones para darle apoyo a grupos terroristas y para pisotear a una sociedad como la venezolana, que ha visto disminuir sus libertades democráticas y sus derechos civiles y políticos, a lo largo de los 11 años que han transcurrido, desde que Chávez, llegó al poder.


La lucha entre una derecha representada por Santos y una anacrónica izquierda representada por Chávez se tira la balanza hacia el caudillo autoritario, quien astutamente manipula a Santos y lo ponen entre la espada y la pared para lograr otra vez sus objetivos. Chávez intercambia con su amigo Santos, el silencio de las denuncias por negocios que le permitan recuperar la privilegiada posición de los productos colombianos en el mercado venezolano. Poco parece importar el peligro que supone para América Latina que los narcos y los gobiernos estén vinculados, y a Santos le preocupa más incrementar las cifras de intercambio comercial colombo venezolano, que los compromisos que tiene el gobierno de Venezuela con el terrorismo y el narcotráfico.


Con la extradición de Makled a Venezuela, a pesar de la solicitud hecha por los Estados Unidos un día antes de la captura, ( Agosto 17, 2010) Chávez y sus cómplices ganan una nueva batalla.


Makled hizo varias revelaciones que comprometen a funcionarios del régimen chavista con el narcotráfico, entre ellas, la afirmación sobre los pagos a un hermano del ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, Tareck El Aissimi para financiar a un exjefe de la casa Militar de Hugo Chávez. También dijo tener videos, voucher de depósitos, y otros elementos que prueban los negocios que se tejieron entre el hermano del Ministro de Interiores y Justicia y otros funcionarios chavistas, con la red de narcotráfico colombiana.


La complaciente actitud del presidente Santos frente a su “Nuevo mejor amigo” da mucho que pensar. La entrega de Makled a Venezuela significa un espaldarazo a Chávez y un golpe contra USA que ha insistido en la extradición del narcotraficante a suelo estadounidense, desde donde se investigarían las denuncias contra Chávez.


Santos sobrepone los intereses económicos de los grupos que lo apoyan, al compromiso que mantiene con USA, quien ha sido aliado político y militar del Estado colombiano desde 1999. Los Estados Unidos han establecido excelentes relaciones y han trabajado junto a las últimas administraciones colombianas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.


La decisión de entregar el capo a Venezuela, un país que tiene un sistema judicial absolutamente corrupto y dependiente del Ejecutivo, y que está conformado por magistrados comprometidos con Hugo Chávez, refleja el caprichoso camino que le espera al caso Makled. Esta decisión pasa a ser la segunda gran contribución del gobierno de Santos al régimen corrupto de Chávez.


Gracias a Santos, las denuncias contra el gobierno de Chávez desaparecerán, y las pruebas serán eliminadas por los delincuentes venezolanos socios de Makled. Desde su llegada al poder, Santos ha colaborado abiertamente para enterrar las denuncias que comprometen a Chávez con el terrorismo, y el narcotráfico.


La posibilidad que la justicia internacional realice investigaciones y que verifiquen las pruebas contra Hugo Chávez fue eliminada nuevamente. Es una verdadera lástima que los compromisos con los empresarios tengan más peso que la justicia para el jefe de Estado colombiano…por los caminos que vamos, América Latina seguirá oliendo a podrido, y el grueso de los gobiernos de la región seguirán ayudando, con su actitud cómplice, para que Hugo Chávez siga avanzando con su proyecto destructor por nuestros pueblos.