lunes, 29 de noviembre de 2010
Represión, amenaza y persecución
Por Maibort Petit
Chávez se ha convertido en un sinónimo de problema, de caos político y social. Este militar de izquierda tiene ya 11 años en el poder, gozando de una enorme fortuna petrolera que, además de enriquecer a los funcionarios del gobierno y a los militares revolucionarios, ha servido para salvar a Cuba de la crisis, para construir casas y servicios públicos en Nicaragua, Bolivia y Ecuador, pagar campañas electorales en Argentina y enriquecer gobiernos extranjeros conocidos por vender chatarra bélica a tontos útiles que pretenden reescribir la historia y crear un liderazgo mundial basado en la mentira, la desinformación, la basura ideológica y el robo de recursos públicos para fines políticos partidista.
Chávez se traduce, luego de una década de desgobierno, en una mera representación de la ineficiencia, del irrespeto a los valores democráticos que habían sido asimilados en Venezuela desde finales de los años 50’. Luego de su trágica presencia en la presidencia, el chavismo se palpa en la calle por el odio engendrado entre los ciudadanos, por los crímenes cometidos contra los opositores, por su pésima gestión que incluye escándalos como Pudreval, una inflación galopante, el reino de la delincuencia, del hambre, de la trampa y de la corrupción. Los largos y traumáticos años de revolución bolivariana han generado la existencia de dos sociedades que si bien comparten el mismo origen, son arbitrariamente opuestas en principios y valores. Una Venezuela es capaz de aplaudir a un tirano vende patria, que ha abusado de su cargo y de las circunstancias que lo llevaron al poder para transformar el país en un pueblo incivilizado, y capaz de aprobar todas las decisiones del caudillo a cambio de mantener sus privilegios. Esa Venezuela no ha despertado, y dice creer en el discurso de incursión del régimen, sin importarles ser cómplice de todos los atropellos que se acometen contra la otra parte de la sociedad que se le opone y por ende, sufre los horrores que produce estar despierto, y ser objeto de las locuras de un gobernante enfermo y megalómano, que se acostumbró alzar la voz y a pisotear los derechos civiles y políticos porque le da la gana. Esa otra Venezuela es perseguida y acosada, no solamente por las fuerzas legitimas del régimen que se han corrompido hasta la saciedad, sino por los brazos ilegítimos del gobierno, que generan caos, matan y azotan psicológicamente a todo aquel que no acepta formar parte del oficialismo.
Son innumerables las técnicas de persecución que se ha puesto en marcha el desde su inicio de la revolución. Primero, fueron los asesinos círculos bolivarianos que aterraron y siguen aterrando a los opositores. Luego, el gobierno hizo uso de sofisticados mecanismos que le permitieron intervenir teléfonos, cuentas bancarias, portales de Internet, y correspondencia privada. Igualmente, utilizó las truchas y muy comprometidas instituciones judiciales para generar casos en contra de los adversarios del régimen, y ponerlos en la cárcel o el exilio.
Durante una década, Chávez ha probado todos los experimentos cubanos para ejercer el terror e imponer el miedo en la sociedad y evitar que los que aún no hayan despertado, salgan de su burbuja y se manifiesten en su contra. Desde el discurso hasta la penalización, no hay método que se deseche para lograr su fin: permanecer en el poder eternamente.
Chávez ha sido implacable, y en aras de lograr su objetivo, ha sido capaz de todo, y ese todo incluye, groseras amenazas y acusaciones sin fundamento contra algunos individuos que le son molestos en sus planes. Pareciera que el cierre de medios y la confiscación de empresas y bienes no son suficientes. El militar de izquierda hila más abajo, y acorrala todas las piezas, nadie se siente seguro, ni fuera ni dentro de las instituciones, ni dentro del país donde reinan la delincuencia y la impunidad, ni fuera del país donde el gobierno tiene sus antenas bien pagadas, que hacen espionaje, se infiltran y compran mentes, conciencias e información.
Son muchos los que en el extranjero sufren la persecución del régimen. Desde venezolanos que se les niega el derecho de poseer un documento de identificación valido por ser oponentes al régimen. Es vergonzoso como el gobierno, a través de algunos Consulados, niega pasaportes a los ciudadanos que han participado en actividades contra el gobierno, o que han ayudado a los opositores en la búsqueda de informaciones que condenen y dejen claras las fechorías de Chávez y sus funcionarios, o los que forman parte de la lista Tascón y se negaron a pagar para borrar su nombre. Chávez, también se ha dado la tarea de infiltrar funcionarios en las organizaciones democráticas que tienen vida activa en muchos países, conformadas por exiliados y opositores del régimen, para espiar y colectar la información sobre los eventos que se producen. Muchos vendedores de información, incluso, tergiversan los testimonios y las mayor provecho económico, inventan datos que nunca tuvieron lugar, enterrando personas y vinculándolas con actos, planes y ejecuciones que son montadas por la inteligencia paralela para incriminar a ciudadanos inocentes y vincularlos con actos terroristas, con magnicidios o cualquier otra invención que genera la fantasía discursiva chavista como mecanismo para acabar con los disidentes.
En el ámbito interno los funcionarios del gobierno actúan de forma más feroz. No hay chance a equívocos, cualquier error se paga con creces. Tanto los opositores que se enfrentan públicamente al régimen, como los colaboradores que se mantienen en silencio bajo la cortina roja, pero colocando su grano de arena para que se conozcan los guisos y abusos de este gobierno, están diariamente amenazados. La persecución es por doquier, eliminando licencias, acabando con negocios, sembrando armas y drogas, enviándole asesinos a sueldo, secuestros Express, amenazas directas a familiares, acoso laboral y profesional, aperturas de juicios, etc. Chávez y sus asesores cubanos han convertido a la Venezuela que no está de su lado en una sociedad enferma, temerosa, acosada y criminalizada. Por los corrillos se cuenta que ahora que la radicalización de la revolución se agudiza empezarán a caer más opositores en las redes, e incluso aquellos chavistas que se despierten y empiecen a sentir asco de haber apoyado semejante locura. El 2011 amenaza con ser peor que estos últimos diez años de caos. El Caudillo quiere permanecer en el poder hasta el 2021 y su pulso no le va a temblar para lograr su objetivo, cueste lo que cueste. Ya empezó su campaña, caracterizada por insultos y gritos y acusaciones. En la medida que su popularidad siga bajando, se atreverá hacer lo que hasta ahora no ha logrado, ya no sólo piensa en canales de televisión que le critican, piensa en otros planes malévolos que seguro traerán tristes y trágicas consecuencias, no solo para la Venezuela que lo detesta, sino para aquella que lo sigue ciegamente e incluso para su misma familia. Que tristeza ver que el poder corrompe absolutamente.
martes, 16 de noviembre de 2010
Santos: el nuevo amigo, el nuevo complice de Chavez ?
Por Maibort Petit
Muchos se despertaron hoy con una sensación desagradable, de decepción y de repudio, al enterarse de las aseveraciones del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos donde este confirma que “cumplirá con su palabra” y extraditará al narcotraficante Walid Makled a Venezuela para complacer la petición de su mejor amigo, Hugo Chávez. Esto, según dice el jefe de Estado colombiano, se hará luego de haberse cumplido todos los trámites pertinentes.
Escuchar esto de un hombre como Santos nos preocupa. Muchos pensábamos que Colombia mantendría una posición mucho más equilibrada en este asunto, y que al menos, le daría una oportunidad a la justicia estadounidense de investigar las escandalosas denuncias hechas por Makled contra el gobierno de Venezuela. Complacer a Chávez y negarle a USA el derecho a juzgar a este capo, es una gran contribución del gobierno colombiano al “engavetamiento” y un seguro entierro de las acusaciones que vinculan a las cúpulas de poder de Venezuela con el narcotráfico. Desde el inicio de su gobierno, el presidente Santos anunció que trabajaría con Chávez para recuperar la balanza de pagos que se había ido al suelo en vista de los conflictos surgidos entre el gobierno presidido por Álvaro Uribe Vélez y Chávez. Y así lo hizo, logrando restablecer las relaciones con Caracas y dando muestras d amistad y colaboración, y hasta de complicidad, pues Santos desestimó las denuncias que Colombia llevó a la ONU y logró ayudar a su amigo a salirse del enredo que se armó tras las acusaciones, fundamentadas por cientos de documentos, que probaban que Venezuela otorga refugio a más de 1500 guerrilleros de la FARC y del ELN, y que además mantiene con esos grupos irregulares, una estrecha relación de cooperación y de afinidad ideológica.
Uribe se ganó el respeto de los que aún creen que las instituciones y los gobiernos deben luchar por el bienestar de los pueblos, y no por los intereses de los grupos económicos que pagan las campañas electorales de los candidatos. El compromiso adquirido por Santos con los empresarios parece que se sobrepone a las grandes aspiraciones de los pueblos de verse librados de gobiernos autoritarios que usan los recursos públicos y sus relaciones para darle apoyo a grupos terroristas y para pisotear a una sociedad como la venezolana, que ha visto disminuir sus libertades democráticas y sus derechos civiles y políticos, a lo largo de los 11 años que han transcurrido, desde que Chávez, llegó al poder.
La lucha entre una derecha representada por Santos y una anacrónica izquierda representada por Chávez se tira la balanza hacia el caudillo autoritario, quien astutamente manipula a Santos y lo ponen entre la espada y la pared para lograr otra vez sus objetivos. Chávez intercambia con su amigo Santos, el silencio de las denuncias por negocios que le permitan recuperar la privilegiada posición de los productos colombianos en el mercado venezolano. Poco parece importar el peligro que supone para América Latina que los narcos y los gobiernos estén vinculados, y a Santos le preocupa más incrementar las cifras de intercambio comercial colombo venezolano, que los compromisos que tiene el gobierno de Venezuela con el terrorismo y el narcotráfico.
Con la extradición de Makled a Venezuela, a pesar de la solicitud hecha por los Estados Unidos un día antes de la captura, ( Agosto 17, 2010) Chávez y sus cómplices ganan una nueva batalla.
Makled hizo varias revelaciones que comprometen a funcionarios del régimen chavista con el narcotráfico, entre ellas, la afirmación sobre los pagos a un hermano del ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, Tareck El Aissimi para financiar a un exjefe de la casa Militar de Hugo Chávez. También dijo tener videos, voucher de depósitos, y otros elementos que prueban los negocios que se tejieron entre el hermano del Ministro de Interiores y Justicia y otros funcionarios chavistas, con la red de narcotráfico colombiana.
La complaciente actitud del presidente Santos frente a su “Nuevo mejor amigo” da mucho que pensar. La entrega de Makled a Venezuela significa un espaldarazo a Chávez y un golpe contra USA que ha insistido en la extradición del narcotraficante a suelo estadounidense, desde donde se investigarían las denuncias contra Chávez.
Santos sobrepone los intereses económicos de los grupos que lo apoyan, al compromiso que mantiene con USA, quien ha sido aliado político y militar del Estado colombiano desde 1999. Los Estados Unidos han establecido excelentes relaciones y han trabajado junto a las últimas administraciones colombianas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
La decisión de entregar el capo a Venezuela, un país que tiene un sistema judicial absolutamente corrupto y dependiente del Ejecutivo, y que está conformado por magistrados comprometidos con Hugo Chávez, refleja el caprichoso camino que le espera al caso Makled. Esta decisión pasa a ser la segunda gran contribución del gobierno de Santos al régimen corrupto de Chávez.
Gracias a Santos, las denuncias contra el gobierno de Chávez desaparecerán, y las pruebas serán eliminadas por los delincuentes venezolanos socios de Makled. Desde su llegada al poder, Santos ha colaborado abiertamente para enterrar las denuncias que comprometen a Chávez con el terrorismo, y el narcotráfico.
La posibilidad que la justicia internacional realice investigaciones y que verifiquen las pruebas contra Hugo Chávez fue eliminada nuevamente. Es una verdadera lástima que los compromisos con los empresarios tengan más peso que la justicia para el jefe de Estado colombiano…por los caminos que vamos, América Latina seguirá oliendo a podrido, y el grueso de los gobiernos de la región seguirán ayudando, con su actitud cómplice, para que Hugo Chávez siga avanzando con su proyecto destructor por nuestros pueblos.
Muchos se despertaron hoy con una sensación desagradable, de decepción y de repudio, al enterarse de las aseveraciones del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos donde este confirma que “cumplirá con su palabra” y extraditará al narcotraficante Walid Makled a Venezuela para complacer la petición de su mejor amigo, Hugo Chávez. Esto, según dice el jefe de Estado colombiano, se hará luego de haberse cumplido todos los trámites pertinentes.
Escuchar esto de un hombre como Santos nos preocupa. Muchos pensábamos que Colombia mantendría una posición mucho más equilibrada en este asunto, y que al menos, le daría una oportunidad a la justicia estadounidense de investigar las escandalosas denuncias hechas por Makled contra el gobierno de Venezuela. Complacer a Chávez y negarle a USA el derecho a juzgar a este capo, es una gran contribución del gobierno colombiano al “engavetamiento” y un seguro entierro de las acusaciones que vinculan a las cúpulas de poder de Venezuela con el narcotráfico. Desde el inicio de su gobierno, el presidente Santos anunció que trabajaría con Chávez para recuperar la balanza de pagos que se había ido al suelo en vista de los conflictos surgidos entre el gobierno presidido por Álvaro Uribe Vélez y Chávez. Y así lo hizo, logrando restablecer las relaciones con Caracas y dando muestras d amistad y colaboración, y hasta de complicidad, pues Santos desestimó las denuncias que Colombia llevó a la ONU y logró ayudar a su amigo a salirse del enredo que se armó tras las acusaciones, fundamentadas por cientos de documentos, que probaban que Venezuela otorga refugio a más de 1500 guerrilleros de la FARC y del ELN, y que además mantiene con esos grupos irregulares, una estrecha relación de cooperación y de afinidad ideológica.
Uribe se ganó el respeto de los que aún creen que las instituciones y los gobiernos deben luchar por el bienestar de los pueblos, y no por los intereses de los grupos económicos que pagan las campañas electorales de los candidatos. El compromiso adquirido por Santos con los empresarios parece que se sobrepone a las grandes aspiraciones de los pueblos de verse librados de gobiernos autoritarios que usan los recursos públicos y sus relaciones para darle apoyo a grupos terroristas y para pisotear a una sociedad como la venezolana, que ha visto disminuir sus libertades democráticas y sus derechos civiles y políticos, a lo largo de los 11 años que han transcurrido, desde que Chávez, llegó al poder.
La lucha entre una derecha representada por Santos y una anacrónica izquierda representada por Chávez se tira la balanza hacia el caudillo autoritario, quien astutamente manipula a Santos y lo ponen entre la espada y la pared para lograr otra vez sus objetivos. Chávez intercambia con su amigo Santos, el silencio de las denuncias por negocios que le permitan recuperar la privilegiada posición de los productos colombianos en el mercado venezolano. Poco parece importar el peligro que supone para América Latina que los narcos y los gobiernos estén vinculados, y a Santos le preocupa más incrementar las cifras de intercambio comercial colombo venezolano, que los compromisos que tiene el gobierno de Venezuela con el terrorismo y el narcotráfico.
Con la extradición de Makled a Venezuela, a pesar de la solicitud hecha por los Estados Unidos un día antes de la captura, ( Agosto 17, 2010) Chávez y sus cómplices ganan una nueva batalla.
Makled hizo varias revelaciones que comprometen a funcionarios del régimen chavista con el narcotráfico, entre ellas, la afirmación sobre los pagos a un hermano del ministro de Relaciones Interiores y Justicia de Venezuela, Tareck El Aissimi para financiar a un exjefe de la casa Militar de Hugo Chávez. También dijo tener videos, voucher de depósitos, y otros elementos que prueban los negocios que se tejieron entre el hermano del Ministro de Interiores y Justicia y otros funcionarios chavistas, con la red de narcotráfico colombiana.
La complaciente actitud del presidente Santos frente a su “Nuevo mejor amigo” da mucho que pensar. La entrega de Makled a Venezuela significa un espaldarazo a Chávez y un golpe contra USA que ha insistido en la extradición del narcotraficante a suelo estadounidense, desde donde se investigarían las denuncias contra Chávez.
Santos sobrepone los intereses económicos de los grupos que lo apoyan, al compromiso que mantiene con USA, quien ha sido aliado político y militar del Estado colombiano desde 1999. Los Estados Unidos han establecido excelentes relaciones y han trabajado junto a las últimas administraciones colombianas en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo.
La decisión de entregar el capo a Venezuela, un país que tiene un sistema judicial absolutamente corrupto y dependiente del Ejecutivo, y que está conformado por magistrados comprometidos con Hugo Chávez, refleja el caprichoso camino que le espera al caso Makled. Esta decisión pasa a ser la segunda gran contribución del gobierno de Santos al régimen corrupto de Chávez.
Gracias a Santos, las denuncias contra el gobierno de Chávez desaparecerán, y las pruebas serán eliminadas por los delincuentes venezolanos socios de Makled. Desde su llegada al poder, Santos ha colaborado abiertamente para enterrar las denuncias que comprometen a Chávez con el terrorismo, y el narcotráfico.
La posibilidad que la justicia internacional realice investigaciones y que verifiquen las pruebas contra Hugo Chávez fue eliminada nuevamente. Es una verdadera lástima que los compromisos con los empresarios tengan más peso que la justicia para el jefe de Estado colombiano…por los caminos que vamos, América Latina seguirá oliendo a podrido, y el grueso de los gobiernos de la región seguirán ayudando, con su actitud cómplice, para que Hugo Chávez siga avanzando con su proyecto destructor por nuestros pueblos.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Cuba navega hacia el capitalismo mientras Chavez lucha por imponer el comunismo
Por Maibort Petit
El hambre del pueblo y la incapacidad de la revolución de generar respuestas satisfactorias a la crisis, obligaron a los dos dinosaurios comunistas de Cuba a aceptar e impulsar una serie de reformas, que sin duda alguna, llevarán a la isla a una apertura de su sistema económico, siguiendo los pasos de la antigua URSS y de la misma China.
Pocos se imaginaron que los hermanos Castros, los protagonistas del régimen político que enterró a Cuba en la miseria, podrían anunciar reformas económicas de corte meramente capitalista. Obligado por la crisis, Raúl Castro dio a conocer las 32 paginitas que incluyen la transformación del retrogrado modelo comunistas a una economía de apertura, que seguramente producirán el mejoramiento de las condiciones de vida de los cubanos que han sufrido el rigor del régimen autoritario de mas de 5 décadas.
Raúl anunció el contenido del Proyecto de lineamientos de la Política Económica y Social, que contiene 291 líneas de acción que cambiarán el rumbo de la empobrecida economía. Siguiendo la tradición, este plan debe ser aprobado por VI Congreso del partido Comunista Cubano en abril 2011.
Mientras Cuba trata de salvarse de la maldición comunista que les corroe el sistema, Hugo Chávez, el máximo admirador del castrismo, pretende romper todos los esquemas e imponer el Socialismo del Silgo XXI en Venezuela.
Es realmente lamentable ver a Chávez mendigando en Cuba las líneas de acción comunista para aplicarlas a como de lugar en un país que ha rechazado de manera reiterada la aplicación de modelo fracasado en todos los países donde se ha implantado.
Los Castros pretenden acabar con “el mar de la felicidad” que inspira a Chávez mediante la aplicación políticas macroeconómicas y planes de inversión en áreas agroindustrial, industrial y energética. Con este plan los dictadores de Cuba buscan apoderarse de los dólares, generar inversiones y permitir que las fuerzas del mercado posen sus ojos en un terreno destruido, pero virgen al fin al cabo, para el capitalismo “salvaje “de los Estados Unidos.
Cuba aspira a captar más billetes verdes a través del turismo, la industria de la construcción, transporte y, por supuesto, el comercio.
También los Castro andan buscando la reducción de la influencia del Estado en los servicios de salud y educación, la eliminación de la libreta de racionamiento que mata de hambre al pueblo cubano desde 1962. Reducir el tamaño del Estado y la influencia del mismo en las áreas que eran de su total incumbencia nos revela que definitivamente Cuba ahondará los cambios y se presentará ante el mundo como un país que busca inversiones, y que desea entrar en el competitivo mundo del mercado internacional.
Remendar el caos creado por la Revolución Comunista de los Castro costará mucho tiempo, esfuerzo y dinero. Internamente, el régimen también pretende eliminar la dualidad de la moneda, que tan terribles consecuencias ha traído para los cubanos.
Lo mas curioso de este cambio anunciado por la dictadura es que ambos dinosaurios pretenden incursionar en el capitalismo, vestirse de capitalistas, usar las reglas capitalistas, pero seguirse llamando Socialistas, mas por cuestión de honor que obviamente por reputación. Así el proyecto plantea mantener el modelo “principal” de empresa estatal socialista, pero estimulando lo que es productivo, y lo que produce mas dinero, que son las empresas privadas con fuerte inversión extranjera. Aclaran, que eso no es economía de mercado sino innovación, es decir, que no es lo mismo pero es igual.
El proyecto castrista de cambio sostiene que el Estado no va a subsidiar las perdidas de empresas estatales, que en las desastrosas economías comunistas, son innumerables. La revolución cubana amenaza que si las empresas del gobierno generan perdidas sostenidas serán liquidadas de inmediato. Tirando una perlas capitalista importante, el plan asegura que la competitividad de los empleados públicos será premiada con mas ingresos, si hay resultados hay dinero, de lo contrario, no se hace merecedor de bonos, sin importar que tenga tatuada la cara e Fidel en su piel.
Por ultimo el plan de acción, señala que “la política económica nueva es socialista”, aunque parece capitalista, y “corresponderá al principio que el socialismo es capaz de vencer todas las dificultades y preservar las conquistas de la Revolución”. Además, asegura que “la política económica es socialista y que equivale a igualdad de oportunidades” no del más apto, y no al igualitarismo. Dice el texto””El trabajo es un derecho y un deber, motivo de realización personal para cada ciudadano, y deberá ser remunerado conforme a su calidad y cantidad “. ( Quedó claro, es decir, es pero no es)
No será sino hasta el mes de abril, cuando se discuta el proyecto, en el congreso del único partido que existe en Cuba, delibere sobre el Proyecto de lineamientos que busca soluciones a la grave crisis económica que vive la isla, que enfrenta un enrome déficit en la balanza de pagos, las relaciones bancarias de transferencia al exterior y el elevado monto de vencimiento de deuda externa. Paralelamente el gran benefactor y que le ha dado subsidio a la dictadura de los Castros, Hugo Chávez Frías, también padece de los rigores de la crisis, al haber convertido al país petrolero en una colapsada economía, con altos niveles de desempleo, ausencia de inversión extranjera, escasez de productos de la cesta básica, destrucción del aparato productivo y ausencia absoluta de seguridad jurídica.
Mientras en Cuba el gobierno elimina 500 mil empleos y fomenta la industria privada, permitiéndole a los cubanos fundar pequeños negocios en 178 rubros, Hugo Chávez expropia y acosa a los inversionistas, creando terror en el mercado
Un amigo cubano del exilio, a esos que Fidel llama “gusanos” me comentaba: “ Venezuela, a pesar de su petróleo esta peor que la Cuba hambrienta, nosotros vamos navegando fuera del mar del al felicidad, buscando cercanía con el mundo, mientras que el régimen chavista, ignorando la triste realidad que genera el socialismo, se empeña en llevarle la contraria al progreso y a la evolución, y empuja el barco hacia el caos: Nacionalizando, acabando con la producción, con la competitividad y con el talento, para darle paso a los odios y a la ignorancia. Así es la historia, Cuba quiere sacudirse del socialismo y Venezuela pretende -bajo la podrida mente del alocado comandante- ser protagonista del fracaso y de debacle del comunismo como modelo económico.
El hambre del pueblo y la incapacidad de la revolución de generar respuestas satisfactorias a la crisis, obligaron a los dos dinosaurios comunistas de Cuba a aceptar e impulsar una serie de reformas, que sin duda alguna, llevarán a la isla a una apertura de su sistema económico, siguiendo los pasos de la antigua URSS y de la misma China.
Pocos se imaginaron que los hermanos Castros, los protagonistas del régimen político que enterró a Cuba en la miseria, podrían anunciar reformas económicas de corte meramente capitalista. Obligado por la crisis, Raúl Castro dio a conocer las 32 paginitas que incluyen la transformación del retrogrado modelo comunistas a una economía de apertura, que seguramente producirán el mejoramiento de las condiciones de vida de los cubanos que han sufrido el rigor del régimen autoritario de mas de 5 décadas.
Raúl anunció el contenido del Proyecto de lineamientos de la Política Económica y Social, que contiene 291 líneas de acción que cambiarán el rumbo de la empobrecida economía. Siguiendo la tradición, este plan debe ser aprobado por VI Congreso del partido Comunista Cubano en abril 2011.
Mientras Cuba trata de salvarse de la maldición comunista que les corroe el sistema, Hugo Chávez, el máximo admirador del castrismo, pretende romper todos los esquemas e imponer el Socialismo del Silgo XXI en Venezuela.
Es realmente lamentable ver a Chávez mendigando en Cuba las líneas de acción comunista para aplicarlas a como de lugar en un país que ha rechazado de manera reiterada la aplicación de modelo fracasado en todos los países donde se ha implantado.
Los Castros pretenden acabar con “el mar de la felicidad” que inspira a Chávez mediante la aplicación políticas macroeconómicas y planes de inversión en áreas agroindustrial, industrial y energética. Con este plan los dictadores de Cuba buscan apoderarse de los dólares, generar inversiones y permitir que las fuerzas del mercado posen sus ojos en un terreno destruido, pero virgen al fin al cabo, para el capitalismo “salvaje “de los Estados Unidos.
Cuba aspira a captar más billetes verdes a través del turismo, la industria de la construcción, transporte y, por supuesto, el comercio.
También los Castro andan buscando la reducción de la influencia del Estado en los servicios de salud y educación, la eliminación de la libreta de racionamiento que mata de hambre al pueblo cubano desde 1962. Reducir el tamaño del Estado y la influencia del mismo en las áreas que eran de su total incumbencia nos revela que definitivamente Cuba ahondará los cambios y se presentará ante el mundo como un país que busca inversiones, y que desea entrar en el competitivo mundo del mercado internacional.
Remendar el caos creado por la Revolución Comunista de los Castro costará mucho tiempo, esfuerzo y dinero. Internamente, el régimen también pretende eliminar la dualidad de la moneda, que tan terribles consecuencias ha traído para los cubanos.
Lo mas curioso de este cambio anunciado por la dictadura es que ambos dinosaurios pretenden incursionar en el capitalismo, vestirse de capitalistas, usar las reglas capitalistas, pero seguirse llamando Socialistas, mas por cuestión de honor que obviamente por reputación. Así el proyecto plantea mantener el modelo “principal” de empresa estatal socialista, pero estimulando lo que es productivo, y lo que produce mas dinero, que son las empresas privadas con fuerte inversión extranjera. Aclaran, que eso no es economía de mercado sino innovación, es decir, que no es lo mismo pero es igual.
El proyecto castrista de cambio sostiene que el Estado no va a subsidiar las perdidas de empresas estatales, que en las desastrosas economías comunistas, son innumerables. La revolución cubana amenaza que si las empresas del gobierno generan perdidas sostenidas serán liquidadas de inmediato. Tirando una perlas capitalista importante, el plan asegura que la competitividad de los empleados públicos será premiada con mas ingresos, si hay resultados hay dinero, de lo contrario, no se hace merecedor de bonos, sin importar que tenga tatuada la cara e Fidel en su piel.
Por ultimo el plan de acción, señala que “la política económica nueva es socialista”, aunque parece capitalista, y “corresponderá al principio que el socialismo es capaz de vencer todas las dificultades y preservar las conquistas de la Revolución”. Además, asegura que “la política económica es socialista y que equivale a igualdad de oportunidades” no del más apto, y no al igualitarismo. Dice el texto””El trabajo es un derecho y un deber, motivo de realización personal para cada ciudadano, y deberá ser remunerado conforme a su calidad y cantidad “. ( Quedó claro, es decir, es pero no es)
No será sino hasta el mes de abril, cuando se discuta el proyecto, en el congreso del único partido que existe en Cuba, delibere sobre el Proyecto de lineamientos que busca soluciones a la grave crisis económica que vive la isla, que enfrenta un enrome déficit en la balanza de pagos, las relaciones bancarias de transferencia al exterior y el elevado monto de vencimiento de deuda externa. Paralelamente el gran benefactor y que le ha dado subsidio a la dictadura de los Castros, Hugo Chávez Frías, también padece de los rigores de la crisis, al haber convertido al país petrolero en una colapsada economía, con altos niveles de desempleo, ausencia de inversión extranjera, escasez de productos de la cesta básica, destrucción del aparato productivo y ausencia absoluta de seguridad jurídica.
Mientras en Cuba el gobierno elimina 500 mil empleos y fomenta la industria privada, permitiéndole a los cubanos fundar pequeños negocios en 178 rubros, Hugo Chávez expropia y acosa a los inversionistas, creando terror en el mercado
Un amigo cubano del exilio, a esos que Fidel llama “gusanos” me comentaba: “ Venezuela, a pesar de su petróleo esta peor que la Cuba hambrienta, nosotros vamos navegando fuera del mar del al felicidad, buscando cercanía con el mundo, mientras que el régimen chavista, ignorando la triste realidad que genera el socialismo, se empeña en llevarle la contraria al progreso y a la evolución, y empuja el barco hacia el caos: Nacionalizando, acabando con la producción, con la competitividad y con el talento, para darle paso a los odios y a la ignorancia. Así es la historia, Cuba quiere sacudirse del socialismo y Venezuela pretende -bajo la podrida mente del alocado comandante- ser protagonista del fracaso y de debacle del comunismo como modelo económico.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
La Gloria de Marco Rubio y del Tea Party
Por Maibort Petit
El republicano Marcos Rubio se convirtió en al celebridad de la jornada electoral y el ultraconservador movimiento Tea Party en una promesa de cambio, que ya ha empezado a ser objeto de análisis y de criticas.
Los nuevos líderes antiestado y con ideas libertarias prometen enrumbar el país y lograr que las nuevas generaciones puedan lograr el sueño americano. No obstante, los críticos empezaron hoy a tirar dardos más fuertes contra Marcos Rubio, a quien muchos comparan con Obama y empiezan a verlo con un futuro “presidenciable” en las filas republicanas.
El nuevo Senador, de origen cubano, prometió trabajar para reducir el tamaño del gobierno, del Estado, bajar los impuestos y la influencia del sector público en la economía, postulados éstos que forman parte de la tradicional propuesta republicana. Rubio no quiere que el gobierno se meta mucho con los ciudadanos, y se presenta como un hombre nuevo con una propuesta de administrar al país de una manera eficiente. Muchos acusaron al joven senador, no solamente de ser un ultraconservador, sino de difundir una falsa moral, puesto que ante las cámaras pretende aparecer como un hombre probo y capaz, y en su vida personal, un desastre.
Rubio es señalado de haber cometido un fraude en el uso de la tarjeta de crédito del partido republicano para la compra de artículos personales. Además se le acusa de no haber sabido manejar su propio presupuesto, de estar al borde de la banca rota, con innumerables deudas personales y de no haber pagado los préstamos estudiantiles.
Lo que viene después de las elecciones
La administración Obama no le queda otro camino que trabajar en la búsqueda de una negociación con la oposición que tendrá en ambas cámaras, si quiere sobrevivir hasta en 2012. Clinton lo hizo y resultó vencedor. Ya no es suficiente el carisma personal y la brillantez de la oratoria para convencer a los republicanos de las bondades de sus leyes. Obama perdió y sólo puede gobernar con el concurso de la oposición y con el apoyo de su mismo partido.
Obama tendrá que darle un giro a sus planes, concretar resultados en un corto plazo Los republicanos, por su parte, deben recordar que los electores podrían castigarlos sino se muestran inflexibles frente a leyes que, eventualmente, podrían traer beneficios a la descalabrada economía. Nuevamente, la Reforma Migratoria pasa a ser el tema más polémico y manipulado por ambos bandos, que conocen muy bien los pros y los contras que la misma traerá en las elecciones del 2012.
Dos años quedan para que los nuevos representantes y los senadores se luzcan y trabajen junto al gobierno para solventar los enormes problemas estructurales que tienen los Estados Unidos y que han enervado los ánimos de la sociedad que se siente empobrecida e incapaz de manejar la crisis.
Lo interesante este cambio que se produjo en el panorama político estadounidense es que los protagonistas aceptan los resultados que imponen la mayoría, felicitan a sus contendores y les dan la mano para trabajar en conjunto por el beneficio del país y de todos los ciudadanos. En Venezuela ese escenario es difícil de imaginar…Que viva la democracia con sus virtudes y sus defectos.
El republicano Marcos Rubio se convirtió en al celebridad de la jornada electoral y el ultraconservador movimiento Tea Party en una promesa de cambio, que ya ha empezado a ser objeto de análisis y de criticas.
Los nuevos líderes antiestado y con ideas libertarias prometen enrumbar el país y lograr que las nuevas generaciones puedan lograr el sueño americano. No obstante, los críticos empezaron hoy a tirar dardos más fuertes contra Marcos Rubio, a quien muchos comparan con Obama y empiezan a verlo con un futuro “presidenciable” en las filas republicanas.
El nuevo Senador, de origen cubano, prometió trabajar para reducir el tamaño del gobierno, del Estado, bajar los impuestos y la influencia del sector público en la economía, postulados éstos que forman parte de la tradicional propuesta republicana. Rubio no quiere que el gobierno se meta mucho con los ciudadanos, y se presenta como un hombre nuevo con una propuesta de administrar al país de una manera eficiente. Muchos acusaron al joven senador, no solamente de ser un ultraconservador, sino de difundir una falsa moral, puesto que ante las cámaras pretende aparecer como un hombre probo y capaz, y en su vida personal, un desastre.
Rubio es señalado de haber cometido un fraude en el uso de la tarjeta de crédito del partido republicano para la compra de artículos personales. Además se le acusa de no haber sabido manejar su propio presupuesto, de estar al borde de la banca rota, con innumerables deudas personales y de no haber pagado los préstamos estudiantiles.
Lo que viene después de las elecciones
La administración Obama no le queda otro camino que trabajar en la búsqueda de una negociación con la oposición que tendrá en ambas cámaras, si quiere sobrevivir hasta en 2012. Clinton lo hizo y resultó vencedor. Ya no es suficiente el carisma personal y la brillantez de la oratoria para convencer a los republicanos de las bondades de sus leyes. Obama perdió y sólo puede gobernar con el concurso de la oposición y con el apoyo de su mismo partido.
Obama tendrá que darle un giro a sus planes, concretar resultados en un corto plazo Los republicanos, por su parte, deben recordar que los electores podrían castigarlos sino se muestran inflexibles frente a leyes que, eventualmente, podrían traer beneficios a la descalabrada economía. Nuevamente, la Reforma Migratoria pasa a ser el tema más polémico y manipulado por ambos bandos, que conocen muy bien los pros y los contras que la misma traerá en las elecciones del 2012.
Dos años quedan para que los nuevos representantes y los senadores se luzcan y trabajen junto al gobierno para solventar los enormes problemas estructurales que tienen los Estados Unidos y que han enervado los ánimos de la sociedad que se siente empobrecida e incapaz de manejar la crisis.
Lo interesante este cambio que se produjo en el panorama político estadounidense es que los protagonistas aceptan los resultados que imponen la mayoría, felicitan a sus contendores y les dan la mano para trabajar en conjunto por el beneficio del país y de todos los ciudadanos. En Venezuela ese escenario es difícil de imaginar…Que viva la democracia con sus virtudes y sus defectos.
El ultraconservador Tea party gana espacio en la política norteamericana
Por Maibort Petit
Las elecciones parlamentarias celebradas en los Estados unidos colocaron en escena nacional al movimiento ultraconservador Tea Party cuyos miembros profesan principios de corte anarquista, y prometen luchar desde el Congreso para reducir, a su minima expresión, del tamaño del Estado y del gobierno.
Marcos Rubio y Ron Paúl fueron las estrellas de la noche cuando se convirtieron en Senadores por el partido Republicano y como los principales representantes del Tea Party. Ambos han manteniendo una aguda critica tanto a la administraciones de Republicanas como demócratas por considerar que el país que lo ha alejado del pedestal de desarrollo económico y social.
Rubio y Paúl, ganaron con un amplio respaldo las curules en el Senado y aseguraron que trabajaran fuertemente para lograr un cambio. Dicho “cambio” esta vez incluye la reducción de impuestos, del gasto público, de la deuda externa y del déficit del presupuesto federal.
El grupo libertario también se ha manifestado contra la inmigración ilegal y contra la política exterior que se ha mantenido en los últimos años.
El Tea party pareciera haber logrado una victoria más en estos escrutinios, y es que saltó a la palestra nacional como un grupo exitoso que sabe a dónde va y cómo quiere dirigir este país. Sus propuestas están enmarcadas en la ideología libertaria, y aspiran que lo económico se imponga sobre lo político, y que el Estado se reduzca en tamaño y en influencia.
Los representantes del Tea party (Fundado en 2006 en Boston) han levantados sus criticas contra las guerras de Irak y Afganistán, contra los gastos bélicos, y a favor del retiro de las tropas estadounidenses de todo territorio extranjero. El Ahora senador Ron Paúl propuso que trabajaría para hacerle una auditoria a la Reserva Federal.
En el 2008 se pronunciaron contra la ley de Estabilización Económica firmada por el entonces presidente Georges W. Bush, el Paquete de estímulos de 2009 y la Reforma al Sistema de Salud impulsada por la administración de Barack Obama en el 2010.
El movimiento ultraconservador tiene presencia nacional desde abril de 2010, cuando sus seguidores lograron conformar la Federación Nacional del Tea Party que buscaría enrumbar al país hacia el progreso, que según ellos, debe incluir la minimización de los poderes públicos. Aunque oficialmente no participa como partido en las elecciones, sus miembros empezaron a ganar espacios activos en la política.
Vale recordar que miembros del Tea party fueron candidatos en las elecciones del 2008 bajo la bandera Republicana. Charles Jay aspiro a la presidencia y Thomas L. Knapp a la vicepresidencia con una votación inferior a los 3 mil votos. Luego se conoció que Sarah Palín es simpatizante del grupo y ha dado aportes financieros para su funcionamiento.
Para las elecciones legislativas se postularon varios de los seguidores de este movimiento entre los que se encuentran: Marco Rubio, Ron Paúl, Marilyn Chambers, Barry Hess, John Wayne Smith y Tomas Marino.
Nuevo mapa político de EEUU impone diálogo y la negociación
Por Maibort Petit
Los estadounidenses se pronunciaron por un nuevo “cambio en la batalla electoral que tuvo lugar ayer, y dejaron claro su disgusto con el presidente Barack Obama, quien, con menos de 2 años en el poder, no ha logrado satisfacer las exigencias de un electorado que pide salidas mágicas a los graves problemas económicos que se han acumulado a lo largo de varias décadas.
El presidente Barack Obama aceptó la derrota, la cual calificó de “paliza” y se hizo responsable de la misma, asegurando que la lección de ayer le obliga a separarse de la oficina Oval y acercarse más al pueblo. Felicitó a los republicanos y les pidió trabajar juntos para recuperar la economía y los estándares de vida de los norteamericanos.
Pareciera que la magia de Obama se hubiese esfumado con la derrota. Es acusado de no transformar la economía y de no dar satisfacciones a sus electores en su corto tiempo de mandato. Los republicanos sacan enormes ganancias del desencanto popular y de la pasión con que actúa la gente descontenta.
En el 2008, los electores se volcaron a la urnas y votaron a favor de un “cambio” que, para aquella época, estuvo representado por Obama, quien tuvo una corta y exitosa carrera como senador y que se convirtió, de la noche a la mañana, en un líder mundial, con gran carisma y un innegable poder de seducción de las masas deseosas de mejorar su condición de vida y de lograr “el sueño americano”.
El líder afroamericano barrió a los Republicanos, y con ellos, la sombra de Georges W, Bush, quien estuvo 8 años en el poder, llevando a los Estados Unidos a la bancarrota. Bush fue acusado de gobernar para sus propios intereses, de beneficiar a sus empresas petroleras con la invasión a Irak, de mentir en torno a la posesión de armas nucleares por parte de Saddam Hussein, y de iniciar lo que muchos críticos calificaron como: “el socialismo a la norteamericana” tras entregarle a los poderosos del Wall Street, a los empresarios y a los banqueros una impresionante fortuna de más de 700 mil millones de dólares proveniente de dineros públicos, de los cuales no se ha tenido retorno, y cuyo uso fue absolutamente irresponsable por parte del club de amigos ricos del círculo de poder de Washington DC.
Durante la presidencia de Bush se produjeron los ataques terroristas por parte de Al Qaeda, lo que le sirvió al gobierno para emprender guerras internacionales, que terminaron por desbancar el presupuesto e incrementar la monumental deuda externa del país y, además de generar un déficit fiscal difícil de controlar.
Los demócratas en el 2008 señalaron a Bush como responsable de proteger a los empresarios del Wall Street y del sistema financiero, quienes fueron los que propiciaron el desbarajuste en el sistema de préstamos hipotecarios produjo el caos de la burbuja inmobiliaria. En el 2008, los electores castigaron a los republicanos por las terribles consecuencias que se produjeron en el mercado de bienes y raíces y por la banca rota de más de un 30 por ciento de la población.
La política exterior de Bush fue igualmente objeto de críticas puesto que durante su estancia en el poder, los Estados Unidos perdió liderazgo mundial y ganó enemigos, entre ellos, la renovada izquierda latinoamericana encabezada por el militar populista, Hugo Chávez Frías y sus aliados de Sur y Centro América.
Además del rechazo de muchos países y de líderes mundiales, Bush encabezó el descontento de las minorías residentes en los Estados Unidos, por considerar que durante su presidencia no se hizo un esfuerzo por resolver el problema migratorio, que es uno de los puntos clave a la hora de las elecciones. Los proyectos de legalización de los miles de inmigrantes ilegales permanecieron solo como promesas y engavetados en los archivos del Congreso y de las Oficinas de Washington.
Voto castigo para los republicanos
Los republicanos y su liderazgo desgastado de 2008 fueron objeto de castigo por los electores que premiaron a los demócratas y a Obama con sus votos, tras lo cual, el partido demócrata se convirtió en mayoría en el Cámara de Representantes y en el Senado. Obama protagonizó una campaña electoral que marcó un hito en la historia, no solo por sus discursos, y su carisma sino por los medios utilizados para la recaudación de fondos y la cautivación del voto popular y de la clase media.
El aspecto que más contribuyó a la derrota electoral de Obama es la crisis económica que se vive en los Estados Unidos, que pareciera no reaccionar positivamente con las medidas asumidas por la Casa Blanca, que a su vez han incrementado el déficit fiscal
En las promesas electorales, Obama lucía muchas veces “inocente”, pues pretendía desmontar el aparataje de los grandes monopolios capitalistas con leyes y discursos, especialmente, se puso como objetivo ( logrado a medias) cambiar el sistema de salud norteamericano, altamente criticado por los ciudadanos pero enormemente protegido por los capitales.
La salud en los Estados Unidos no representa un servicio sino uno de los negocios más rentables, que ha generado enormes fortunas para los empresarios del ramo, y se ha convertido en el mecanismo de fraude más exitoso para sacarle dinero al gobierno federal a través de clínicas fantasmas, sobrefacturación y un sin numero de mecanismo de corrupción. Los criminales de la salud forman parte de las grandes corporaciones, y en su mayoría no reciben castigo, sino por el contrario son premiados por los funcionarios públicos que prefieren asumirlos como socios y no como enemigos capaces de todo para evitar que el negocio sea trastocado por leyes que transformen la prestación de servicios de salud en una industria mucho mas equilibrada.
Obama se empeñó en pasar la Reforma de Salud y tocó con ello los intereses de los grandes capitales, que ahora trabajarán para reducir o eliminar por completo el impacto que sobre el multimillonario negocio tendrá la reforma que se ejecutará en los próximos 4 años. Luego de la aprobación de dicha reforma, los enemigos lo calificaron como socialista y de querer acabar con los principios capitalistas que se enarbolan en el país.
La administración Obama ha sido criticada por seguir la línea impuesta por George W Bush de aumentar la influencia y el tamaño del Estado, de incrementar el déficit fiscal y de utilizar recursos públicos en estímulos para la empresa privada y a los grandes capitales, que no han hecho sacrificio alguno para contribuir con el mejoramiento de la crisis económica. Los empresarios de Wall Streett se han beneficiado tanto del gobierno Republicano de Bush como del demócrata encabezado por Barack Obama. Con solo 18 meses en el poder y con la fuerte oposición de los grupos conservadores Obama luce débil en el proceso concretar algunas reformas que logren mejorar la golpeada economía norteamericana y de generar nuevos empleos para los empobrecidos habitantes de ese país.
Electores castigan a Obama
Los vaticinios no fallaron. Los electores norteamericanos, como muchas otras veces en el pasado, votaron para castigar al gobierno y por “cambio” prometido por los contrincantes. Los republicanos se alzaron con la mayoría de la Cámara y lograron un buen número de escaños en el Senado. Igualmente lograron conquistar las más importantes gobernaciones del país.
Los resultados del Súper martes revelan que los republicanos capitalizaron el descontento de la población, con un mensaje electoral ultraconservador que acusa a Obama y a los demócratas de fracasar estruendosamente en el manejo de la economía del país.
Para el grueso de los analistas, la campaña republicana basada en la descalcificación de Obama y no en ideas y planes reales para solventar la crisis, parece haber calado en los votantes asediados por el desempleo, la reducción de sus ingresos y la sensación de que el liderazgo mundial de Estados Unidos se ha perdido.
Son muy pocos los electores capaces de recordar el origen de la crisis, la mayoría prefiere responsabilizar a otro de sus problemas. Esa actitud fue bien usada por los conservadores, y a través de una multimillonaria y exitosa campaña, lograron conquistar la mayoría en el Parlamento y darle una “paliza” a Obama quien parece no reaccionar fieramente ante sus adversarios.
Algunos analistas recuerdan que el escenario que vive hoy el partido demócrata fue similar al que vivió Bill Clinton, quien fue castigado por los votantes en su primer periodo, cuando el partido demócrata perdió la mayoría en ambas Cámaras. La diferencia es que la economía de aquella época no estaba tan trastocada como lo está actualmente.
Republicanos ganan la Florida
Los últimos números dieron como ganador a Rick Scott en la gobernación de la Florida, con un margen de a penar un 1 por ciento por encima de la demócrata, Alex Sink. El muy criticado líder multimillonario, llegará a la Gobernación de uno de los estados que sufre una de las más largas y terribles crisis económicas de la historia, sin ninguna experiencia política y tras haber gastado 70 millones de dólares de su propio bolsillo para la costosa campana electoral.
El avance republicano en el estado no es nuevo, pues la Florida ha sido por mucho tiempo uno de los grandes bastiones del partido conservador.
Un aspecto importante que se presentó en estas elecciones es que muchos electores manifestaron votar por personas y no por partidos, aun sin conocer las plataformas que ellos tienen para gobernar. “La emergencia económica de la gente hace que busque soluciones mesiánicas en líderes que prometen sacarlos de la pobreza y volver al sueño americano”, aseguró el analista político Carlos Hernández en la Universidad Internacional de Florida.
Hernández adjudica la reacción del electorado a un toque emocional y a la crisis económica. “Los Norteamericanos no han entendido, o no desean entender, la naturaleza de la crisis económica y de sistema que vive no solamente su país, sino el sistema capitalista a nivel mundial. En su desconocimiento y sus deseos de salir de sus problemas, buscan soluciones mesiánicas en los políticos que les dicen los que sus oídos quieren escuchar, y los eligen como sus gobernantes, confiando que un hombre es capaz de poner fin a la recesión económica mundial. La crisis- dice el experto- no depende de un solo factor, o de un hombre, sino que es generada por muchos elementos, y es el resultado de muchos errores y abusos cometidos por las grandes corporaciones y por gobiernos que no acometieron programas preventivos en el momento que se requerían”.
Los estadounidenses se pronunciaron por un nuevo “cambio en la batalla electoral que tuvo lugar ayer, y dejaron claro su disgusto con el presidente Barack Obama, quien, con menos de 2 años en el poder, no ha logrado satisfacer las exigencias de un electorado que pide salidas mágicas a los graves problemas económicos que se han acumulado a lo largo de varias décadas.
El presidente Barack Obama aceptó la derrota, la cual calificó de “paliza” y se hizo responsable de la misma, asegurando que la lección de ayer le obliga a separarse de la oficina Oval y acercarse más al pueblo. Felicitó a los republicanos y les pidió trabajar juntos para recuperar la economía y los estándares de vida de los norteamericanos.
Pareciera que la magia de Obama se hubiese esfumado con la derrota. Es acusado de no transformar la economía y de no dar satisfacciones a sus electores en su corto tiempo de mandato. Los republicanos sacan enormes ganancias del desencanto popular y de la pasión con que actúa la gente descontenta.
En el 2008, los electores se volcaron a la urnas y votaron a favor de un “cambio” que, para aquella época, estuvo representado por Obama, quien tuvo una corta y exitosa carrera como senador y que se convirtió, de la noche a la mañana, en un líder mundial, con gran carisma y un innegable poder de seducción de las masas deseosas de mejorar su condición de vida y de lograr “el sueño americano”.
El líder afroamericano barrió a los Republicanos, y con ellos, la sombra de Georges W, Bush, quien estuvo 8 años en el poder, llevando a los Estados Unidos a la bancarrota. Bush fue acusado de gobernar para sus propios intereses, de beneficiar a sus empresas petroleras con la invasión a Irak, de mentir en torno a la posesión de armas nucleares por parte de Saddam Hussein, y de iniciar lo que muchos críticos calificaron como: “el socialismo a la norteamericana” tras entregarle a los poderosos del Wall Street, a los empresarios y a los banqueros una impresionante fortuna de más de 700 mil millones de dólares proveniente de dineros públicos, de los cuales no se ha tenido retorno, y cuyo uso fue absolutamente irresponsable por parte del club de amigos ricos del círculo de poder de Washington DC.
Durante la presidencia de Bush se produjeron los ataques terroristas por parte de Al Qaeda, lo que le sirvió al gobierno para emprender guerras internacionales, que terminaron por desbancar el presupuesto e incrementar la monumental deuda externa del país y, además de generar un déficit fiscal difícil de controlar.
Los demócratas en el 2008 señalaron a Bush como responsable de proteger a los empresarios del Wall Street y del sistema financiero, quienes fueron los que propiciaron el desbarajuste en el sistema de préstamos hipotecarios produjo el caos de la burbuja inmobiliaria. En el 2008, los electores castigaron a los republicanos por las terribles consecuencias que se produjeron en el mercado de bienes y raíces y por la banca rota de más de un 30 por ciento de la población.
La política exterior de Bush fue igualmente objeto de críticas puesto que durante su estancia en el poder, los Estados Unidos perdió liderazgo mundial y ganó enemigos, entre ellos, la renovada izquierda latinoamericana encabezada por el militar populista, Hugo Chávez Frías y sus aliados de Sur y Centro América.
Además del rechazo de muchos países y de líderes mundiales, Bush encabezó el descontento de las minorías residentes en los Estados Unidos, por considerar que durante su presidencia no se hizo un esfuerzo por resolver el problema migratorio, que es uno de los puntos clave a la hora de las elecciones. Los proyectos de legalización de los miles de inmigrantes ilegales permanecieron solo como promesas y engavetados en los archivos del Congreso y de las Oficinas de Washington.
Voto castigo para los republicanos
Los republicanos y su liderazgo desgastado de 2008 fueron objeto de castigo por los electores que premiaron a los demócratas y a Obama con sus votos, tras lo cual, el partido demócrata se convirtió en mayoría en el Cámara de Representantes y en el Senado. Obama protagonizó una campaña electoral que marcó un hito en la historia, no solo por sus discursos, y su carisma sino por los medios utilizados para la recaudación de fondos y la cautivación del voto popular y de la clase media.
El aspecto que más contribuyó a la derrota electoral de Obama es la crisis económica que se vive en los Estados Unidos, que pareciera no reaccionar positivamente con las medidas asumidas por la Casa Blanca, que a su vez han incrementado el déficit fiscal
En las promesas electorales, Obama lucía muchas veces “inocente”, pues pretendía desmontar el aparataje de los grandes monopolios capitalistas con leyes y discursos, especialmente, se puso como objetivo ( logrado a medias) cambiar el sistema de salud norteamericano, altamente criticado por los ciudadanos pero enormemente protegido por los capitales.
La salud en los Estados Unidos no representa un servicio sino uno de los negocios más rentables, que ha generado enormes fortunas para los empresarios del ramo, y se ha convertido en el mecanismo de fraude más exitoso para sacarle dinero al gobierno federal a través de clínicas fantasmas, sobrefacturación y un sin numero de mecanismo de corrupción. Los criminales de la salud forman parte de las grandes corporaciones, y en su mayoría no reciben castigo, sino por el contrario son premiados por los funcionarios públicos que prefieren asumirlos como socios y no como enemigos capaces de todo para evitar que el negocio sea trastocado por leyes que transformen la prestación de servicios de salud en una industria mucho mas equilibrada.
Obama se empeñó en pasar la Reforma de Salud y tocó con ello los intereses de los grandes capitales, que ahora trabajarán para reducir o eliminar por completo el impacto que sobre el multimillonario negocio tendrá la reforma que se ejecutará en los próximos 4 años. Luego de la aprobación de dicha reforma, los enemigos lo calificaron como socialista y de querer acabar con los principios capitalistas que se enarbolan en el país.
La administración Obama ha sido criticada por seguir la línea impuesta por George W Bush de aumentar la influencia y el tamaño del Estado, de incrementar el déficit fiscal y de utilizar recursos públicos en estímulos para la empresa privada y a los grandes capitales, que no han hecho sacrificio alguno para contribuir con el mejoramiento de la crisis económica. Los empresarios de Wall Streett se han beneficiado tanto del gobierno Republicano de Bush como del demócrata encabezado por Barack Obama. Con solo 18 meses en el poder y con la fuerte oposición de los grupos conservadores Obama luce débil en el proceso concretar algunas reformas que logren mejorar la golpeada economía norteamericana y de generar nuevos empleos para los empobrecidos habitantes de ese país.
Electores castigan a Obama
Los vaticinios no fallaron. Los electores norteamericanos, como muchas otras veces en el pasado, votaron para castigar al gobierno y por “cambio” prometido por los contrincantes. Los republicanos se alzaron con la mayoría de la Cámara y lograron un buen número de escaños en el Senado. Igualmente lograron conquistar las más importantes gobernaciones del país.
Los resultados del Súper martes revelan que los republicanos capitalizaron el descontento de la población, con un mensaje electoral ultraconservador que acusa a Obama y a los demócratas de fracasar estruendosamente en el manejo de la economía del país.
Para el grueso de los analistas, la campaña republicana basada en la descalcificación de Obama y no en ideas y planes reales para solventar la crisis, parece haber calado en los votantes asediados por el desempleo, la reducción de sus ingresos y la sensación de que el liderazgo mundial de Estados Unidos se ha perdido.
Son muy pocos los electores capaces de recordar el origen de la crisis, la mayoría prefiere responsabilizar a otro de sus problemas. Esa actitud fue bien usada por los conservadores, y a través de una multimillonaria y exitosa campaña, lograron conquistar la mayoría en el Parlamento y darle una “paliza” a Obama quien parece no reaccionar fieramente ante sus adversarios.
Algunos analistas recuerdan que el escenario que vive hoy el partido demócrata fue similar al que vivió Bill Clinton, quien fue castigado por los votantes en su primer periodo, cuando el partido demócrata perdió la mayoría en ambas Cámaras. La diferencia es que la economía de aquella época no estaba tan trastocada como lo está actualmente.
Republicanos ganan la Florida
Los últimos números dieron como ganador a Rick Scott en la gobernación de la Florida, con un margen de a penar un 1 por ciento por encima de la demócrata, Alex Sink. El muy criticado líder multimillonario, llegará a la Gobernación de uno de los estados que sufre una de las más largas y terribles crisis económicas de la historia, sin ninguna experiencia política y tras haber gastado 70 millones de dólares de su propio bolsillo para la costosa campana electoral.
El avance republicano en el estado no es nuevo, pues la Florida ha sido por mucho tiempo uno de los grandes bastiones del partido conservador.
Un aspecto importante que se presentó en estas elecciones es que muchos electores manifestaron votar por personas y no por partidos, aun sin conocer las plataformas que ellos tienen para gobernar. “La emergencia económica de la gente hace que busque soluciones mesiánicas en líderes que prometen sacarlos de la pobreza y volver al sueño americano”, aseguró el analista político Carlos Hernández en la Universidad Internacional de Florida.
Hernández adjudica la reacción del electorado a un toque emocional y a la crisis económica. “Los Norteamericanos no han entendido, o no desean entender, la naturaleza de la crisis económica y de sistema que vive no solamente su país, sino el sistema capitalista a nivel mundial. En su desconocimiento y sus deseos de salir de sus problemas, buscan soluciones mesiánicas en los políticos que les dicen los que sus oídos quieren escuchar, y los eligen como sus gobernantes, confiando que un hombre es capaz de poner fin a la recesión económica mundial. La crisis- dice el experto- no depende de un solo factor, o de un hombre, sino que es generada por muchos elementos, y es el resultado de muchos errores y abusos cometidos por las grandes corporaciones y por gobiernos que no acometieron programas preventivos en el momento que se requerían”.
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